Foolish, un motociclista estrella de la MotoGP, tiene una racha de primeros lugares y vive para correr, su carrera es todo para el, su vida es relativamente fácil y suele estar rodeado de fans y admiradoras que mueren por respirar el mismo aire que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se sentía nervioso, tal vez demasiado; sus manos sudaban y mordía su labio inferior inconscientemente, los aficionados por las carreras gritaban eufóricos por ver a su número uno en la pista, siendo en su mayoría chicos y chicas de origen francés los cuáles morían de ganas de que su corredor estrella Etoiles debutará impecable, dejando solo un camino de polvo para los contrincantes. Aún faltaban algunos minutos para que tomaran su posición y el azabache temblaba en su sitió sin reparo, perdiendo el control de su cuerpo.
Sabía que su primera derrota en Barcelona había sido ocasionada por Foolish pero eso le había dejado tan mal que ahora temía volver a decepcionar a aquella gente que voló desde quien sabe dónde solo para poder verlo, la presión se acumulaba en su pecho y parecía que toda la semana de duros entrenamientos y tácticas nuevas se había ido directo al caño.
¿Y si volvía a perder?.
¿Qué pasaba si volvían a abuchearle?.
No, no quería eso.
Los chicos se encargaban de darle un vistazo a su motocicleta, ya saben, mera rutina para asegurarse de que las fallas no alcanzarán a Vegetta.
Willy se levantó del piso completamente agotado, pasando su mano por su frente y moviendo un poco la gorra con los colores y el nombre de su equipo, sus verdosos observaron por el rabillo del ojo a un afligido pelinegro que jugueteaba ansioso con sus dedos sin despegar la vista de la gigantesca pantalla que enfocaba a las ruidosas personas del estadio. Camino hasta quedar a su lado dejando caer su cuerpo en la banca de metal en completo silencio.
W: ¿Te encuentras bien?- murmuró sin obtener respuesta, asintiendo para sí mismo y ladeando la cabeza para dejarle respirar.
V: Tengo miedo- respondió sin cruzar miradas.
W: ¿De qué?- sonrió compasivo.
V: No lo sé, de fracasar tal vez, de decepcionarlos de nuevo y de no ser suficiente para nadie...-
Parpadeo sorprendido por la clara respuesta, sabía cuánto se había presionado el oji violeta para romper su récord y cuántas veces permaneció en vela mientras intentaba planear nuevas técnicas que fueran más funcionales que las anteriores.
W: ¿De que hablas? Tu ya eres asombroso en todo lo que haces- dio su mayor intento por consolarlo, tomando su mano y dando pequeños masajes en está, era consciente de lo traicioneros que eran los nervios y si no conseguía controlarlos podrían jugarle en contra.
V: Lo dudo, se que no soy un niñato pero... Me aterra todo esto- hizo una pausa, visualizando al resto de los contrincantes quienes calentaban y planeaban alternativas para sus ataques, siendo prevenidos y actuando con seguridad- Solo míralos, es obvio que no pertenezco aquí, solamente estoy intentando ser mejor que Rubius-
