Capítulo 17.

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Todo el receso, Viviana se la pasó convenciendo a Karina de que invitara a Dante a salir, pero ella no quería.

—¿Cómo lo voy a invitar? No quiere nada conmigo.

—¿Cómo sabes? Dante, a mi parecer, no es de esos chicos aventados.

—No lo haré —dijo decidida.

Cuando el receso acabó, las tres chicas se dirigieron al salón. Una vez allí, siguieron hablando de lo mismo.

—Invítalo, Karina —volvió a insistir Viviana—. ¿Sí o no, Liliana?

—Karina, tú sabes que la peor lucha es la que no se intenta —mencionó la castaña.

—Pero no, ¿y a dónde lo voy a invitar?

—Invítalo al cine... A las cinco... A ver la nueva película, esa que es ¿Sabes quién se enamora?

—No sé... No voy a invitar a Dante a ningún lado.

—¡Hazlo, Karina!

—No.

—¡Hazlo! —Le dio un leve empujoncito.

Mientras ellas hablaban, Sasha, que estaba cerca de ellas, sonrió. Aparentemente estaba oyendo hablar a Yolanda, pero en realidad no se perdió ni un detalle de la conversación de Karina y Viviana. «Esas idiotas ni siquiera saben disimular ni susurrar» pensó.

Karina se dirigió con timidez hacia donde estaba Dante.

—Dante —susurró.

El chico levantó la mirada hacia ella.

—Karina... ¿Qué pasa?

La chica se sentía toda avergonzada y estaba totalmente ruborizada.

—Bueno... ¿Tienes algún plan para esta tarde? —musitó en voz baja.

—Sí, Karina... Lo siento —respondió él, sabiendo que la chica lo quería invitar a salir.

—Oh, bueno, entonces ya no te molesto más...

—No eres molestia —aseguró Dante.

Karina sonrió un poco y fue con sus amigas.

—¿Y? ¿Qué pasó? —Preguntó Viviana.

—Ya tenía planes para hoy —dijo la chica cabizbaja—. ¿Ves? Te dije que no debía invitarlo...

—Oh, no te pongas así, ya será otro día... Y como no vas a ir con él, pues vamos nosotras, ¿qué dicen, chicas?

—Esa película no me llama la atención —aceptó Liliana.

—Oh, no seas así, ya tiene un buen que no salimos, y no querrás dejar a Karina con las ganas de ir al cine, ¿o sí?

—Está bien, vamos a ver esa —aceptó Liliana, ajustándose los lentes.

—Okey, chicas, vamos nosotras —Karina sonrió—. Entonces a las cinco en el cine para ver ¿Sabes quién se enamora?, ¿no?

—Sí —aceptaron las otras dos.

Después de oír eso, Sasha se dirigió hacia Dante. Sabía que su nuevo plan estaba mal, pero de verdad disfrutaba el dolor ajeno, y quería ver la expresión de Karina cuando se enterara de lo que había entre ella y su chico soñado.

—Dante. —Se colocó enfrente de él.

—Sasha, ¿qué pasa? —La miró con atención.

—Cambio de planes, quiero salir contigo, pero hoy no me dan ganas de ir al café, preferiría ir al cine —comentó, colocando su dedo índice en su barbilla.

El suplicio de estar en la escuela ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora