Franz le promete a su padre, el señor Kim, vengar el asesinato de su hermano mayor con el único propósito de ganarse su aprobación. Pero sus planes salen mal cuando Jeon Jungkook, el asesino en cuestión, la captura, pues desatan una terrible atracci...
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Me inquieto cuando escucho una serie de truenos en el cielo, sé que esta a punto de caer una tormenta, situación que me obliga a caminar de un lado a otro, sobando mis brazos sobre la tela de vinipiel de mi chaqueta.
Jeon aparece minutos después, dejándome sin habla, sin enojo, sin rencor, sin nada.
::¿Por qué? ¿por qué no puedo luchar contra esto?::
—¿Estas bien? —Es lo primero que pregunta al cerrar la puerta de madera— ¿Franz?
—Si... yo, estoy bien... —Respiro por la boca— ¿Ya acabaste con él?
Afirma con la cabeza. —Seokgun no volverá a ser un problema para ti. —Suena aliviado.
Quiero decirle tantas cosas. Quiero agradecerle el haberme quitado ese peso de encima, quiero que sepa lo mucho que significa para mí todo lo que ha hecho por mí. Pero no lo hago, reprimo mi sentir porque me aterra salir lastimada.
—Entonces ya vámonos.
—Espera, espera —Me toma de la mano pero yo me suelto de inmediato—. Te dije que tenía muchas cosas que decirte.
—No, los demás nos están esperando —Me late el corazón como nunca— así que vámonos.
—Les dije que se adelantaran, no hay nadie allá afuera.
—¿Por qué hiciste eso? Yo no quiero escucharte, no ahora.
Suspira frustrado. —Sé que estas molesta por lo que te dijo Namjoon, pero...
—¡No es solo por lo que dijo Namjoon! —La ira sale por mi boca— ¡Es porque me has estado usando, sé que cuando cojes conmigo piensas en esa tal Dae, sé que todo lo que haces por mí es porque de cierta forma te recuerdo a ella y debería de darme igual pero, maldita sea, me importa y mucho!
Me acorrala contra una mesa vieja. —No, eso no es cierto, Franie, ¿por qué mierda lo crees?
—¡Ay por favor! —Me desespero y lo empujo— ¡Mencionaste su nombre mientras me cogías! —Decirlo en voz alta me rompe el corazón otra vez.
