14

74 11 0
                                    

han pasado unos días desde la fiesta que dio felix en su casa y esta se ha percatado de una "nueva" actitud en hyunjin.

a ver, no es que alguna vez hayan sido amigos o algo parecido, pero felix siente que cada vez hyunjin lo trata peor. discuten más, el chico es el doble de molesto, le lanza comentarios pasivos-agresivos... en fin, se podría decir que hyunjin ha multiplicado su mal comportamiento con él.

y felix está seguro que es debido al suceso algo comprometedor que ocurrió en su baño.

por su parte, es verdad, en aquel momento sintió una extraña tensión entre ambos que no hubiese tenido problema en acortar con un beso, porque vamos, felix es bisexual, hyunjin un chico demasiado guapo (por más idiota que sea) y ambos estaban pasados de copas. pero ahora el australiano estaba seguro de que hyunjin siente miedo, probablemente porque jamás se imaginó a él misma en esa situación.

no es que le interese demasiado los sentimientos del surcoreano, pero le aburre un poco toda esa dinámica de rivales que tienen.

y no muy lejos de ser realidad, hwang hyunjin está espantado, no, aterrorizado de lo que pudo haber ocurrido esa noche. cada día amanece con inquietud, queriendo desaparecer todos los recuerdos, negándose a sentirse atraído hacia una hombre, peor aún, hacia lee felix.

tiene miedo de pensar en esa fiesta (que por más que tomó, no logró borrar la topada del baño, solo lo siguiente a eso), de siquiera pensar en todo lo que tenga que ver con el niño pecoso, y su única forma de demostrarlo es siendo borde con felix. es su mecanismo de defensa obligándola a protegerse.

—iremos a comer pizza luego de clases, ¿quieren ir?—propuso la mayor del grupo, observando a las nuevas presencias que han comenzado cada día a sentarse con ellos.

jeongin sigue discutiendo por estupideces con jisung, pero siempre con este toque caliente que no deja a ninguno tranquilo.

—por mí está bien, ¿tú, hyun?

el mencionado no estaba prestando atención a la conversación, demasiado ido en sí.

—oye, hwang—felix le tiró una papita—, te hablan, idiota.

—¡hey!—reclamó el coreano, por fin volviendo a la realidad. agarró la fritura dispuesta a devolvérsela a su dueño con fuerza, pero su estómago gruñó con hambre, así que terminó comiéndosela—. ¿qué dijiste, jeongin?

—que si quieren ir después de clases a la pizzería de aquí. me la han recomendado mucho.

—¿irían todos?

—ehh... ¿sí?—respondió seungmin, con una sonrisa burlesca.

hyunjin le lanzó una pequeña mirada al rubio antes de negar con la cabeza.

—entonces paso, no estaré con lee en un lugar público, ¿qué pensará la gente de mí?

—¡mira, hijo de puta!—saltó felix, ahora con una gran porción de papas fritas en su mano.

—¡eh, baja eso, felix!—lo regañó jeongin, sentándolo en su puesto.

hyunjin le sacó la lengua y felix entrecerró los ojos, irritado.

—vamos, jinnie, a ti te encanta la pizza. además, si te sirve de consuelo, a mí me verán junto a yang... definitivamente mi vida social acabó—dijo jisung.

—¡pequeño enano!—ahora era jeongin quien tenía un puñado de frituras en sus manos.

—¡calmense todos!—gritó seungmin—. parecen unos niños, por dios. no puedo creer que sea el menor—los chicos lo miraron avergonzados, tenía razón—. iremos los cinco a la pizzería y por tener que aguantar sus idioteces, ustedes me pagan mi pizza—habló decidido, arreglando su flequillo y antes de cualquier reclamo, se levantó de su asiento—. me voy, no se maten mientras no estoy y nos vemos a la salida del colegio.

heterocurioso (al peo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora