[𝟮𝟰]: No confies en nadie.

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     _____ llevó una mano a su boca, tosiendo

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     _____ llevó una mano a su boca, tosiendo. El aire estaba infestado de spray para cabello.

—¿No crees que es...demasiado?—preguntó ella, entrecerrando sus ojos.

    Anne María abrió sus ojos, ofendida.

—¡Nunca es demasiado, nena!—negó la castaña con la cabeza—¡Mírale el lado positivo: ahora tus pulmones son a prueba de agua!

—¿Y eso qué tiene que ver?—Leshawna alzo una ceja, sonriendo.

    Harta, la pelinegra dio pasos firmes hacia la chica, arrebatandole el pote de spray de las manos.

—¡Oye!—protestó Anne María, comenzando un forcejeo.

—¡Ya me tienes harta con tu estúpido spray para el cabello!—se quejo la villana.

—Por primera vez estoy de acuerdo con Heather.—rio la peli-[C/P].

     Logrando quitarle el pote de las manos, Anne María sonrió ampliamente. Aquella sonrisa se torno en una maliciosa cuando apuntó contra Heather, rociando sus ojos.

—¡AYY! ¡Maldita!—chilló ella, llevando las manos a sus ojos.—¡Vas a pagar por esto!

     Leshawna comenzó a carcajear, obviamente disfrutando del sufrimiento de su enemiga.

—Ten.—____ le extendió una servilleta.

    La asiática la tomo bruscamente, frunciendo el ceño.

—Ugh, gracias.—murmuró ella con los ojos llorosos.

—¡Qué divertido!—exclamó Lindsay, uniéndose a la risa de la otra chica.

      Heather volteo a verla, su mirada llena de furia.

—¡Cállate, tonta!

    En contraste con el caos que invadía la habitación, Dawn mantenía sus ojos cerrados con tranquilidad. Sus piernas cruzadas mientras que meditaba, inhalando y exhalando suavemente.

—¿Esta flotando?—Leshawna alzó una ceja.

—Ignorala, ella es así.—Anne María se encogió de hombros.

    Lindsay se acercó lentamente a ella, con curiosidad. Tocó suavemente su mejilla con su dedo índice.

—¿Holaa?—llamó, esperando alguna respuesta.

   La peli-[C/P] suspiró, alejandola suavemente.

—No la molestes, Lindsay—sonrió ella—solo esta meditando.

—¿Medi...qué?—ladeo su cabeza con confusion.

    Cambiando de tema, Leshawna cruzó sus brazos, apoyando su espalda sobre la pared.

—¿Qué creen que Chris nos hará hacer hoy?—preguntó.

    La pelinegra rodó los ojos, manteniendo su vista fija en sus uñas mientras las limaba con meticulosidad.

𝗧𝗵𝗲 𝘀𝘁𝗼𝗿𝘆 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗻𝘂𝗲𝘀-      (Alejandro Burromuerto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora