Foolish, un motociclista estrella de la MotoGP, tiene una racha de primeros lugares y vive para correr, su carrera es todo para el, su vida es relativamente fácil y suele estar rodeado de fans y admiradoras que mueren por respirar el mismo aire que...
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Con cada paso que daba lograba impresionarse más, si es que acaso eso era posible. Llegar a Argentina fue fácil y el seguir las indicaciones del hotel que les habían pagado fue igual de sencillo.
Desde que la ubicación fue enviada y revisó a dónde tendrían que llegar quedó boquiabierto.
Estaba ubicado en uno de los mejores sitios de Buenos Aires.
La recepcionista los recibió de la manera más amable, entregándoles su llave a cada uno a pesar de que Quackity insistió en qué podían compartir cuarto y no era necesario uno para cada integrante pero la amable chica de coleta y cabello azabache le comento que todo ya estaba pagado y al ser una transferencia de alguien como Spreen no se podían hacer cambios.
Vegetta igualmente intento convencerla de pagar su propia noche ahí, no tenía idea de cuánto costaba y el lugar se veía demasiado bien como para salir económico.
Al final no les quedó más alternativa que resignarse y tomar sus cosas para descansar, ya el día del recorrido podría pagarle a ese tipo.
Porque claro, Quackity los conocía pero él no y no era como que dudará de sus intenciones pero tampoco planeaba verse como un aprovechado cuando claramente tenía el dinero para pagar algo así.
No había logrado percatarse de los distintos números de sus habitaciones hasta que estuvieron a punto de subir al elevador, curioso observó su llave y está indicaba un número más bajo que el de sus compañeros, siendo Willy el 147, Luzu el 133, Quackity el 140 y Vegetta nada más ni nada menos de un maravilloso número 101. Claro, no es como que fuera un impedimento y tampoco tenía en mente reclamar cuando ni siquiera se había hecho cargo de pagar su cuarto, solo se sentía algo extrañado.
Pero también era cierto que el hotel era un lugar muy recurrido por turistas y era normal que estuviera ocupado casi en su totalidad.
Presionó el objeto en su mano, retrocediendo un poco ante la mirada de sus colegas.
L: ¿Pasa algo, Veg?- Él oji rubí dejo su maleta a un lado, frenando al resto de su equipo.
V: No, no, todo está bien. Vayan a sus habitaciones, yo tomaré las escaleras-
W: ¿Las escaleras? Podemos irnos todos en el ascensor, nuestras habitaciones quedan en el mismo piso- negó.
V: Mí habitación está un piso más abajo y prefiero no intervenir con su destino. Ustedes vayan, instalense y descansen un rato ¿Vale?-
El albino y el castaño se miraron con complicidad y preocupación más un asentamiento por parte de Luzu fue suficiente para convencerlo.
W: Vale, Ten una linda noche y llámame si ocurre algo-
