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—¡El efecto Kim Taehyung al fin te ha alcanzado!—era el ¿jovial? saludo del teniente Min al momento de ingresar a la estación y observar como Jungkook pulía con esmero las herramientas del camión 25, y a diferencia de turnos anteriores, no encontraba en el bonito omega la expresión de fastidio habitual.

Jungkook levantó el rostro de su tarea, se encontraba sumergido con sus audífonos, la banda del momento, BTS, amenizaba la labor de limpieza en el trabajo, eso sí a un tono bajo, porque debía permanecer alerta—Buenos días, ¿a qué se refiere teniente Min?—preguntó sin dejar de pulir la superficie.

Un intento de sonrisa se dibujó en el rostro del alfa—me encanta tu estado de ánimo el día de hoy novato—sin explicar mayor cosa, el teniente siguió de largo hasta la zona de oficinas en la estación.

Un par de minutos después Jimin llegó a la zona del estacionamiento con una expresión seria, se dirigía a la ambulancia hasta que vio a Jungkook y se aproximó a donde el menor se encontraba—¿Llevas limpiando tres horas, qué hiciste?—preguntó con genuina preocupación, eso le podía entumecer los dedos al joven.

Jungkook sonrió y Jimin se aterró todavía más—Cuestioné otra vez la cadena de mando—contestó el omega algo avergonzado. Taehyung recién llegó a ese turno, le explicó cuál sería la consecuencia por sublevarse en el turno anterior, que no hubiera realizado un reporte no implicaba que no existiera una consecuencia, a Jungkook le pareció un "trato" justo. Taehyung le pidió que puliera cada herramienta del camión 25, incluidas las que estaban en reserva, y Kook concluyó no había forma de objetarle algo. 

—Oh, ¿por el tema del hombre que falleció?—Jungkook apenas pudo asentir con la tristeza decorando su rostro—entiendo, fue impactante para todos—empatizo.

—¿Qué es el efecto Kim Taehyung?—preguntó de repente, la duda todavía taladraba la cabeza del novato.

—Que cumples un castigo con una sonrisa en el rostro—intervino Hoseok, que llegaba con algo de carne que se había agotado en la despensa—ese hijo de perra, hace imposible que lo odies a gusto—agregó—bueno, me gustaría charlar, pero esta carne necesita refrigeración—El alfa pasó al lado de sus compañeros y entró en el edificio.

Jungkook reflexionó las palabras del mayor y encontró todo el sentido, en efecto no podía maldecir a su teniente tan gusto como en turnos anteriores, de hecho hasta encontraba piadoso que solo lo colocara a pulir herramientas y no lo reportara, ¡el tipo era un maldito genio!

Jimin hizo brotar una risa ante la cara llena de sorpresa en el rostro del menor y este lo miró—en efecto, es algo que suele ocurrir a menudo, muchos dicen que es por el "aura"—y el beta movió las manos a los lados al tiempo que sus dedos, para asemejar algo que le rodeaba, el tono que empleó para la última palabra fue en definitiva de burla—del teniente, que su ser encantador te envuelve y te hechiza—Jimi bufó—son unos imbéciles, lo cierto es que Tae—y el cariño fue patente en la familiaridad con la que lo llamó—es una persona con un gran corazón, es muy difícil no desarrollar cariño por él.

Jungkook aún tenía sus reservas, por lo que entrecerró los ojos y se alejó un poco para poner de siento su incredulidad, es decir, veía en el alfa una buena persona, pero ¿gran corazón? eso era exagerar—pues tanto como grande...

El mayor le dedicó una mirada sagaz y burlesca—ya te atrapó el efecto Kim Taehyung— se burló y sin más se dirigió otra vez a la ambulancia.

El omega reflexionó unos breves instantes, todavía no descartaba su teoría de los gemelos malvados del todo, por lo que no debía bajar la guardia, estaría atento a los movimientos de su teniente.

[...]

El turno siguiente anunciaba el inicio del otoño, por lo que el clima se estaba enfriando con rapidez, y por eso, el acontecimiento de esa mañana adquirió más relevancia para el joven omega que se dirigía a su trabajo faltando 10 minutos para las seis de la mañana, llevaba un paso tranquilo, siempre era de los primeros en llegar, desde una caja de cartón apostada a un lado del camino escuchó un ligero llanto, y Jungkook se detuvo para observar loq ue se encontraba en el interior, no pudo creerlo cuando movió la pestaña de la caja, un bebé, con los ojos cerrados y los puños apretados en estrés, lloraba a unos 10 metros de la entrada de la estación, el omega revisó a todos lados, pero no había nadie, tocó al bebé y por la temperatura de su piel, podría establecerse que llevaba al menos media hora en el sitio, con un insulso cobertor que no lo protegía del clima que hacía, tomó la caja y a toda velocidad entró en la estación.

No te metas con TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora