capitulo 3

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Rhea se encontraba en el banquillo, mirando aburridamente a Yuta entrenar junto con los otros jugadores. El sol se reflejaba en su cabello, y el sonido de las pelotas golpeando los guantes resonaba en el aire caliente de la tarde.

—"A veces es muy aburrido tener que estar aquí mirando cómo entrenan" —pensó Rhea, suspirando.

Rhea agarró su celular, intentando distraerse, cuando pensó en Kenji y se sonrojó ligeramente. Sus pensamientos eran un torbellino de emociones encontradas.

—"Ahora que lo pienso... no lo he visto. ¿Dónde estará? Ah, no. Yuta me dijo que no hablara con él. Es mejor si no lo veo" —intentó ponerse seria, pero no pudo.

Guardó su celular y se levantó, mirando a Yuta, quien estaba concentrado en su entrenamiento.

—"No debería molestarle. Volveré rápido" —dijo para sí misma.

Salió del lugar y quedó en los pasillos frescos y ligeramente oscuros del estadio.

—"¿Dónde estarán los baños?" —murmuró, mirando a ambos lados y sintiendo una leve brisa que le despeinaba el cabello.

Después de unos minutos de análisis, decidió irse por la derecha. Dobló en una esquina y chocó con algo fuerte.

—"¡Ay!" —exclamó, retrocediendo un poco mientras sentía el impacto en su cabeza.

Alguien la atrapó antes de caer. Levantó la mirada y era Kenji. Sus ojos de color plateado la miraban con preocupación.

—"Cuidado, jeje, te puedes caer" —dijo Kenji con una sonrisa amable, sus manos aún sosteniéndola con firmeza.

Rhea se sonrojó un poco al verlo tan cerca.

—"Ah... señor Sato, buenos días" —respondió, todavía sonrojada y sintiendo su corazón latir más rápido.

Kenji tenía una expresión despreocupada, pero sus ojos revelaban una historia diferente.

—"Ah, sí. Buenos días, Rhea" —dijo él.

Rhea se movió un poco hacia atrás para que Kenji la soltara.

—"Lo siento, pensé que te caerías" —dijo Kenji, soltándola y mirándola de arriba hacia abajo con una mirada que mezclaba curiosidad y nostalgia.

Rhea notó esto y aclaró la garganta para llamar su atención.

—"No se preocupe, todo está bien. Yo... debería irme por... aquí" —dijo, intentando irse por un lado, pero Kenji la detuvo con suavidad.

—"Espera, yo... quería disculparme por lo de ayer. Tal vez te asusté. Te confundí con una amiga de la infancia" —dijo Kenji, llevándose una mano al pelo, visiblemente nervioso.

Rhea se sorprendió al ver su cambio de actitud tan repentino y soltó una risa.

—"Jeje. De acuerdo..." —sonrió mientras miraba a Kenji. Él también sonrió, aliviado.

—"Sí, eh... bueno, ya sabes, fue mucha coincidencia que se llamen igual. También se llamaba Rhea" —dijo él, nervioso.

Rhea volvió a reírse, sintiendo un extraño confort en su presencia.

—"Jaja, está bien. No se preocupe, le creo" —respondió ella.

Kenji se relajó al escuchar su risa y al verla un poco menos tensa. Tenía un rostro de nostalgia.

—"Sí, sabes, yo..."

Fue interrumpido.

—"Disculpe, pero debo irme. Hasta otro momento" —dijo Rhea, haciendo una pequeña reverencia y se fue, dejando solo a Kenji.

Destinos Cruzados (Kenji Sato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora