A la deriva

Capítulo 17

NARUTO

A la deriva

En camino a la gloria

El día siguiente…

Mañana…

"¡Por el amor de Kami!" gritó Sakura consternada, "¿Por qué diablos esa persona siempre nos hace esperar cuando es él quien nos llamó?"

—¡Ni lo sé! —gruñó Naruto en respuesta, frotándose la parte de atrás de su camisa con irritación antes de cruzarse de brazos nuevamente—. ¡Maldita sea! ¡Necesito averiguar dónde vive Kakashi-sensei porque si nos está haciendo esto a propósito y todavía está dormido, voy a hacerle una broma para despertarlo!

La kunoichi de cabello rosado que estaba a su lado asintió con la cabeza antes de levantar el puño de manera amenazante. Ayer, su maestro les había dicho que se reunieran con él en el puente frente a los campos de entrenamiento para una reunión de equipo para discutir su próxima misión. Aunque no mencionó nada sobre la misión, simplemente enfatizó que tenían que estar allí temprano.

El problema que surgió de esto, por supuesto, fue que, si bien el equipo había llegado al punto de encuentro en el momento exacto de la supuesta reunión, su instructor no estaba a la vista. Por la cantidad de horas que habían pasado desde que los tres llegaron y con el sol acercándose al punto más alto de su ascenso con cada minuto que pasaba, comenzaba a parecer muy poco probable que el hombre apareciera.

Esto puso a Sakura de mal humor, si es que ya no lo estaba, lo que rápidamente dio origen a una serie de quejas y gritos fuera de lugar. La chica en ese momento necesitaba desesperadamente un refuerzo de confianza, por lo que decidió dirigir toda su ira y agresión hacia su profesora todavía ausente. "¿Cómo va a compensar a una chica que se despertó tarde y tuvo que dejar de secarse el pelo con secador? ¡Mírame!" La chica tiró de su flequillo corto y lo soltó, con Naruto observando con curiosidad cómo se enroscaba hacia atrás cuando ella intentó alisarlo con fuerza. "¡Tengo las puntas abiertas y todo! ¡Me veo horrible!"

"¿Has probado a usar gel para el pelo? He oído que suele ayudar a alisarlo".

—Las chicas no usan gel, Naruto —respondió Sakura rápidamente—. Al menos yo no lo hago. Es aceitoso y desagradable.

"Aun así, no estaría de más intentarlo", Naruto se encogió de hombros, antes de sonreír amablemente a la chica, "Tu cabello es genial de cualquier manera. Me encanta ese look, es tan..." Agitó las manos sobre su cabeza, "Salvaje y genial".

Sakura sonrió cálidamente ante su cumplido e inconscientemente se colocó un flequillo detrás de la oreja. "Gracias..."

—Cuando quieras —dijo Naruto, recostándose contra la barandilla del puente y suspirando—. Vaya... qué fastidio. Ahora sé por qué a Shikamaru le resultan problemáticas muchas cosas...

Sasuke suspiró exhausto ante las bromas entre los dos, sus exclamaciones y el diálogo continuo perturbando el silencio de los alrededores. Miró hacia otro lado cuando vio que los dos se enfrentaban por el problema de su instructor que llegaba tarde y sacudió la cabeza. "¿Por qué todo tiene que ser tan intenso con ellos todas las mañanas?" Era más desconcertante que molesto. "Sus relojes biológicos deben estar acostumbrándose a las horas..."