Sabes que me enloqueces - EddMatTom

Tomasito Tomasito presta el potito

CW/Fetiches/no sé:
Uso de juguetes sexuales
Pet-play? Aspectos de él
Trans4Cis (duuuuuhhhhh)
A pesar del título el Tomasito no presta el potito buuuuuu
[💞]

Después de tal revelación accidental, la "discusión" y tener sexo, el resto del día se volvió un borrón para los dos. Parece que se habían mimado por un rato para luego ducharse juntos.

Lo hubieran hecho antes si Edd no lo hubiera retenido para morderlo. Lo que les devolvió la calentura a los dos y tiraron de nuevo en el baño. Pero como este capítulo no es sobre eso, no tengo porque describirlo.

— Ew, asco. — se quejaba Matt, intentando mantenerse de pie, con la cadera adolorida. Sentía aún las piernas pegajosas, incluso si el esperma dentro suyo se iba con el agua.

— Mimimimi, tú querías eso. — se burlaba Edd, lavando su propio cabello con un jabón. Le parecía cómico como iba de llorarle por más a quejarse de las consecuencias de eso. Y luego volvía a pedir más. Oops.

— Eddie, ¡por la chorromil vez, usa el champú! ¡No te quiero oír después quejandote que tienes el pelo grasoso!

— ¡Pero si no queda!

— ¿Cómo que no? Si acá hay- — agarró uno de los envases, pero era más liviano de lo que debía ser.

Verdad. Habían quedado solos por un rato, si Tom había ido a comprar cosas para el hogar. No había alcanzado a oír a Matt gritar del sobrestimulo, aunque no les hubiera molestado si así hubiera sido.

Murmulla un reclamo, sacó el poco champú que quedaba y lo colocó en el cabello mojado del castaño. Lo iba a lavar él, para que no se quejara después. Pero seria mentira si dijera que no le gustaba mimarlo de tal forma.

Ambos adoraban cuando les inflaban el ego, cuando eran tratados como la más fina obra de arte existente. Estaban conscientes del egocentrismo del otro, y como se amaban, no hacían más que alimentar sus autoestimas.
Juntos creaban un uróboro de indulgencia.

Masajeaba su cuero cabelludo, asegurando que la espuma no se cortara. Una vez termina este proceso, agarró la cabeza de la ducha y masajeó de nuevo, removiendo el champú con el agua.

— No tenías que hacer eso. — tomó la manguera cuando Matt terminó de limpiar y la regresó a su lugar — Pero gracias.

Cortó el agua — Me lo vas a agradecer después.

— ...Te lo estoy agradeciendo ahora.

Ambos se retiraron de la ducha, y Edd le tira una toalla para que se seque.

— Sí, pero también después.

Sólo roda los ojos, y lo besa en el puente de la nariz. — Bueno, lo que tu digas. Yo tengo que avanzar en mi trabajo. No me esperes para cenar.

Toma otra toalla, se la pone en la cintura y se retira. A su habitación y al mismo tiempo oficina, a animar hasta que le duela no sólo la mano, también la cabeza, ojos, y espalda. O se quede dormido, lo que ocurra primero.

No es como que el pelirrojo tuviera que preocuparse de tal cosa como un empleo, si es un mimado mantenido por su familia.

Se retira a su habitación, apenas vestido por una toalla. No le importa ser visto sin ropa si el camino del baño a su cuarto carecía de ventanas al exterior. Sólo lo verían personas que le habían visto hasta los pecados, así que todo bien.

En el desorden que llamaba pieza, sacó un pijama para vestirse con él. Un suéter de manga tres cuartos violeta y un buzo azul rey que le quedaba enorme. Probablemente se lo había robado a Tom, ya que aunque era más bajo que él, sus caderas y piernas eran muchísimo más anchas que las suyas.