Saint Seiya Shori no Hikari

El joven perdido

Entre los brazos de su hermana mayor encontraba el lugar seguro que su casa no tenía mientras los gritos de sus padres retumbaran en esas 4 paredes hechas de madera vieja.

Su padre, un hombre violento y que gastaba todo el sustento en cerveza, que no le importaba dejar aguantando hambre a sus hijos por tomar una cerveza más.

Algunas veces sin comida y otras solo con una, su madre ya no podía más y un día el la tuvo que escuchar hablando sobre cómo escapar y a dónde ir.

Cuando tenía 8 años llevó lo más pesado que podía, una maleta con 8 pares de ropa y su zorro de peluche, era de noche y su padre estaba en un bar, no vio cuando se fueron, tomaron el barco que los llevaría a Grecia donde su mamá rogaba conseguir un mejor trabajo y vida.

-Adri hija tomate esta pastilla para la tos -

Su hermana no había parado de toser, él creía que tenía asma.

El barco no era lo más cómodo, pero cualquier cosa era mejor que estar en la misma casa que su padre, él veía a su hermana que le sonreía aunque tuviera ojeras y una cara casi que raquítica ya que para ambas el era la prioridad, aunque se encuentra mejor que su mamá, ella había bajado mucho de peso, sus brazos ya no eran los mismos brazos grandes con los que ella cocinaba y lo abrazaba hasta cubrir su débil cuerpo.

-Mamá este barco nos llevará a Grecia, pero a qué parte iremos ? -

-Llegaremos a la costa y cambiaremos estos pesos por tres billetes de tren hijo mío...Aunque por lo que he escuchado están en invierno y no les traje ropa manga larga... - Hablaba cansada -

El solo habia llegado un dia a su casa y su madre le habia dicho, el nerviosismo lo volvio algo tonto y no se percato de muchas cosas, no sabian que el dinero no les alcanzaria para los pasajes de los tres y terminaron caminando a las afueras de la ciudad de athenas, pero la mala salud de su hermana la hizo depslomarse y terminar muriendo de hipotermia al ninguno de los dos tener la suficiente fuerza para levantarla y el golpe fue demasiado fuerte que aunque la curaran terminaría en estado vegetal, su mirada se habia tornado triste al perder una parte de el, se habia prometido proteger a su mamá a toda costa, pero habrá de fracasar al encontrarse frente a un grupo de ladrones que por una cadena de oro puro, que habia pasado de generación en generación, le dispararon en su abdomen, cuando Daniel trató de defenderla el termino igualmente herido dejandolo en el suelo a su suerte y solo viendo el cadaver de su madre, pero luego un guardia del santuario que pasaba por aquellos lados lo tomo en brazos, dandole una nueva oportunidad de vivir.

-Es por aquí - Habló la niña antes de llegar a una compleja casa, estaba echa de concreto y acomodada -

-Aquí vive Daniel ? Que casa más grande - Habló Kyara viéndola de arriba a abajo - Y vive solo ? -

La pequeña que ahora tenía su barriga llena negó.

-Muchos de los niños y jóvenes vivimos aquí o pasamos la noche, somos como una familia, después de todo no somos queridos por muchos -

Shoryu dio un paso adelante y toco la puerta, no sin antes sonreir e inclinar levemente su cabeza hacia la niña que los habia ayudado, ella no habia dicho nada, pero sabia que era por la bola de arroz, finalmente toco la puerta, ella se fue, y cuando esta se abrió encontró a un joven de cabellos marrones cais negros, de su misma edad y una musuclatura aceptable aunque delgado, traia ropa algo sucia por un trabajo que realizaba, lo vio mal, el se sorprendio.

-Qué quieren ? - Preguntó con un tono amargado, no, molesto -

-Daniel, venimos en nombre de Athena y el patriarca desde el santuario , necesitamos que vengas con nosotros, sabemos que fuiste...