VII

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Taehyung se frotó una vez más el rostro—dejame ir a buscar unas mantas.

Jungkook se incorporó con rapidez—No es necesario, vivo cerca.

—No voy a dejar que salgan solos en la madrugada y con el frío que hace, ¿quieres mi habitación? yo podría tomar el sofá—ofreció arrastrándo un poco las palabras. 

—Teniente-

—No estámos en la estación—reprendió cariñosamente—dejame hacer algo por ti, ¿si? ve a mi habitación, me quedo con Woon, se durmió en una posición incómoda y puede que se caiga—estiró la mano para hacer notar lo que explicaba, el otro omega estaba casi por caer del sillón en donde quedó dormido— Descansemos—agregó rápido al notar que Jungkook iba a protestar nuevamente y desapareció hacia alguna de las estancias antes de que el omega despegara los labios.

Jungkook no supo qué hacer, solo se quedó paralizado como idiota esperando a que el alfa volviera a salir, al volver, el mayor traía consigo unas mantas y almohadas, con el andar tambaleante, el cabello despeinado y las mejillas rojas por el alcohol, no se veía tan imponente como siempre.

—Esa de allá es mi habitación—señaló la estancia contraria a la que había ingresado.

—Y-

—Ve, no va a ser mucho tiempo el que permanezca de pie—mencionó al jalar una palanca y hacer que en efecto, el sofá donde se encontraban se volviera un sitio adecuado para recostarse y cuando el menor notó que el alfa iba a llevar a Woon a ese lugar, Jungkook se acercó a ayudar, temía que el alfa dejara caer a el otro omega que dormía profundamente, también consumió bastante alcohol y le pasó factura.

—¿Y usted donde va a descansar?

—En ese sillón—señaló el sitio en donde había estado Woon.

—Y-

—Oye—Jungkook se cortó al escuchar un tono mucho más ronco en el alfa, que se aproximó más hasta donde estaba—¿te he dicho que tienes los ojos más bonitos que haya visto?

El corazón de Jungkook comenzó a latir a tal velocidad que desapareció el rezago del poco alcohol que ingirió. ¿Estaba coqueteando con él? tan de repente.

Taehyung pareció incorporarse, e ignorar las mejillas rojitas del más joven, siguió hablando como si nada —Ve a mi habitación—acto seguido se tumbó boca abajo en el sillón sin dejar lugar a réplica.

Con un suspiro y desconcierto, Jungkook volvió sus pasos y se dirigió a la estancia previamente señalada por el alfa, cuando abrió la puerta se sorprendió con una cama king y varios muebles lujosos adornando la estancia, sin mencionar el potente aroma a canela y café que la llenaba. No lo iba a negar, sentía alivio de no tener que caminar más y tener una habitación con un colchón cómodo para él solo, se encontraba rendido, se retiró la chaqueta y el jean, se recostó en la mullida cama y concilió el sueño de forma inmediata.

A la mañana siguiente Jungkook se alarmó al sentir la suavidad inusual de los tendidos que acariciaban uno de sus brazos, se enderezó con algo de brusquedad hasta que enfocó la habitación del alfa, la decoración sobria agregándole elegancia, la puerta de ingreso cerrada. Escuchó un murmullo, que indicaría que las otras dos personas que estaban en ese departamento se encontraban despiertas, buscó su teléfono celular para mirar la hora, eran las 11 de la mañana, hizo la cama a toda velocidad, se tomó el atrevimiento de ingresar al baño que había en la habitación y aplicó agua en su rostro para adecentarse un poco antes de dar la cara.

—¡Jungkook!—saludó Woon con entusiasmo desde la barra de la cocina, el alfa por su parte,  parecía bailar entre los sartenes y las ollas.

—Buenos días—saludó de forma tímida.

No te metas con TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora