capitulo 2

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Kenji y Yuta se miraban fijamente, la tensión entre ellos era palpable. El bullicio en la sala parecía haberse desvanecido, dejando solo el eco de sus respiraciones contenidas.

—"¿Y tú eres...? Bueno, no importa. Rhea es una amiga de la infancia, solo quiero hablar con ella"—dijo Kenji, su voz teñida de una nostalgia cargada de amargura, extendiendo la mano hacia Rhea.

Yuta interceptó el movimiento, apartando la mano de Kenji con brusquedad. Sus ojos lanzaban dagas mientras hablaba.

—"Ella dice que no te conoce, déjala en paz"—dijo con una voz gélida.

Rhea, atrapada entre ambos, trató de calmar la situación. Su mirada suplicante se movía de uno a otro.

—"Oye, basta ya. Vámonos, por favor"—dijo, con una mezcla de desesperación y urgencia.

Kenji esbozó una sonrisa irónica, una mueca que no llegaba a sus ojos.

—"Deberías escuchar a tu novia. Solo quiero hablar con ella, no te la voy a robar."

Yuta se mantuvo firme, su postura protectora y desafiante.

—"Ella dice que no te conoce, déjala en paz."

Kenji sonrió burlonamente, una chispa de desafío en sus ojos.

—"Pues no le creo"—dijo, tomando la mano de Rhea y atrayéndola hacia él. Ella quedó atrapada en sus brazos, sonrojada, mientras los flashes de las cámaras de los periodistas capturaban cada momento.

—"Oye, suéltame, por favor" —suplicó Rhea, luchando por liberarse. Sus ojos reflejaban pánico y confusión.

Kenji la miró intensamente, sus ojos buscando respuestas en los de ella.

—"¿Realmente no me reconoces?"

—"¡Ya te dije, viejo loco, que no te conozco!"—exclamó Rhea, su voz temblando de frustración y miedo.

Kenji se rió suavemente, una risa llena de tristeza.

—"¿Viejo loco? Extrañaba ese apodo..."

Rhea intentó soltarse, pero sus miradas se cruzaron y ella se quedó quieta, paralizada por un torrente de recuerdos. En ese momento, Yuta empujó a Kenji, haciendo que la soltara.

—"Oye, ¿qué te pasa? Te dije que la sueltes"— Dijo Yuta molesto

Kenji se volvió hacia él, sus ojos brillando con una furia contenida.

—"Oh, amigo, no debiste hacer eso."

Ambos alzaron sus puños, listos para golpearse.

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En la casa de Yuta, Rhea estaba limpiando sus heridas, visiblemente enfadada.

—"Oye, ¡me lastimas!"—se quejó Yuta, tratando de alejar la mano de Rhea.

Rhea presionó más fuerte la herida.

—"Agradece que ya estás lastimado. Si no fuera por eso, te mataría yo misma. ¿Te parece divertido poner en riesgo años de esfuerzo por una estúpida escena de celos?"

Yuta le quitó el algodón de la mano, su expresión suavizándose ligeramente.

—"Está bien, me equivoqué. Pero esa no es excusa para lastimarme así. Además, ese tipo no dejaba de agarrarte. Te preocupas demasiado, Rhea. Esto no arruinará mi carrera"—dijo, acomodándose en el sillón con un suspiro.

Rhea bufó, frustrada, su enojo burbujeando bajo la superficie.

—"¿Eso es todo lo que tienes que decir? ¿Y qué hay de mí? Mira esto" —dijo, mostrándole su celular a Yuta con una noticia.

Destinos Cruzados (Kenji Sato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora