Ella es Kyara

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Quizás no se adecuaba a la norma, desde que nació no lo hizo pues su cosmos no estaba solo, quizás por eso se encontraba escapando de unos caballeros a los cuales les jugó una broma muy pesada.

Ya no traía su máscara pues le estorbaba, no entendía como los caballeros femeninos podían llevarla a toda hora, no entendía a Shizu.

-Niña vuelve aquí y enfréntate al castigo !

-Nah ! Ustedes se enojan por pequeñeces !

Ella se reía mientras salataba por los árboles, hasta que un rayo la hizo caer y darse cuenta de la armadura dorada que vestía su papá, estaban frente a ella.

-Seiya de Sagitario - Dijeron a viva voz y como un concierto todos al tiempo se inclinaron -

-P-Papá - Habló poniéndose de pie y sobándose su cabeza, su cabello era corto, casi podían confundirla con un niño.

-Que fue lo que sucedió ? - Pregunto, con esa cara gentil de alguien que había escapado de las manos de la muerte gracias a una espada.

Sus oídos escucharon atentos el problema, respiro y pidió perdón, y prometió que Kyara no volvería a molestarlos, para así tomar a su hija en brazos y dirigirse hacia los doce templos.

-Que sea la última vez que escucho que hiciste alguna travesura Kyara...

-Pero se lo merecían !

-Porque se lo merecían ? - Él se rió un poco -

-Porque no quisieron pelear con los demás niños ! Dijeron que éramos tan débiles que no duraríamos ni un segundo !

-Pues estaban en lo correcto, llevas solo 2 años entrenando, tienes 7 años y tu cuerpo no es que esté tan desarrollado querida, además ellos son santos de plata con un conocimiento más amplio, aunque se te a instruido en el cosmos, tu edad y desarrollo mental no lo procesa igual que alguien de tu mayor edad..No apresures las cosas

Hizo una mueca, típica de una pequeña y se apretó contra el pecho de su padre, lo que hizo que este solo se riera.

El santuario, lugar que la había visto crecer hasta ahora, que había sido reconstruido después de la última guerra santa, brillaba más que nunca, no físicamente, pero el sentimiento de estar ahí había cambiado después de haber destruido al espíritu que poseía a Saga y había generado una tiranía durante 13 años, donde no muchos lograron sobrevivir más allá de los entrenamientos, dichas muertes solo habían llenado de oscuridad el santuario, oscuridad que su madre estaba encargada de limpiar, pues ahora que lo dirigiría hasta que el cosmos de Athena la llamará a morir para luego renacer en 200 años, y a quien tenía enfrente sonriéndole.

-Kyara, ¿otra vez causando problemas ?

-Igual que Seiya cuando era un niño.-Recordaba aquella pelirroja enmascarada que lo había entrenado-

-Marín no exageres !

Kyara solo podía reírse mientras su madre le tomaba la mano y en la otra sostenía su báculo, a Nike, con quien Kyara recordaba haber podido hablar una vez.

-En cualquier caso, señorita Athena me retiro - Dirigió su palabra a su diosa e hizo una reverencia con su casco en la mano para después ver a Kyara - Te espero a primera hora en el coliseo Kyara, y si llegas tarde ya sabes cuánto te pongo a correr - Sin más se dio la vuelta, se puso su casco y salió del templo mientras los guardias la reverenciaban -

-Si Maestra !

Cuando estaba en su habitación vió aquel cielo despejado y sonrió, le gustaba ver las constelaciones y el como rotaban según las estaciones, en su inocencia había pensado quizás en escabullirse y llegar a star hill, donde podría estar aún más cerca de aquel cielo despejado, pero había una constelación que le llamaba aún más su atención y llenaba sus ojos de un brillo inmenso, y era pegaso, aquel caballo alado que había protegido a su padre durante años, la que alcanzó el estado divino, tenía tantas expectativas sobre su futuro, pues su madre no paraba de contarle las hazañas que habían echo no solo Seiya si no también sus demás hermanos, añoraba ser como su padre, así de fuerte, así de poderosa, y lo tenía por seguro, pues en su interior sabía que yacía parte del cosmos divino que poseía su madre, solo debía despertarlo...Eso era lo que en su inocente mente, de una pequeña alegre de 7 años, tenía que hacer, así de fácil...

-Pegaso, ya verás, dame solo unos años y así vestiré tu armadura - Con su sonrisa decidida y mientras se sostenía de las barandas de piedra que poseía su pequeño balcón de no más de metro y medio de ancho-Verás que pondré en alto tu nombre y el de tus portadores ! Seré la más fuerte y mi mamá va a estar muy feliz !-Se paró en el borde y ejecutó la técnica que se le había enseñado sin un título-Meteoros ! - La llenaba la alegría esa noche, pero no quería que los meteoritos se estrellaran así que ella misma los destruyó, creando destellos que caían como estrellas mientras una sonrisa bañaba su infantil rostro -

-Buenas noches Kanon, Radamanthys, descansen - Les regalo una sonrisa sincera -

Finalmente ya en su habitación vacía que a veces compartía con su pareja, suspiró y se dejó caer, pero incapaz de conciliar el sueño decidió ir a ver a su hija, sonrió al ver que dormía profundamente, era su mayor alegría, pero...Esperaba que el precio que tenía que pagar a causa de una guerra en la cual ella nunca existió, terminará siendo usado por Perséfone para hacerla sufrir, porque una vez conoció a aquella diosa en la era mitológica y tenía claro, lo cruel y egoísta que podía llegar a ser.

Cuentas de interés:

IG: Zero._.m

-En esta cuenta de Instagram se suben los artes oficiales y hojas del diseño de los personajes además de notificar alguna novedad y se responden preguntas <3

Saint Seiya Shori no HikariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora