Capitulo 4 (última tarde de otoño)

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La noticia de que Haejin tenía novia cayó sobre mí como un balde de agua helada. Durante días, me sumergí en mi mente y fui un tornado de emociones. Me sentía confundida, dolida y, sobre todo, engañada por mis propios sentimientos. ¿Cómo podía haberme sentido tan cerca de él cuando él ya estaba comprometido con alguien más? O bueno enamorado de alguien más.

Decidí mantener distancia. Evité responder sus mensajes y me sumergí en mi rutina diaria, tratando de desviar mi atención hacia otras cosas. Sin embargo, cada noche, antes de dormir, su rostro y sus palabras seguían en mi mente. A pesar de mis esfuerzos por olvidarlo, Haejin se había convertido en una presencia constante en mis pensamientos.

Una tarde, mientras estaba trabajando en la heladería, recibí una llamada y atendí sin mirar de quien se trataba.

-¿Hola? dije, preguntándome quién podría ser.

-Hola, soy Haejin. -su voz fue suficiente para que mi corazón se sobresaltara.

Me quedé en silencio por un momento, sin saber qué decir. Finalmente, reuní el coraje suficiente para responder.

-¿Qué necesitas, Haejin? Pregunté, intentando mantener mi voz firme a pesar de la tormenta de emociones que me invadía.

-Quería saber cómo has estado en estos días. Esa voz suave y sincera.

Me quedé en silencio, pero tenía que saber, así respire Ondo y volví a responder

-Estoy bien, gracias por preguntar.

-Me alegro ... Y también llamaba para invitarte a tomar un café.

-No crees que es mejor que no nos vean juntos y menos tomando un café... Lo digo por tu novia, no quiero tener problema con eso. Trate de hablar lo más pacífica posible pero al terminar de hablar pude escuchar como el de el otro lado no paraba de reírse.

-De que novia me hablas, yo no tengo novia ... Al menos no ahora.

-Aah... Yo pensé.

-No tranquila de seguro es por la foto con mi tía, ella es casi de mi edad y muchas personas pensaron que era mi novia.

-Lo siento, no tenía idea de que era tu tía. No sabía de qué foto hablaba pero estaba segura de que era la que mi amiga había visto, ya que ella fue la que me dijo que él tenía novia, me sentía muy avergonzada.

-Bien entonces si aceptas mi invitación.

-Claro que si. Me sentía tan feliz.

-Bien entonces dime luego el horario que puedes, debo hacer algo para mí hermanita ahora.

-Esta bien, hablamos luego.

Me sentí tan aliviada y aún un poco avergonzada, todo este tiempo dudé y lo ignoré en vano. Continué trabajando en la heladería, tratando de enfocarme en mis responsabilidades y mantener mi mente ocupada, creo que ese día recibí a los clientes con una sonrisa toda la tarde

***

Pasaron semanas desde mi última conversación con Haejin ya que él estuvo muy ocupado con sus estudios. Era la última tarde de otoño, podía sentir en el aire como de a poco llegaba el invierno  mientras caminaba para regresar a mi casa después de estudiar en la biblioteca, mientras daba paso tras paso, me llegó un mensaje.

"¿Te gustaría tomar un café conmigo?"

Miré la pantalla de mi teléfono, y me puse muy contenta, eran mensajes de Haejin.

Lo siento por contactarte así, pero... realmente quiero verte.

Después de pensarlo por un momento, decidí contestar, por suerte no podía verme toda emocionada

"Está bien. Nos vemos en una hora en el café de siempre."

***

El café estaba tranquilo cuando llegué. Elegí una mesa en una esquina, desde donde podía observar la puerta. Miré mi reloj y noté que faltaban solo unos minutos para la hora acordada. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras esperaba.

Finalmente, lo vi entrar por la puerta. Haejin se veía igual de guapo como siempre, con su sonrisa cautivadora y sus ojos cálidos. Se acercó a mi mesa con paso decidido y se sentó frente a mí.

-Hola. -dijo suavemente, como si no hubiera pasado tanto tiempo desde nuestra última conversación.

-Hola, Haejin. -respondí, sintiéndome muy nerviosa y ansiosa

Durante unos solo nos miramos con una sonrisa, hasta que él rompió el silencio.

-Como has estado, has estado estudiando mucho.

-Si, acabo de salir de la biblioteca y tú cómo van tus estudios.

-Bien, ya terminé ese difícil examen... Lamento no haberte hablado en todo ese tiempo.

-Esta bien, no tienes que disculparte. Sonreí y cuando llegó el mozo ordenamos ambos el mismo café.

La tarde fue muy hermosa pero de un momento a otro comenzó a llover y ya era hora de volver a mi casa, ninguno de los dos tenía un paraguas así que decidimos caminar bajo la lluvia y el me acompañó hasta mi casa.

Al llegar ví que no había llegado mi hermana aún y le dije que se quedara adentro hasta que la lluvia parará, el aceptó, fue a buscar un toalla y se traje para que se secara un poco, el la tomó y me miró fijamente.

-Minji hay algo que quiero deci-

Fue interrumpido por la puerta y mi hermana se sorprendió mucho al vernos.

-Oh, ya estás aquí y con compañía... Porque están todo mojados salieron a jugar en la lluvia. Dejó su bolso y su zapato en la estrada

-Buenas tardes, soy Haejin amigo de Minji. Dijo con una sonrisa mientras se secaba el cabello con la toalla.

-Recién llegué, no recuerdo llevar el paraguas.

-Mmm... Bien entonces los dejo debo ir a cambiarme.

-Okey... Haejin ibas a decirme algo. Dije mirándolo con curiosidad.

-No no... Ya se me olvidó. Sonrió y dejó su toalla a un lado para tomar la que había traído para mí y seco con ella las gotas de mi rostro. Ante eso me puse roja como un tomate, él lo noto y sonrió.

-Tienes frío, estás mojado y puedes enfermarte. Dije para cambiar de tema y disimular que mi corazón se me estaba por salir del cuerpo.

-Estoy bien... Creo que ya debo irme a mi casa, ya paró de llover.

-Esta bien, te acompaño a la puerta. Caminamos hacia la puerta y él antes de irse me dió un abrazo, lo sentí tan cálido a pesar de que los dos estábamos mojados y fríos. Nos quedamos en el abrazo por varios segundos, no lo quería soltar, pero debía disimular. Él se marchó y yo cerré la puerta triste, ya que se había terminado mi hermosa tarde junto a él.

Después de unos minutos subí a ducharme, al salir me cambié y bajé para ver a mi hermana esperándome ansiosa por saberlo todo.

-Y... Que tal tu tarde. No sabía qué responder solo sonreía.

-Estuvo bien.

-Bien, por tu cara fue una tarde maravillosa. Dijo sirviéndose té.

-Sii, lo fue.

-Mi hermana está enamorada. Comenzó a reír

-Supongo que sí.

Sonreí y ambas nos fuimos al sofá a mirar una película para seguir conversando, hasta que nos dió sueño a ambas y nos fuimos a dormir.

Esa noche tuve un sueño muy lindo, en el que yo era una niña y jugaba en un parque, delante de ese lugar había una casa en la que vivía un niño que observaba a los niños jugar. Más que un sueño lo viví como un recuerdo porque eso era, era un recuerdo de cuando era niña, pero ese niño, nunca más lo volví a ver.

⭐Ame Ser Tu Sombra⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora