A la deriva

Capítulo 3

NARUTO

a la deriva

El mundo ahí fuera

Tres días después…

Naruto se despertó repentinamente de su sueño tranquilo cuando la colcha se detuvo abruptamente y estremeciéndose. Soltó un grito de sorpresa cuando fue arrojado de frente, provocando lágrimas de dolor en sus ojos debido a la mala posición en la que aterrizó. "¿Q-Qué? ¿Qué está pasando?"

Por qué no se había despertado días antes de todo el ruido y traqueteo que lo rodeaba era una buena pregunta. Sólo se podía suponer que el poco frecuente balanceo de la superficie sobre la que había estado recostado básicamente lo mantenía lo suficientemente relajado como para disfrutar de su agradable montaje de sueños al estar dormido durante más de setenta y dos horas. Lástima que el 'edredón' sobre el que había estado acostado no había sido exactamente la superficie ideal para que su cuerpo se tumbara, algo de lo que se dio cuenta plenamente cuando se sentó y se estiró después de su mal aterrizaje. Los sonidos de cada una de sus vértebras volviendo a su lugar una tras otra se podían escuchar resonando en toda su oscura cámara.

Soltando un bostezo, el rubio se frotó el ojo y miró alrededor de su extraño entorno, "Hombre... ¿cuánto tiempo estuve fuera?" Parpadeó confundido cuando vio las pilas de cajones y cajas. "Espera un segundo... esta no es mi habitación".

Pensando que todavía estaba soñando, se pellizcó en un intento de despertar su mente de su depresión. Cuando volvió a abrir los ojos y vio que su mundo no había cambiado gimió molesto y se puso de pie.

"Supongo que debo haberme quedado dormido en el cobertizo de equipos de la academia otra vez. Maldita sea. ¿Qué diablos pasa con todos los barriles tirados por ahí?" Mientras se rascaba la cabeza, el niño hizo una mueca cuando sintió un fuerte golpe en su cráneo y miró hacia arriba para ver a un compañero familiar encaramado en la lámpara apagada que colgaba del techo de la sala baja. "Oh, ¿oye Swift-chan? ¿Qué pasa?"

El pájaro gorjeó bruscamente, dirigiendo su atención hacia la salida. Escuchando sus exclamaciones estresantes durante los siguientes segundos mientras le explicaba su situación actual, el rubio sopló una frambuesa y le hizo un gesto de desdén a su amigo.

"¿Qué? De ninguna manera. ¿Cómo diablos ya no estamos en el pueblo?" Naruto sacudió la cabeza, pasó por encima de varias bolsas de harina y alcanzó la entrada de lona, ​​mientras se reía todo el camino. "Esa es una broma divertida, Swift-chan. Si ya no estamos en Konoha, entonces eso significaría que debo haberme quedado dormido en el carruaje de algún viajero. ¿Con qué clase de Shikamaru me llevas-" Se interrumpió cuando dijo Abrió las cortinas del carro y se encontró contemplando un paisaje desconocido, cubierto de campos, pequeñas áreas de bosque y caminos sinuosos que se extendían hasta donde alcanzaba la vista. "Oh…"

"¡Ey!"

Sorprendido, Naruto miró y vio al conductor de la carreta apuntándolo con una mirada de incredulidad en su rostro.

"¿Qué haces escondido en la parte trasera de mi carrito, chico? ¡Sal de ahí!"

Parpadeando un par de veces, el rubio levantó dócilmente la mano en un saludo estupefacto. "Uh, sí… ¡hola! Umm… ¿podrías por favor decirme dónde estoy? Creo que estoy perdido". La golondrina que lo había acompañado en su viaje se posó en su hombro.