Cap.3 Los Reyes Robles

42 7 22
                                    

Juan Carlos había me había llevado a casa a eso de las cinco de la tarde, todo el día nos la pasamos juntos, después de ir por el helado se nos antojó ir a la Feria de Chapultepec Mágico, nos divertimos en los carritos chocones, nos mojamos en los troncos, Keiko, la ballena dio su espectáculo y también nos mojó, nos subimos a la clásica montaña rusa construida en madera y pintada en color blanco, los vagones de la atracción eran verdes y en el carrito de enfrente estaba el logotipo de la feria, había una atracción que se llamaba el tren del amor nos subimos también ahí y al pasar por el tunel iluminado con luces rojas, Juan Carlos me besó de nuevo.

—eres muy lindo—me dijo—no me cansaría de besarte jamás—suspiró.

Yo no pude refutar o argumentar algo, porque estoy seguro que tampoco me cansaría jamás de besarlo o de tomar su mano.

Al llegar a casa, me dió un tierno beso en la mejilla, algo tímido, él tenía miedo de no ser aceptado por mi familia, le dije que mis padres y mis hermanas sabían sobre mis gustos, también mis abuelos, pero que estos últimos no estaban tan de acuerdo con aquello.

Antes de despedirme de él, le di un besito rápido en los labios y me metí a casa prácticamente corriendo, me temblaba todo, estaba muy emocionado e ilusionado y tal como se lo prometí a mi papá, se lo dije le conté todo lo que vivimos en el día.

Mis padres y mis hermanas no pudieron estar más que felices por mi, todo marchaba bien y con eso estaba bien yo, que mis padres me apoyen es lo mejor del mundo, no todos los padres apoyan a sus hijos cuando su orientación sexual es distinta, por ejemplo, Miguel Angel (Hobi), mi amigo, a él también le gustan los chicos, pero sus padres no lo apoyan, lo corrieron de su casa cuando el se sinceró con ellos, mi papá le dio trabajo por las tardes después de la escuela, también le dijo que podía vivir con nosotros el tiempo que necesitara.

Y así pasó, Miguel Angel vivió con nosostros un tiempo, con el trabajo de mi papá ayudándolo como su asistente y que le daba buena paga, logró comprarse un departamento, el en edificio Nuevo León, que es uno de los tres edificios que conforman la unidad Tlatelolco, estos tres edificios tienen quince pisos cada uno y su departamento es muy amplio y muy bonito.

Ahora él tiene pareja, se ve lo enamorado que está de su novio y lo felicito por eso, ahora que yo estoy en esa situación lo comprendo y ya sé lo que es estar enamorado.

—me dijo Juan que pasaría por mi mañana—anuncié.

—¿Y a quién le pediste permiso, José Antonio?—dijo mi papá un poquito celoso... cuando se enoja o está celoso con nostros nos dice por nuestro nombre completo omitiendo los apodos que nos pone.

A mí me dice Pepe Toño, solo por joderme la existencia, a Nohemi le dice Mimí y a Laura le dice Laurita.

Pero cuando está enojado nos dice por nuestro nombre completo, solo le faltó decirme los apellidos también.

—Mientras vivas en mi casa, son mis reglas, ya lo sabes —argumenta mi mamá.

—papi por fis, dame permiso ¿Si?,  solo iríamos al cine, luego a comer no sé la verdad, se supone que hoy solo iríamos por un helado, pero no contaba con que me fuera a lleva a la feria y todo el día tan lindo que pasamos juntos.

—¿Estudia? ¿Trabaja? ¿Quienes son sus padres? ¡No quiero a mi hijo con un vago bueno para nada! A ninguno de mis bebés, si no lo permito con mis hijas ¡Menos lo haré con mi hijo!—refutó.

—Está estudiando leyes en la Facultad de derecho la UNAM, su padre es jugador delantero de los Pumas, vive solo hace dos meses y vive tres pisos arriba de Miguel.

—a ver, barajeamela más despacio... tu novio...—lo interrumpí.

—Juan Carlos no es mi novio, no aún, si me gusta no lo voy a negar, pero no somos novios.

🇲🇽 MÉXICO 1985: KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora