Foolish, un motociclista estrella de la MotoGP, tiene una racha de primeros lugares y vive para correr, su carrera es todo para el, su vida es relativamente fácil y suele estar rodeado de fans y admiradoras que mueren por respirar el mismo aire que...
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La forma en la que el motor vibraba bajo su cuerpo le hacía sentirse vivo, se sentía eufórico y ansioso por conseguir su victoria asegurada. Estaba a dos vueltas más antes de seguir de forma recta y cruzar la línea de meta, a su costado se encontraba persistente el cuerpo de Vegetta quién daba todo de sí por mantenerse al margen y no dejar que el engreído oji verde se colocará por delante de él.
Creía que había mejorado bastante sus tácticas pero claramente no estaba preparado para un enfrentamiento espontáneo como el que presentaba ahora mismo. Por su cabeza paso el usar algunas de las técnicas del híbrido noruego, estaba seguro de que serviría para bajar de su nube a Foolish pero nuevamente esos pensamientos fueron arrebatados por su orgullo.
Se negaba a usar algo que no le pertenecía y que era propiedad de ese cruel monstruo.
Su cabeza trabajaba a mil por segundo para intentar pensar de forma rápida como sobrepasar al mayor, no tenía idea de que hacía para saber cuál seguía su siguiente movimiento pero siempre encontraba la forma de intervenir y arruinarlo por completo.
¿Era tan predecible?
No, estaba seguro que no.
Ambos corredores se inclinaron ante la presencia de la última curva, la que decidiría quien era el mejor, aquella que podría cambiar su vida dependiendo su resultado. Por primera vez sus motocicletas dieron un choque por la cercanía pero no fue lo suficientemente notorio como para sabotear a ninguno de los dos, se trató simplemente de un pequeño sobresalto para ambos chicos, atrayendo y cruzando sus miradas.
Vegetta se percató de que el Rubio tuvo un pequeño percance que le hizo perder el equilibrio y por ende dejarle el camino libre de forma recta, no se lo pensó mucho y de inmediato aceleró la máquina, observando por el retrovisor como el contrario se apresuraba a alcanzarlo. No se pudo contener, después de permanecer tanto tiempo a su costado o detrás había conseguido pasarlo, se sentía orgulloso y feliz pero esa felicidad no logro durarle lo suficiente.
Podía sentir la línea de meta bajo sus ruedas, estando tan cerca de ella sintió la vibración ajena y observó como la motocicleta violeta se aproximaba hacia él con velocidad; No se rindió y optó por no mirarlo ya que eso solo lograba ponerlo nervioso y romper ese balance que había en su interior.
No importaba cuánto se esforzará ya que fue cuestión de tiempo para tenerlo pegado a él nuevamente, en una lucha constante oir quién merecía más esa jugosa victoria y aún así tuvo que tragarse su odio y apretar los dientes con rabia cuando lo vio cursar antes que él por solo unos segundos.
¡Estuvo apunto de lograrlo! Solo los diferenciaba unos cuantos centímetros.
Detuvo su vehículo en completo silencio con la cabeza baja y presionando los puños; se sentía decepcionado, ¿realmente creyó que podía ganarle a un campeón nacional? Que estúpido fue.
