El zumbido constante de las voces en la sala de reuniones se había convertido en un ruido de fondo para James Barnes. Sus ojos estaban fijos en la pantalla holográfica que proyectaba datos e imágenes de la última misión, pero su mente estaba a kilómetros de distancia, perdida en recuerdos de piel cálida y susurros apasionados.
Habían pasado cinco días. Tres días de miradas furtivas, de tensión palpable cada vez que él y Tony compartían el mismo espacio. Dos días de esperar que Tony dijera algo, cualquier cosa, sobre aquella noche. Pero el genio actuaba como si nada hubiera ocurrido, como si la marca en su cuello fuera invisible, como si los labios de James nunca hubieran recorrido su piel.
—Buck... creo que deberías detenerte.
La voz de Steve lo sacó abruptamente de sus pensamientos. James parpadeó, encontrándose con la mirada preocupada de su mejor amigo, y consciente de que todas las miradas estaban sobre él. Natasha, con su perspicacia habitual, lo observaba con una ceja levantada. Clint fingía desinterés, pero James podía sentir su atención. Incluso Bruce, normalmente absorto en sus notas, había levantado la vista de su tablet. Bajó la mirada hacia su propia mano, dándose cuenta que era él, quien interrumpía con los constantes 'clics' del bolígrafo.
—Sí, yo, lo siento... —respondió, forzando una sonrisa que no llegó a sus ojos—. Solo... pensando en la estrategia.
Steve asintió, aunque la arruga en su frente indicaba que no estaba completamente convencido. James se enderezó en su silla, intentando proyectar una imagen de concentración que estaba lejos de sentir.
—Como decía —continuó Steve, volviendo su atención a la pantalla—, necesitamos abordar esta amenaza desde varios ángulos. Tony ha estado trabajando en algunas mejoras para nuestro equipo, pero...
Steve se detuvo, frunciendo el ceño al notar la ausencia del genio. James sintió que su corazón se aceleraba ante la mera mención de Tony.
—FRIDAY —llamó Steve—. ¿Dónde está Tony?
La voz suave de la IA resonó en la sala—. El Sr. Stark se encuentra actualmente en su taller, Capitán Rogers. Ha estado trabajando sin descanso en las últimas 36 horas.
Steve suspiró, una mezcla de exasperación y preocupación en su rostro. James también lo estaría, casi siempre terminaba por llevarle algo al taller con la excusa de molestarlo o aprender, pero solo buscaba que terminará por comer algo y así que no terminará por desgastarse. Aunque solo pasó cuando eran conocidos pasando a compañeros. Ahora ya ni nombre podía colocar—. ¿Podrías ir a buscarlo?
El pánico se apoderó de James. La idea de estar a solas con Tony, de tener que enfrentarlo después de días de silencio, hizo que su garganta se cerrara. Quería negarse, inventar una excusa, cualquier cosa para evitar esa situación. Pero las miradas expectantes de todos los presentes lo clavaron en su lugar.
—Claro —logró decir, su voz sonando extrañamente ronca—. Iré por él.
Se levantó, sintiendo el peso de cada paso mientras se dirigía hacia la puerta. El camino hacia el taller de Tony nunca le había parecido tan largo. Con cada paso, su mente repasaba posibles escenarios: Tony ignorándolo, Tony confrontándolo, Tony... ¿qué? ¿Besándolo de nuevo? James sacudió la cabeza, intentando alejar ese pensamiento peligroso.
Al llegar frente a la puerta de vidrio del taller, James se detuvo. La voz de Friday lo recibió:
El Sr. Stark está sumergido en su trabajo, Sargento Barnes. ¿Desea que le informe de su presencia?
—No, está bien —respondió James, agradecido por el momento extra para componerse—. Yo... yo lo haré.
A través del cristal, James pudo ver a Tony moviéndose por el taller. La música resonaba a todo volumen, y Tony bailaba al ritmo, completamente ajeno al mundo exterior. James se encontró hipnotizado por el movimiento fluido del cuerpo de Tony, por la forma en que sus caderas se balanceaban al ritmo de la música.
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Aroma y silencios; WinterIron
Fiksi PenggemarJames jamás custionó como serñia su vida despuññes de integrarse de vuelta al mundo real. Estando steve a su lado, prometiendo que todo estaria bien, se volvió un poco molesto de escuchar. A dieferencia de él, James era un alfa recesivo, icluso con...