El incredulo dragon

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Habían pasado ya 9 meses desde que fue al santuario, cuna de muchos caballeros pero no de su padre, entrenado en los 5 antiguos viejos picos con las enseñanzas del antiguo caballero de Libra y en donde lo habían encontrado llorando agriamente al ser abandonado con solo 4 meses de haber nacido...Pero también el lugar donde presenció la muerte de su pequeña hermana.

La razón de su visita fue el conocer a Athena finalmente y ser reconocido como el nuevo caballero dragón, en ese momento quedó maravillado y la reconoció como una diosa, el como sus padres hablaban de ella no podía describir la verdad de su presencia y cosmos.

Fue en esa cámara que no solo le juró lealtad y de manera privada sinceró sus motivaciones, pero también vio a la que su padre describía como la heredera del cosmos y voluntades de Athena, su hija.

-Jamás creí que la hija de Athena atendiera a un simple caballero como yo, no lo deberían hacer las sacerdotisas ? - Preguntó con un tono de ironía, no se creía que alguien como ella hostentara aquel "título", la veía como una joven normal con un cosmos fuerte como el de él -

Ella frunció su ceño y dejó la jarra llena de agua.

-Y porque no ? Shoryu yo...también entreno tan fuerte como tú lo hiciste y sigues haciendo - Hizo una pausa y se paró frente a él, sabía lo que estaba pensando, no era la primera vez que se encontraba alguien con tales ideas sobre ella con solo verla -

-No lo creo, te vez muy débil para tener tal título Kyara, no tengo idea de tu entrenamiento pero sé ve que son blandos simplemente por tu título...Un título es tu vida Kyara, no te das cuenta ? Y no, no somos iguales como aseguras implícitamente, nunca ayudarás a las personas como se que lo deseas, yo si, tú naciste privilegiada, no entiendes nada.

Tuvo suficiente, con una cachetada hizo que se callara, sin verlo salió de la habitación y...

-Mi padre siempre habla maravillas del tuyo, pero no puedo creer que tenga un hijo así de arrogante, no soy privilegiada, soy como tú y como todos, me juzgas como todos ! Eres un incrédulo miserable maldito engreído ! Te crees que vivo una vida de rica sin preocupaciones !? JODETE SHORYU ! -Sin más violentamente salió y no miro atrás, estaba furiosa -

Muchos la llamarían cristal pues no se le podía decir nada, pero ella sabía todo, sabía que había nacido con grandes ventajas, pero nunca fueron blandos con ella, sabe que tiene estatus pero no vive despreocupada al escuchar siempre las conversaciones de la sala a la que es cercana, sabe lo duro que es vivir resignada a la exclusión por poseer un cosmos que ella jamás pidio.

El dragón que se quedó viendo y después resopló, arrogante por su pasado, al ver como aquellos con gran poder o estatus no usaron los que tenian para ayudarlo a él y a salvar la vida de su hermana.

-...Ella...

Se encontraba en los 5 picos comiendo con su madre y padre cuando el informó de la situación.

-Entonces debemos ir al santuario cuanto antes, papá

-No es necesario - Dijo dejando su plato en la mesa - La orden es permanecer alerta, hasta el momento Athena no a sentido ninguna alteración de cosmos en el mundo, o eso es lo que informan las sacerdotisas, el comunicado se a enviado a las naciones mediante los Hermes así que en cuanto se detecte algo es ahí donde el santuario empezará a actuar, por el momento debemos es fortalecernos, aunque tú portes la armadura del dragón puedes mejorar aún más Shoryu -

El lo sabia, pero creía que no había nada que mejorar, ya era muy fuerte...Pero, las palabras de su padre lo hacían dudar, estaba pensativo, estaba por empezar su primera guerra, quizás la única pero rogaba poder pasar la expectativa de vida de un santo.

Saint Seiya Shori no HikariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora