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—¿qué sabor van a querer?—pregunta seungmin, colocándose en la fila.

—frutilla—responde jisung y jeongin se ríe.

—que básico.

—habla el gay que juega fútbol y sale con puros twinks.

jeongin volteó hacia él, abriendo la boca.

—¡duende maldito!

—¡por dios, chicos!—seungmin los miró con rabia—. ¡dejen sus peleas de cabros chicos si hace menos de veinticuatro horas estaban tragándose la lengua!

lo dijo para jeongin y jisung, pero hyunjin y felix no pudieron evitar sentirlo como un reproche hacia ellos, aunque ni siquiera estaban discutiendo.

la cara de jisung se volvió un tomate, y quedó en silencio, sin levantar la cabeza. jeongin le dirigió una mirada y mordió sus labios. que adorable duende.

—¿qué van a querer?—volvió a hablar el menor de los cinco, quien irónicamente parecia el hyung de todos (o simplemente el más cuerdo) .

una vez se pusieron de acuerdo, seungmin pago todo v luego los demás le transferirian. menos jeongin. por supuesto, que comía su helado tripe que era más grande que su propia cabeza.

jisung y felix fueron por la vieja confiable: frutilla. hyunjin uno de oreo y seungmin caramelo.

jeongin, otra vez, tenía como cuatro sabores mezclados en su copa.

se sentaron en una mesa de afuera que los cubría de los rayos gracias al quitasol que había sobre ellos.

—¿tus padres te retaron mucho? —cuestionó jeongin hacia el más alto.

—por supuesto que no, porque yo, la mente más brillante del planeta, mandé a limpiar todo antes de que los señores hwang llegaran.

—sí, es verdad. me desperté y todo estaba en perfecto estado.

"menos yo", pensó con burla para sí mismo.

la charla siguió entre los muchachos, por supuesto con pequeñas interrupciones de las peleas ridículas de jeongin y jisung y hyunjin y felix, pero siguió.

—debería incluir un nuevo chico a este grupo para que yo también discuta con el como ustedes lo hacen—dijo kim, parado frente al espejo del baño. felix a su lado rió—. en serio, a veces no sé qué hacer cuando ustedes se ponen a pelear como animales —dijo dramáticamente, estresado de sus amigos.

—tal vez ese universitario que conociste termine siendo tu enemigo.

si bien felix aún no estaba muy convencido de que su bebito hablara con uno de diecinueve años, ya lo iba asumiendo un poco más. probablemente porque seungmin le mostró una foto del chico y se veía muy buena persona.

—¡¿qué universitario?!—salió hyunjin desde un cubículo, interesado.

jisung y jeongin se quedaron afuera esperándolos.

no es que no quisieran acompañarlos, sino que, como seguían en sus peleas, ninguno notó que sus amigos se habían ido. aún así cuando estas les habían gritado más de tres veces.

—¡felix!—reclamó el menor, cohibido — ¡era un secreto!

se avergonzó, tapando sus cachetes.

—¡ay, seungminnie! ¡soy tu amigo!—una vez terminó de lavar sus manos, se acercó a el para comenzar a hacerle cosquillas—. ¡dime, dime! ¡¿con qué chiquillo andas hablando?!—se rió molestándolo.

—¡yah, hyung!

felix los veía con una sonrisa.

—está bien, te dejaré ahora, pero luego me cuentas.

heterocurioso (al peo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora