Franz le promete a su padre, el señor Kim, vengar el asesinato de su hermano mayor con el único propósito de ganarse su aprobación. Pero sus planes salen mal cuando Jeon Jungkook, el asesino en cuestión, la captura, pues desatan una terrible atracci...
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En las últimas dos semanas, un sujeto cuyo nombre desconozco, se ha encargado de traerme una charola de comida cada noche la cual consiste en una manzana, arroz y un vaso de agua. Bebo el agua, pero los alimentos no los toco, podrían estar contaminados con miedos, escupitajos o cualquier otra asquerosidad parecida.
—¿Estás haciendo huelga de hambre? —Cuestiona el mismo tipo, dejando la charola junto a la de ayer.
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—¿En dónde esta Karim? —Pregunto por enésima vez en lo que va de la semana, pues lo ultimo que supe fue que Jungkook había mandado por él— ¡Contesta!
El sujeto hace una sonrisa de lado, truena su cuello y entra a la celda. —Ahora mismo vas a comerte toda la comida que has desperdiciado, aquí nada se tira a la basura. —Amenaza pasivamente, ignorando mi pregunta otra vez.
Levanto la vista y le tiro el dedo de en medio como respuesta.
—Mira niña, estoy conteniéndome a tratarte como te lo mereces porque eres mujer y creo que eres menor.
—¡Tengo veintisiete! —Ruedo los ojos.
—Como sea, no quiero lastimarte pero en vista de que te importa una mierda desobedecer, no me dejas otra opción.
—Uy, que miedo... ¿qué harás? —me burlo.
De pronto esos ojos que parecen no tener maldad se transforman en furia. El tipo me toma del cabello y me arrastra hasta donde se encuentran las charolas. Estampa mi rostro en el plato de arroz y yo no puedo respirar, tengo comida en la nariz, pero al tipo no le importa.
