Capitulo 10 (Adiós Abuelo)

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La cena con Haejin fue tranquila, pero la conversación de la noche anterior estaba en el aire, siempre presente. Nos sentamos en un pequeño restaurante que él eligió, que tenía un ambiente acogedor y un menú variado. La comida estaba deliciosa, pero lo que más disfruté fue la conversación sincera que compartimos.

Mientras compartimos un plato de pasta, Haejin comenzó a hablar con un tono melancólico.

-Minji, quiero contarte algo más sobre mí. Haejin me miró con seriedad, haciendo una pausa en su comida.

-Claro, dime. Le respondí, notando la intensidad en su mirada.

-Recuerdo un momento de mi vida que cambió mi forma de ver las cosas. Fue cuando tenía unos diez años, y mi familia pasó por una situación difícil que nunca olvidaré.

En ese instante, la conversación se desvió hacia un flashback que Haejin comenzó a narrar:

**Flashback**

Era un cálido verano en la ciudad de Busan, donde la vida parecía transcurrir con una serenidad propia del lugar. Haejin era un niño de diez años, lleno de energía y sueños. Su familia vivía en una casa modesta pero acogedora, y él solía pasar sus días explorando el vecindario y jugando con sus amigos.

Un día, mientras jugaba en el parque cercano a su casa, recibió una llamada de su madre. La voz de ella, inusualmente grave, le pidió que regresara a casa de inmediato. Haejin, preocupado, corrió hacia su hogar. Al llegar, encontró a sus padres en una conversación seria en la sala de estar.

-Haejin, siéntate, por favor. Dijo su padre con un tono que Haejin nunca antes había escuchado.

-¿Qué pasa?. Preguntó Haejin

Su madre, con lágrimas en los ojos, le explicó que su abuelo había enfermado gravemente y que los médicos no daban muchas esperanzas. La noticia fue un duro golpe para Haejin, él adoraba y amaba a su abuelo, no podía entender por qué el mundo de repente parecía desmoronarse.

Durante las siguientes semanas, la familia se dedicó a cuidar a su abuelo, viajando constantemente al hospital. Haejin pasaba el tiempo entre estudiar, ayudar en la casa y tratar de entender la magnitud de la situación. Ver a su abuelo luchar y luego perder la batalla fue una experiencia muy dolorosa para el

**Fin del Flashback**

-Recuerdo ese tiempo con mucha claridad. dijo Haejin, sus ojos brillando con una mezcla de tristeza y fortaleza. -Me enseñó a apreciar cada momento y a valorar a mi familia más que nunca... Fue una lección dolorosa, pero me hizo darme cuenta de muchas cosas a tan temprana edad... Lo más triste fue que había olvidado su voz y ahora lo único que me quedaban eran maravillosos recuerdos sin sonido.

Haejin se quedó en silencio por un momento, su mirada perdida en el recuerdo. Yo, conmovida por su relato, tomé su mano.

-Siento mucho que hayas tenido que pasar por eso, Haejin.

-Gracias, Minji. Apretó suavemente mi mano. -Quería compartir esto contigo para que lograrás entender porqué debo irme.

La conversación volvió a ser ligera después de esa confesión, pero había un nuevo nivel de conexión entre nosotros. La noche avanzó y nos dirigimos a un pequeño mirador cerca del restaurante. Mientras contemplamos las luces de la ciudad, Haejin volvió a romper el silencio.

-Minji, a pesar de todo lo que ha pasado, me siento muy afortunado de tenerte a mi lado. Gracias por estar aquí conmigo.

-Y yo me siento afortunada de tenerte a ti. Le respondí, apoyando mi cabeza en su hombro mientras mirábamos la ciudad.

La noche fue una mezcla de dulzura y reflexión, ambos sabíamos que lo que había comenzado con un amé ser tu sombra iba a convertirse en algo más especial.

Haejin me acompañó hasta la puerta y me dio un último abrazo, uno que llevaba consigo todo el cariño y el consuelo que habíamos compartido esa noche.

-Gracias por esta noche, Minji. Dijo Haejin, su voz suave y sincera.  -Realmente significó mucho para mí, además de que te viste deslumbrante toda la noche.

-El placer fue mío, Haejin. Le respondí. -Estoy aquí para ti, siempre.

Nos despedimos con una última sonrisa y un suave beso en la mejilla, y luego entré en casa, sintiendo una mezcla de calidez y melancolía. Mi madre y mi hermana estaban sentadas en la sala, esperando para escuchar cómo había ido la cena.

-¿Cómo estuvo todo? .Me pregunto mi mamá.

-Fue una noche muy especial. Dije, tratando de transmitir la profundidad de los momentos que compartí con Haejin.  -Hablamos mucho y aprendí más sobre él, fue importante para los dos.

Mi madre asintió, entendiendo que a veces las palabras no podían captar toda la experiencia. Mi hermana, con su característica curiosidad, hizo algunas preguntas más, y pronto la conversación se desvió. Sin embargo, no podía quitarme de la cabeza la conexión profunda que había establecido con Haejin.

Esa noche, mientras me preparaba para dormir no podía dejar de pensar y recordar ese beso, si seguía así iba a terminar soñando con eso.

Antes de dormir, decidí enviarle un mensaje a Haejin:

-Espero que hayas llegado bien a casa. Gracias por todo esta noche. Buenas noches.

Poco después, recibí su respuesta:

-Llegué bien, gracias. Me alegra mucho haber pasado este tiempo contigo, mañana quiero invitarte nuevamente a algún lugar. Buenas noches, Minji.

Me dormí con una sonrisa en el rostro, sintiendo que, había encontrado en Haejin un compañero sincero y valioso. Pero a la vez sentí un poco de curiosidad por saber a dónde me llevaría Haejin está vez.

⭐Ame Ser Tu Sombra⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora