⭐Ame Ser Tu Sombra⭐

Capitulo 7 ( Beso en la mejilla)

Después de aquel emotivo encuentro con mi madre y mi hermana, las semanas siguientes fueron un torbellino de emociones y ajustes. Reavivar nuestra relación familiar era un proceso delicado y profundo, pero estamos comprometidas a construir un futuro juntas. Mamá, cuyo nombre, recordé, era Jiyeon, se instaló en un pequeño apartamento cerca de donde vivíamos. Todos los días parecían estar llenos de conversaciones largas y reflexivas, mientras compartimos nuestras historias perdidas y tratábamos de entender cómo habíamos llegado a ese punto en nuestras vidas.

Soyung, a pesar de su inicial resistencia y escepticismo, comenzó a abrirse lentamente a Jiyeon. Había momentos de tensión y lágrimas, pero también hubo risas y recuerdos compartidos que nos recordaron por qué, a pesar de todo, todavía éramos una familia. Para mí, ver a mi madre y a mi hermana reconectarse de esa manera fue tan sanador como sorprendente.

En medio de todo esto, Haejin no estaba ausente de mis pensamientos. Las letras de sus canciones resonaban en mi cabeza, cada verso parecía tener un significado más profundo ahora que había experimentado tantos cambios en mi vida personal. Aunque nos habíamos distanciado un poco después del festival, seguíamos siendo amigos cercanos. Nos enviábamos mensajes de texto regularmente y a veces nos encontrábamos en la escuela para practicar música juntos.

Una tarde, después de la escuela, nos reunimos en la pequeña sala de música que solíamos usar. Haejin estaba jugando con la batería cuando entré, y su sonrisa brilló cuando me vio.

-Minji, ¿cómo has estado? . Preguntó, con su habitual calidez.

-He estado bien. Respondí, sintiéndome un poco nerviosa. Él asintió con comprensión.

-Sí, he escuchado sobre tu mamá, debe haber sido un gran cambio para ti.

-Definitivamente lo ha sido, pero estamos trabajando en ello.

Haejin dejó la batería y se sentó a mi lado en el banco que tenían allí.

-Si alguna vez necesitas hablar o algo así, estoy aquí para ti, ¿de acuerdo?.

Asentí con gratitud. Era reconfortante saber que tenía a alguien como Haejin en quien podía confiar y hablar sobre todo lo que estaba sucediendo en mi vida. La cercanía entre nosotros era palpable, y en ese momento, me di cuenta de lo mucho que significaba para mí su amistad.

-De hecho, hay algo en lo que he estado pensando. dije, jugando con el borde de mi mochila.

-¿Qué es? preguntó con curiosidad.

-Las canciones de tu banda... las letras son tan poderosas. Me han hecho reflexionar mucho.

-Y lograste descifrar a qué se referían.

-No mucho.

Haejin sonrió.

-Sigue pensando... pero me alegra que te gusten. Para mí, la música es una forma de expresar lo que siento, las cosas que no puedo decir fácilmente con las palabras.

-A veces siento que hay historias más grandes detrás de ellas.

Haejin parecía considerar mis palabras por un momento antes de responder.

-Supongo que cada canción tiene su propia historia detrás... Algunas son personales, otras son simplemente ideas que flotan en mi cabeza y otras son cosas que no olvido y jamás olvidaré.

-¿Y la canción que cantaste en el festival?.  pregunté, recordando un poco la letra. Él se tomó un momento antes de hablar.

-Esa canción... Bueno ya vas a saber algún día lo que quiere decir.

-Ash... Porque actúas con tanto misterio. Hice un ligero puchero y él comenzó a reír.

En ese momento recordé que mamá quería saber quién era el chico que no salía de mi mente.

-Haejin, ¿te gustaría venir a cenar a casa mañana? pregunté impulsivamente, sorprendiéndome a mí misma. Él levantó las cejas, sorprendido.

-¿En serio? Claro, me encantaría

Sonreí con alivio, contenta de que hubiera aceptado. Genial. Mañana a las siete, ¿te parece bien?

-Perfecto. respondió con una sonrisa.

El resto de la tarde pasó rápido entre risas y música. Haejin y yo improvisamos algunas canciones juntos, dejando que la melodía y las armonías llenaran el espacio entre nosotros. Era como si la música hubiera encontrado su camino no solo en nuestras vidas individuales, sino también en nuestra amistad creciente.

Esa noche, cuando finalmente me recosté en la cama, sentí una sensación de calma que había estado ausente durante mucho tiempo. Mi familia se estaba reconstruyendo, mi amistad con Haejin se fortalecía y, por primera vez en mucho tiempo, sentí que algo muy bonito saldría de esa cena.

Al día siguiente, Jiyeon, Soyung, Haejin y yo nos sentamos alrededor de la mesa para cenar juntos. Había risas, historias compartidas y una sensación de hernosa en el aire. Mientras miraba a mi madre y a mi hermana intercambiar sonrisas cómplices, supe que, pase lo que pase, habíamos encontrado una nueva forma de ser familia, una que estaba llena de perdón, de amor renovado y la presencia armoniosa de Haejin en la masa riendose de las locuras de mi hermana.

Y mientras Haejin y yo compartimos miradas significativas a lo largo de la cena, supe que la música seguiría siendo un hilo conductor en nuestras vidas, uniéndonos en formas que ni siquiera podíamos imaginar.

Al acabar de cenar, me mandaron a lavar los platos, Haejin quiso ser caballeroso y ayudarme, acepté y terminamos ambos solos en la cocina lavando aquellos platos. Sin más yo le salpiqué agua jugando y él pasó espuma en mi nariz. Pero el momento más lindo de la noche fue aquel en el que me incorporé un poco más cerca de él para dejar unos cubiertos y en un fugaz momento dejo un beso en mi mejilla. Me tomó segundos quedar roja y no sabía que hacer, solo dejé los cubiertos y le sonreí.

Terminamos de lavar los platos y regresamos al patio donde estaba mi hermana hablándole a mi mamá de un romance suyo.

La noche se volvió un poquito vacía cuando Haejin se despidió y se marchó a su casa, al igual que Soyung y Jiyeon, pero ellas solo se marcharon a su habitaciones pero a dormir. Esa noche no pude dormir, estaba tan emocionada por lo que había pasado, sentir sus labios sobre mi mejilla fue tan electrizante que no saldría de mi cabeza por un largo tiempo.