Invasion en el santuario

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La alarma empezó a sonar, todos estaban alerta y listos para defender su santuario, lamentablemente, la reconstrucción había llevado mucho tiempo, lo cual tuvo como consecuencia que hubiera muy pocos santos con Armadura, y pensando que era una diosa junto a sus guerreras, provocó que Saori diera la orden para que aquellos que no contaban con armaduras se resguardaran en los pasadizos del santuario.

-Necesitamos toda la ayuda posible, los caballeros dorados deben abandonar sus casas, las sacerdotisas sin protectores se quedan aquí, Casandra dirigirá una facción para resguardar a los aprendices - Ordenaba mientras caminaba y se colocaba su casco - Los caballeros dorados deben acudir por la diosa...Y las saintias también deberán ayudar - Volteo a ver a dicha pelirroja que dio su vida para estar a su lado-Podrás dirigirlas Shoko ?

-Claro que si, señorita Athena, nosotras nos encargaremos - Le respondió con una sonrisa y 6 mujeres con sus respectivas armaduras, pues eran las que se encontraban en ese momento en el santuario - Más saintias vienen en camino, la señal también retumbó en la santa academia y las armaduras de estas, téngalo por seguro señorita Athena, protegeremos este lugar.

Saori les sonrió poniéndose su casco y desapareciendo junto a Seiya, mientras las 7 bajaban por los túneles ocultos del santuario dividiéndose para llegar más rápido.

-Solo espero que Egan halla dejado ya a Mako con las sacerdotisas...- Pensaba ella -

-Kyara debes irte de aquí, ve con tu madre, esa es la orden que a dado...Y no me refutes porque te vas a morir si peleas así - Le dijo en un tono severo sin dejar de ver a la enigmática guerrera que tenía en frente, jamas habia oido acerca de las Nymphes -

La carcomía por dentro la culpa de no poder ayudar, se sentía inútil, aunque era mejor llegar con su madre, pero mientras corría plantas crecieron del suelo y la atacaron pero con una patada cargada de su cosmos logró partirlas a la mitad y seguir con su camino.

Se preguntaba qué estaba pasando y porque el suelo estaba temblando, no entendía nada, sabía de Perséfone pero jamás se le comentó nada sobre su ejército, esto era demasiado confuso.

-Ariadna !

La joven de pelo azul oscuro volteó pero Kyara la salvó, tirándola al suelo, de un golpe que terminó destrozando los árboles que quedaban abriendo paso a la salida del bosque.

Cuando levantó la vista vio a un ser extraño.

-E-Es un espectro, Kyara, un espectro - Su máscara ocultaba su rostro deformado por el miedo, miedo que provocaba que se dejara abrazar tratando de buscar un lugar seguro en la hija de la diosa a la que iba a servir cuando ganara su armadura -

Kyara se quitó su máscara, no se iba a andar con idioteces, tenía que pelear.

-Se supone que los espectros están sellados ante la muerte de Hades dentro del rosario de las 108 cuentas...

El hombre solo rió.

-Se ve que no lees niña y que quizás nos epas que todo lo material puede romperse, quizás el señor Hades está muerto pero el inframundo aún posee una gobernante, su esposa, la diosa Perséfone, reina del inframundo y el mismo lo dijo una vez en el pasado - Se lanzó en contra de Kyara y las mandó a ambas a volar, estrellándose contra un árbo l- Si Athena acaba conmigo Perséfone será su nueva ama, ella los usará.

Con dificultad se levantó pero encendió su cosmos para lanzarse a aquel guerrero, guerrero que estaba confundido por la velocidad de sus golpes.

-Cual es tu nombre !? - Gritó pues...tenía curiosidad, pero no sabía de dónde venía -

-Que alago...Recuérdame bien porque seré yo quien te mande al infierno a cocitos...Soy Asterioe de de Elfo la estrella terrestre de la inferioridad RECUÉRDALO ! - Intentó embestirlas de frente y ver como torpemente lo esquivaron -

Saint Seiya Shori no HikariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora