cap 4

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Habían pasado unas semanas después del encuentro con Tsunade que tuvo Jiraiya en el hospital. Y aproximadamente 5 semanas desde el "intento fallido" de Jiraiya de satisfacer a su compañera.

La verdad, se culpaba a si mismo por la situación. Que extraño no? Tsunade hace lo mismo consigo misma. En fin, las cosas que Tsunade dijo aquel día influyeron demasiado en él. Se replanteo muchas cosas, no solo cosas que hacia sin siquiera darse cuenta, cosas que hacia hace años sin querer lastimar a los demás, y no darse cuenta cuando las lastimaba.

Además, después de conocer a Lidia. Sus palabras y pensamientos contribuían por completo en las decisiones y razonamientos de Jiraiya. Como ella había dicho hace unas cuantas semanas, a veces está bien salirse de su zona de confort. Y él reflexiono muchísimo en esos días. Tal vez, dando un ejemplo, su zona de confort era Tsunade. La mujer que siempre había querido pasar el tiempo a su lado. Y después estaba Lidia, totalmente fuera de su zona. La única conexión que compartía con Tsunade era su cabellera amarilla y tal vez su edad. Pues Lidia no tiene realmente 54, tiene 47.

Lidia era todo lo contrario a lo que Jiraiya se refería cuando decía "la mujer perfecta". Es decir, cuando Jiraiya decía algo así, la gran mayoría de veces pensaba en Tsunade. Una mujer con buen físico, inteligente, tal vez un poquito mala a veces, en fin, perfecta en sus ojos. En cambio, Lidia era todo lo contrario a Tsunade.

Tsunade siempre fue de los que estaban "a la moda" siempre fue popular en la escuela secundaria y siempre fue muy sociable. Cuándo algo estaba de moda, Tsunade ya lo había comprado. Tsunade debe ser toda una princesita" comentó Lidia al escuchar cómo era la amiga de su nuevo "amigo".

En cambio Lidia era todo lo contrario. Era una mujer rebelde, en contra de la sociedad. Si a la sociedad no le gustaba aquel vestido, Lidia lo compraría y lo usaría una semana seguida. Si a la sociedad no le gustaba ese modo de gesticular o pensar, Lidia pensaría de esa manera y gesticularía de esa manera. Incluso le confesó a Jiraiya que a veces lo hace a propósito, si la sociedad dice blanco, ella dirá negro.

A Jiraiya le parecía totalmente interesante la mujer. Después de haber tenido sexo hace unas semana, comenzaron a hablarse y tomaron confianza demasiado rápido. El sannin supone que tomaron tanta confianza así de rápido porque ya habían tenido sexo, que otra cosa vergonzosa podían saber? Es decir, ellos no son los más egemonicos que digamos. Además, tener sexo con una persona siempre es significativo, quieran o no las personas.

Así que comenzaron a hablar todos los días, contándose su día, como les fue, que piensan hacer el día siguiente, etc. Incluso Jiraiya la había invitado a tomar repetidas veces los sábados. Por supuesto que, además de convertirse en amigos, seguían teniendo sexo el uno con el otro.
Y eso generaba cada vez más confianza entre ellos pues eran algo así como, amantes.

Algo que le llamaba mucho la atención a Jiraiya, es que Lidia solía comenzar a reír luego de cojer, lo peor es que se le contagiaba la risa a él y los dos reían como estúpidos.

Jiraiya sentía que salía de a poco y con precaución de su zona de confort. Últimamente ni siquiera pasaba por la torre a saludar, solo iba por informes o trabajo. Lo que por alguna razón también le provocaba culpa, pero.. de qué podría tener culpa él? Cometió un error, Tsuande lo golpeó y gritó que la dejara en paz, que no quería volver a verlo nunca. Qué podría hacer al respecto? Solo tendría que esperar a qué el vínculo con Tsunade vuelva a la normalidad con el tiempo, pues "el tiempo todo lo acomoda" como dice Lidia" pensó con una sonrisa mientras veía sus tetas rebotar.

- ah~ ah~- gemía ella desesperada.

Jiraiya golpeaba con firmeza sus cuerpos introduciéndose y saliendo frenéticamente sin detenerse.

La novia de Jiraiya (mejor escrita)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora