A la deriva

Capítulo 28

NARUTO

A la deriva

No es tan duro después de todo

¡AUGE!

Antes de que Gaara pudiera terminar de ejecutar su siguiente movimiento para licuar a su oponente y eliminar todo rastro de ella, el enorme montículo de arena aplastante explotó repentinamente hacia arriba en una bola de fuego y humo blanco. Inmediatamente después, una silueta negra voló hacia arriba de él, seguida por los tres muñecos Sannin que también habían quedado atrapados en la mierda. Aunque cubiertos de granos y suciedad, y con un aspecto un poco desgastado, las tres marionetas estaban bien.

Tayuya también. Sin embargo, había decidido hacer su propia salida.

La multitud miró hacia el cielo con asombro cuando la sombra negra que apareció primero desde la colina separó la nube blanca que la envolvía para revelar un enorme búho hecho de placas de metal de color cobre. Con las alas desplegadas y extendidas en toda su anchura, el enorme pájaro emitió un chillido metálico aterrador que resonó en toda la región e hizo que la gente se tapara los oídos con las manos. Después de lo cual, el pájaro comenzó a aletear y flotar en el lugar, su forma suspendida reveló una Tayuya ligeramente sucia sentada en su espalda.

Jadeando pesadamente por haber usado la técnica de invocación en el último segundo, la pelirroja se limpió la arena de la cara y miró fijamente hacia la arena que se encontraba varios pisos más abajo. Allí, vio a su enemigo parcialmente transformado mirándola fijamente con sus ojos llenos de odio, que se transformaron en una mirada aún más enfurecida cuando vio que su enemigo lo miraba desde arriba.

OOO

(Estadio – Sección Kage)

Mei parpadeó sorprendida después de ver la apariencia del enorme búho hecho de metal. Mientras lo observaba flotar en el aire con cada aleteo de sus poderosas alas, colocó su mano sobre su barbilla pensativamente. "He visto muchas invocaciones en mi vida, pero esta es la más inusual..." Si bien el Doki y las marionetas de antes habían sido intrigantes, este era un ser vivo real que no estaba influenciado por la flauta de la niña y también estaba hecho de material sintético.

Onoki, por otro lado, sabía exactamente lo que estaba viendo y adoptó una actitud seria: "¿Hubo un shinobi que realmente fue capaz de sellar un contrato con los Pájaros Cantores? Se supone que esas invocaciones son increíblemente exigentes con sus amos".

Una sonrisa se formó en su rostro, un aliviado Hiruzen rió entre dientes mientras entrelazaba sus manos. "Bueno... parece que han elegido a quien desean tener como compañero". El hecho de que fuera un Genin de su aldea y uno de sus estudiantes más prometedores llenó su corazón de orgullo.

El resto de la audiencia, al igual que los Kage en su palco, observó con interés cómo la pelea subía de nivel.

OOO

(Estadio – Arena)

—Hombre... estuvo cerca. Casi me ahogo bajo toda esa arena —suspiró Tayuya, colocando su mano sobre el lomo de su ave mientras flotaba en el aire—. Muchas gracias, Sora. Te debo una. —El ave emitió algunos chasquidos y chirridos, ganándose una sonrisa burlona del músico—. No te preocupes. Te lo compensaré más tarde. Pero por ahora, tengo una batalla que ganar. —Levantó su flauta y se agachó sobre su pareja—. ¡Hagámoslo!