A la deriva

Capítulo 38

Nota del autor: Este tendría que ser uno de mis capítulos favoritos hasta ahora, ya que es básicamente el final de una era en cierto modo.

Para que no te sorprendas, hay una técnica que Guren usa y que está inspirada en el hermano criminal Renga del anime Naruto, que me pareció bastante asombrosa. Si él puede usar cristales de hielo de esa manera, ¿quién dice que ella no puede usarlos mejor?

Naruto

A la deriva

Verificación de la realidad

(Con Hinata y Choji)

El joven Akimichi se tambaleó violentamente hacia atrás y se detuvo dolorosamente con un grito de agonía y un gemido de frustración, antes de mirar hacia arriba con un gruñido para ver al oponente que había saltado de los árboles para enfrentarse a él y a Hinata de pie en el centro del campo. Con el uniforme y las marcas que lo alineaban con la aldea oculta en el sonido, el imponente hombre que hundía los pies en el suelo miró lascivamente al Genin de Konoha caído e infló tanto el pecho como el estómago, mostrando inmediatamente confianza en su superioridad sobre su adversario actual.

Riendo entre dientes, el miembro de cabello naranja de los Cuatro del Sonido inclinó la cabeza con arrogancia. —¿Eso es todo lo que tienes, mocoso de Konoha? —Haciendo crujir el cuello, el hombre de uniforme caqui con la cuerda violeta alrededor de la cintura comenzó a marchar hacia adelante mientras hacía crujir los nudillos de sus manos uno tras otro. El sonido de sus músculos tensándose y sus pies golpeando el suelo con pisotones que hicieron temblar la tierra hizo que Choji apretara los dientes y se alejara del gran shinobi—. Je, a juzgar por la cantidad de grasa que cuelga de tus costados, me sorprende que puedas moverte tan bien como lo haces. Demonios, tu vida sería mucho mejor si la pasaras como un saco de boxeo que como un shinobi sirviendo a una aldea tan débil y llena de basura... gordo.

Fue esta palabra la que hizo que Choji se detuviera en seco y se le formara una marca de verificación al instante en el costado de la cabeza. De repente, sus dedos se clavaron en el suelo debajo de él, partiendo la tierra dura como una roca con un crujido violento. Luego, el chico miró a su impresionante enemigo con la mirada más dura que jamás verías en un joven. La explosión de intención asesina que también lanzó, aunque potente, no se registró en su oponente de inmediato, quien continuó mirando lascivamente al caído Akimichi mientras se acercaba a él.

"¿Q-cómo me acabas de llamar?"

Incapaz de percibir la ira en la voz del chico, la sonrisa de Jirobo se amplió. "¿Ah, sí? ¿Quieres que lo vuelva a decir? Está bien, entonces..." El hombre se inclinó hacia delante con una mirada mucho más intensa. Tras una pausa, el hombre habló, poniendo especial énfasis en cada sílaba para no tener que repetirse: "Gordito".

Con los ojos muy abiertos por la rabia, Choji dejó escapar un rugido de ira y, saltando del suelo como un animal salvaje, se lanzó directamente hacia su oponente con una velocidad y una ferocidad que la élite de Otogakure simplemente no esperaba. La expresión de Jirobo reflejó rápidamente una sensación de sorpresa, junto con un momento de pensamiento que prácticamente dijo "mierda, no debería haber dicho eso", el hombre fue golpeado en el estómago por el niño dándole un cabezazo directamente debajo del esternón.

El golpe provocó que Jirobo tosiera todo el aire de sus pulmones y además lanzara un chorro de saliva por su boca, que voló por el aire tal como casi lo hizo él por la increíble fuerza acumulada detrás del ataque repentino.