Esposa de Sal

213 29 3
                                    

      Una semana después de que los Velaryon se fueran y se llevaran a Baela con ellos, Regnar y Victoria se encontraban bebiendo en el Holandés Errante, junto a las esposas de la menor, cuando llega Rhaenyra enojada y le entrega una carta a Regna.

     - Felicidades princesa tiene un nuevo esposo. - Le dice Regnar cuando termina de leer la carta.

     - Esto fue idea de Alicent, mi padre no lo haría. - Le dice Rhaenyra frustrada bebiendo de su jarra.

     - ¿Y qué pensas hacer? - Le pregunta la Greyjoy.

     - Voy a negarme, por supuesto. - Le responde la princesa.

     - ¿Que pasó? - Pregunta Victoria.

     - La puta Hightower quiere casar a la princesa con Tyland Lannister. - Le responde su madre.

     - ¿Y por qué no se casa con alguien más y listo? Una vez casada si el rey no lo aprueba, la puta verde no puede anular su matrimonio. - Le recomienda el Kraken menor.

     - La cuestión es, ¿Con quien me casaría? Además que yo quiera casarme. Mi matrimonio fue un fracaso en todas las reglas. Leanor y yo solo nos casamos para arreglar los problemas entre nuestras familias, después de que mi padre rechazara casarse con Laena y se casara con Alicent. - Le responde Rhaenyra soltando un suspiro y recostandose sobre la silla.

     - Cásate con mi madre. - Dice Victoria, dejando a las dos mayores sorprendidas. - Nadie se atrevería a ir en contra de ella. No después de ver su gran poder durante el funeral de Laena. Además es una gran alianza política, su flota es mayor a la de los Velaryon y su ejercito supera por mucho al de los Siete Reinos juntos. Con eso se saca dos problemas de encima, uno casarse con el gatito, y dos una guerra por la sucesión. - Le explica.

     - ¿Y quién te dijo que yo quiero casarme? - Le pregunta Regnar, con una ceja alzada  a lo que la niña solo alza los hombros y sonríe con inocencia.

     - No es mala idea si lo piensa bien suegra. Estaría ganando una buena posición destro del continente. - Le dice Maya, una de las esposas de Victoria.

     - ¿Suegra? - Pregunta Rhaenyra mirando a la joven y después a Regnar.

     - Estas chicas son las esposas de Victoria. - Le responde la Greyjoy a la Targaryen. La princesa abré los ojos impresionada, son cinco jóvenes quienes se encuentras con ellas.

     - ¿En las Islas de Hierro se puede tener más de una esposa? - Pregunta confundida.

     - Son esposas de sal, nosotros no nos casamos como ustedes. Tomamos a las mujeres que queremos como nuestras y listo. - Le dice Victoria.

     - Pero también hay algunos que si se casan, pero solo una vez, después pueden tomar esposas de sal si quieren. - Le termina de explicar Regnar.

     - ¿Y cómo hacen con los hijos? - Pregunta la princesa.

     - ¿Qué pasa con nuestros hijos? - Pregunta la Greyjoy mayor.

     - ¿No serían bastardos? Digo, no están realmente casadas. - Aclara la heredera al trono.

     - Todos mis hijos los tuve con mis esposas de sal y son legítimos, llevan mi apellido. Hijos de sal, asi se los llama. Obviamente los engendrados dentro del matrimonio son los que generalmente heredarán las posiciones de sus padres. Pero los Hijos de Sal también pueden hacerlo, en caso de que no haya matrimonio. Rhea y Gerold querían hacer a Victoria Señora de Piedra de Runas y Dalton ya la nombro su heredera al Trono de Sal. - Le responde Regnar.

     - ¿No te habías casado con mi prima? - Pregunta la princesa.

     - No, era mi esposa de sal, la tomé como intercambio por Leanor. Rhea también lo era. - Le responde Regnar.

     - ¿Tu tienes alguna ahora?

     - Tuve varias antes de conocer a Rhea. Pero al enamorarme de la madre de esa mocosa, dejé a las otras. Cuando estuve con Laena no tomé a ninguna mujer más. - Le responde, mientras levanta la mano para que le traiga una jarra nueva, llena de cerveza. Rhaenyra la mira un momento con seriedad.

     - Entonces hazme tu esposa de sal, como con Laena. - Le propone a la mayor. La mirada de Regnar se oscurece al escuchar la petición de la princesa.

     - Rhaenyra ¿Que es lo entendes por tomar a una mujer? - Le pregunta.

     - Que la conviertes en tu pertenencia. - Le responde la Targaryen.

     - Rhaenyra, las esposas de sal, son mujeres que tomamos a la fuerzas para calentar nuestras camas. Son nuestras esclavas y solo están para servirnos. - Al escuchar esto el corazón de la princesa se detiene y el miedo se refleja en sus ojos comenzando a sudar. - ¿Sabes cómo vivimos los Hijos del Hierro? ¿Cuales son las Viejas Costumbres? ¿Cual es nuestro lema?

     - Nosotros no sembramos. - Le responde Rhaenyra en un susurro.

     - Exacto. Rhaenyra somos saqueadores, violadores, asesino. Hacemos cumplir el Precio de Hierro, lo que queremos lo tomamos. Queremos a una mujer, la tomamos, queremos oro, lo tomamos, queremos barcos, lo tomamos. ¿Sabes lo que significaría tomarte a ti como mi esposa de sal?

     - Una guerra contra los Greyjoy.

     - Mi padre se arrodilló ante ti, cuando fuiste nombrada heredera, jurando lealtad, mi hermano menor es el Lord Segador de Pike, Señor Supremo de las Islas de Hierro, yo misma lo bendije nombrandolo mi Señor, aunque mi padre quería que yo ocupara el Trono de Sal. Tomarte como mi esposa de sal, sería traicionar a mi hermano, y condenarlo a la muerte. Condenar a mis hijos a la muerte.

     - Lo siento, yo lo olvidé. - Le dice Rhaenyra realmente arrepentida, pues todos saben cuales son las Viejas Costumbres y ella en su juventud estudió a las demás casas y reinos. Conocía las fechorías de los Hijos del Hierro, lo desalmados que eran los Greyjoy. Pero convivir con Regnar y ver el amor y cariño que profesaba sobre sus hijos, su familia, la lealtad de sus hombres, le parecía tan contradictorio, que no quería creer que alguna vez Regnar Greyjoy, aquella mujer que enseñaba a sus hijos a ser caballeros y marinos, y era una mujer que masacrada inocentes, violaba mujeres y saqueaban pueblos.

     - Casarte conmigo es lo más descabellado que puede suceder en la historia de Westeros. Una princesa casándose con una Greyjoy. Una Greyjoy siendo reina consorte. Lo más loco que jamás se vio. Nunca fuimos considerados así por la corte del rey. - Dice Regnar, borrando rastro de la conversación anterior.

     - Hagamos historia, y casémonos, se mi conserte. - Le propone Rhaenyra.

     - Rhaenyra, si nos casamos vas a tener que cumplir en el lecho y yo no soy suave al tomar a una mujer. - Le advierte Regnar. - Te voy a coger duro, te pondré de rodillas y meteré mi verga en tú boca y haré que trages mi semilla. - La princesa traga saliva con fuerza al escucharla, nunca hizo eso antes, mira al Kraken esperando que diga que es una broma o algo así, pero la Greyjoy mayor no bromeaba y la miraba burlona del Kraken menor solo le daba más credibilidad a los dichos de la mayor.

     - Acepto. - Dice Rhaenyra

kraken Donde viven las historias. Descúbrelo ahora