Una union inesperada.

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Una vez más las familias Targaryen, Velaryon, Royce y Greyjoy se reunieron en Dragonstone, pero esta vez para el casamiento de las dos mujeres mayores de la familia Targaryen y Greyjoy, trayendo con esto una unión jamás esperada entre un miembro de la familia real y alguien quien no es bien visto por la corte, ni el reino y menos una unión entre dos mujeres. Un Hombre Ahogado oficio la primera parte de la boda siguiendo las Viejas Costumbres, para luego un Guardián valyrio oficiar la segunda, siendo esta bajo las costumbres valyrias y así juntar a las familias, no solo en matrimonio, sino unir y respetar sus religiones y creencias.

Se celebró un gran banquete para festejar la unión, donde estuvieron presentes aquellos seres cercanos a la Targaryen y la Greyjoy. Rhaenyra conoció allí a los hijos de sal de Victoria, y las esposas e hijos de sal de Roger, como las de Lord Dalton, Señor de las Islas de Hierro. Se familiarizo con los almirantes de la flota Greyjoy, y la tripulación del Holandés Errante.

Para Rhaenyra está boda fue mucho mejor y más divertida que su boda con Leanor. Conoció costumbres de hombres de las tierras de Essos, como los Dothrakis, Meereen y Assai de la Tierra de las Sombras. Comieron y bebieron hasta el ocaso, cuando el sol se comenzó a ocultar Regnar le extiende la mano, y ella con nervios y ansiedad, sabiendo que venia ahora, la tomó poniéndose así ambas de pie, para retirarse a la habitación de la princesa, que ahora compartiría con el Kraken.

Al llagar a la alcoba los nervios de Rhaenyra crecen recordando las palabras de Regnar, y no puede evitar dar un pequeño salto de susto al sentir las manos de la mayor sobre sus hombros.

- No es necesario hacerlo esta noche si no querés. - Le susurra Regnar, para luego tomar asiento en la cama y mirarla.

- Dijiste que debo cumplir con deber en el lecho. - Le recuerda Rhaenyra.

- No voy a obligarte, que sea mi esposa no quiere decir que tomaré a la fuerza. - Le explica Regnar. Rhaenyra asiente con la cabeza y se acerca a ella para tomar su mano y hacer que se pare, una vez que la mayor se puso de pie, la princesa se dio la vuelta para que desate los nudos de su vestido y Regnar con cuidado lo hace.

A medida que va dejando descubierta la espalda de la peliblanca el Kraken deja besos por cada pedaso de piel desnudo. Lleva sus manos al cabello de Rhaenyra y desarma la trenza de la princesa, una vez que termina la voltea y mirándola a los ojos la toma de la cintura y cuando la tiene cerca, besa sus labios con suavidad y dulzura. Rhaenyra comienza a desatar el jubon de Regnar mientras saborea el vino en los labios de la Greyjoy y siente como su vestido es deslizado hacia abajo, quedando desnuda. Regnar se separa del beso y observa el cuerpo de la princesa, la Targaryen es realmente hermosa, la toma de los muslos y la recuesta en la cama para después quitarse su ropa y retirarle las botas a la peliblanca. Una vez que termina se recuesta sobre su esposa y vuelve a besar sus labios. Rhaenyra lleva sus manos a la nuca de Regnar para que la mayor no se separe de ella, excitandose al sentir su miembro duro rodando con su flor, que palpita por sentirlo dentro. Pero Regnar tenía otros planes para su cuerpo antes de penetrarla. Abandonó sus labios y fue bajando los besos por su cuello, dejando marcas mientras la besaba, mordía y lamía. Después bajo a sus pechos, donde se dedicó a hacer lo mismo con sus pesones, provocando que salieran gemidos de su boca, y su flor se humedeciera más todavia. Después los besos fueron bajando por su estómago, su vientre hasta sus muslos, donde dejó más marcas, hasta finalmente llegar a su flor, haciéndola temblar por el placer al sentir la lengua de Regnar pasar entre medio de sus pétalos y después detenerse en su capullo.

Regnar se embriagada con el sabor de la princesa, sus gemidos suaves. Lleva dos de sus dedos a la boca de Rhaenyra.

- Chupalos. - Le dice con voz ronca, y Rhaenyra toma su mano y primero los recorre con su lengua de forma lenta sin dejar de mirarla a los ojos, las piernas de Regnar tiemblan, su brazo izquierdo se tensa y toma con fuerza las sábanas. La princesa sigue provocandola, lamiendo y chupado sus dedos de forma lenta, una vez que lo tiene bien húmedos lo lleva a la entrada de Rhaenyra y los introduce de forma lenta, con los clavados en la princesa, viendo como sus labios se abren jadeando, su cabeza se hacia atrás del placer. Con un ritmo constante y lento Regna penetra a Rhaenyra, sintiendo las uñas de la princesa clavarse en su espalda, como se retuerce bajo ella, mueve las caderas buscando más, entonces introduce un tercer dedo, provocando gemidos más sonoros en su amante. Sin bajar el ritmo sigue penetrandola con su mano derecha, mientras que con la izquierda retuerce las sabanas con fuerzas para contener su deseo, que solo se hacía mayor al ver a la menor gemir, jadear, arañar su espalda, el sudor corriendo por su frente, escuchar su nombre siendo gritando por su esposa. Otro dedo se suma al juego y los ojos de Rhaenyra se dan vuelta y con unas pocas embestidas más llega al orgasmo, más Regnar sigue en su interior, torciendo los dedos clavandolos en un punto de sus paredes internas que la llenan de más placer. Cuando el orgasmo cesa, retira los dedos y comienza a estimular a Rhaenyra, cuando siente que está lista, toma su miembro, lo acomoda y de una sola estocada lo introduce por completo dentro de la princesa. La peliblanca suelta un grito ahogado al sentir la intromisión, pero la Greyjoy no se mueve más, abre los y la mira. Los ante ojo azules oscuros del Kraken ahora estaban completamente negros, su respiración era entrecortada, superficial y profunda, como si quiera contenerla. Al tocarla, podía sentir lo tensos que estaban los músculos de sus brazos. Acaricia su mejilla con las puntas de sus dedos.

- Muévete. - Le dice en susurró. Regnar acata la orden dada y comienza a salir de ella, despacio, pero no mucho y vuelve a entrar. Empieza con embestidas cortas y suaves, Rhaenyra jadea despacio, las manos de la Greyjoy van al rostro de la princesa y junta sus frentes sin dejar de mirarla en ningún momento. De a poco las embestidas van siendo más largas, saliendo casi por completo antes de volver a entrar, y aunque sigue siendo suave con ella, aumenta un poco la velocidad. Los gemidos de Rhaenyra comienzan a ser más sonoros a medida que el Kraken aumenta sus movimientos, y se abraza a su torso necesitando más y más de ella. Regnar baja sus manos hasta las caderas de la peliblanca, y esconde su cara en su cuello, las paredes internas de Rhaenyra se cierran sobre su miembro, y sabe que esta por terminar, aún así mantiene el mismo ritmo, tomándola con más fuerza de la cadera al sentir como ella misma se está por liberar. Unas cuantas embestidas y finalmente ambas llegaron al orgasmo, Rhaenyra con el aire atorado en la garganta y sus uñas clavadas en su espalda, mientras Regnas soltó un gruñido ronco mientras liberaba su semilla en el vientre de la princesa.

Sus cuerpos sudados y cansados no se despegaban, sus respiraciones agitadas era lo único que se escuchaba. Regnas se levanta quedando de rodillas frente a Rhaenyra, cuenta las piernas de la princesa y las flexiona hacia la derecha,y después se inclina sobre su cuerpo de nuevo.

- Esto todavía no terminó. - Le susurra en el oído para volverla a penetrar. El ritmo de las embestidas eran el mismo de antes, pero la fricción era mayor al tener la princesa las piernas cerradas, generando también más presión sobre el miembro de Regnar. Otro orgasmo llega a ellas, y cuando la princesa se recupera, la Greyjoy la vuelve a tomar.

- Recostate sobre tus codos. - Le dice, después de acostarla boca abajo, toma sus caderas y las eleva, con las rodillas flexionadas, se acomoda detrás de ella, alinea su miembro con su entrada, la toma de las caderas y se introduce en ella con fuerza. Esta vez las embestidas son más duras y rápidas que las anteriores, Rhaenyra siente como los muslos del Kraken golpean con su trasero y piernas en cada penetración siendo más profundas que las anteriores, con la cabeza apoyada entre sus antebrazos, la princesa muerde con fuerza la almohada silenciando sus gritos de placer. Siente como una mano de Regnar recorre su espalda, hasta llegar a su hombro y hace que se recuéste en la cama, mientras su trasero sigue elevado, la mano queda apoyada a su lado, mientras la otra mano va si intimidad, y los dedos de la Greyjoy presionan su capullo dándole más placer, hasta llegar a la liberación y caer rendida en la cama. Regnar se recuesta a su lado y las cubre a las dos con las sabanas.

- Ahora dormí pequeño dragón. - Le dice para después besar su cabello.

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