Bwen Oneshots

One-shot 37: segundas oportunidades parte 3

Su corazón se conmovió por él. Devlin estaba extremadamente delgado. Parecía un niño de la calle flacucho y maltratado, completamente desatendido por los adultos que deberían haberlo cuidado. ¿Dónde estaba su familia? ¿Su madre?

Era muy diferente a su Kenny, pero Kenny se había aferrado a él. Había sentido que Devlin necesitaba desesperadamente un hogar. Su hijo tenía un buen corazón. Era ingenuo e impulsivo, pero así era como se suponía que debía ser a su edad. Esperaba que siguiera siendo así al menos un poco más. No quería que se volviera cínico como su padre. A Ben le había llevado mucho tiempo recuperarse de eso. Fue solo con su ayuda que recuperó la perspectiva y la esperanza.

Kenny era igual que su padre: impetuoso, temerario, seguro de sí mismo hasta la arrogancia, con muchas ganas de demostrar que era un héroe, pero también era cariñoso, noble y valiente. Su pequeño tenía el corazón de un verdadero héroe.

Ella los amaba tanto a ambos, y ahora este nuevo niño... Él también necesitaba su amor.

Ella vio que él era solo un niño. Un muchacho joven no mucho mayor que su propio y amado hijo. No era un bicho raro ni un criminal. Solo un niño vulnerable que intentaba abrirse camino en el mundo, algo que se le hacía más difícil al no tener una familia que lo protegiera.

Habían aceptado a Devlin en su familia, pero ella sabía que no iba a ser fácil. Se parecía tanto a Kevin que resultaba inquietante. Le dolía recordar todo lo que había pasado entre ella, Ben y Kevin.

Kevin había estado obsesionado con ambos. Primero con Ben, luego con ella.

Todos esos años atrás, ella lo había amado con una maravilla que sólo una adolescente podía hacer... pero eso sólo podía durar un tiempo.

Kevin era tan inseguro, tan celoso y posesivo… No había querido compartirla con nadie. Ni siquiera con Ben.

Él le había exigido que lo eligiera a él antes que a Ben, que se fuera con él.

Y lo había hecho, pero pronto se dio cuenta de que había sido la elección equivocada.

¿Cómo podía elegir a alguien más que a Ben? Él la necesitaba demasiado. Más de lo que cualquier otra persona podría hacerlo.

Los había amado a ambos, a pesar de ser tan jóvenes, y eso la había destrozado. Pero finalmente se había dado cuenta de que no podía renunciar a Ben. Cuando llegó el momento, cuando se vio obligada a elegir...

Ella había elegido a Ben.

Ella no había querido elegir, pero Kevin la había obligado a hacerlo.

Y así fue como todo se redujo a eso: ella siempre elegiría a Ben.

En ese momento, ella simplemente era su prima, su mejor amiga, su compañera...

Ella seguía siendo todas esas cosas, pero ahora… También era su esposa y la madre de sus hijos. Se habían dado cuenta de lo mucho que se necesitaban el uno al otro.

Estaban destinados a estar juntos.

Kevin nunca lo entendería. Nunca la había perdonado a ella ni a Ben. Sentía que le habían robado su amor. No entendía realmente cómo funcionaba el amor. Había intentado usar el poder y la fuerza para hacer que ella lo amara. Estaba tan acostumbrado a manipular a la gente que no conocía otra forma de conseguir lo que quería.

No podía comprender las complejidades del amor y que uno no podía elegir de quién se enamoraba o quién se enamoraba de uno.

Ella había hecho todo lo posible para ayudarlo, pero él había demostrado ser demasiado inestable como para recibir ayuda incluso de su influencia estabilizadora.

Él no era como Ben, quien valoraba su opinión y siempre la escuchaba.

Eran tan diferentes. En ese momento, todo quedó claro para ella...

Ben nunca le pediría que eligiera. La amaba demasiado como para hacerlo. Su amor por ella era desinteresado, incondicional y puro. Tal como el de ella lo era por él

Fin.