Bwen Oneshots

One-shot 8: ¡Solo somos primos!

Capítulo 8: ¡Solo somos primos!

¡Solo somos primos!

Solo somos primos, eso es algo que me dije constantemente durante el primer verano con el abuelo Max y Gwen. Primos, primos que siempre están peleando entre sí, pero aún así nos llevábamos bien. Pero las cosas cambiaron durante el verano. En primer lugar, ¡obtuve un maldito reloj Alien que esencialmente me convirtió en un superhéroe! Luego Gwen descubrió que era una bruja, lo cual sospeché hace años. Ese verano,
pateamos traseros tanto a alienígenas como a humanos. Y para colmo, ¡supimos que el abuelo era básicamente uno de los Hombres de Negro! Para complicar las cosas, un señor de la guerra alienígena llamado Vilgax nos persiguió por todos los estados, tratando de quitarme el reloj alienígena, el Omnitrix, de mi muñeca.
La última semana de verano fue la peor, casi destruí el universo. Todo porque pensé que Gwen había muerto. No había visto ninguna razón para vivir una vez que me di cuenta de que mi prima, mi mejor amiga, probablemente se había ido para siempre.

Me acosté en mi litera, estos pensamientos pasaban por mi cabeza. Los ronquidos de la habitación frente a nosotros fueron apagados por el repiqueteo de la lluvia en el techo del Rust Bucket. Puse mi brazo sobre mi frente, mi mente de catorce años tratando de comprender lo que acababa de comprender después de otro año de viajar con el abuelo Max y Gwen. "Tonterías." Murmuré para mis adentros, cerrando los ojos con fuerza. El abuelo Max y Gwen habían entendido mi reacción ante la desaparición de Gwen, pero ¿hasta qué punto entendían? Quiero decir, la razón por la que reaccioné así... Dejé escapar un suspiro, abrí los ojos y miré al techo. "Gwen." Escuché a mi prima moverse en su litera y comenzó a murmurar en sueños. "Dweeb, eso no va ahí..."
Levanté una ceja, una sonrisa apareció en mi cara. ¿Entonces ella estaba soñando conmigo? "¡Mentiroso, todo va ahí!" Le murmuré, mi sonrisa creciente.
"¡Nooooo, necesita el palo!" Reprimí una risa. "Aquí tengo el palo". Me incliné sobre el borde de mi litera y puse una mano en su frente. Ella sonrió y tomó mi mano entre las suyas. "Gracias, Doofus." Murmuró, acariciando mi mano. Mis ojos se abrieron y un sonrojo adornó mis mejillas. Pensé en todas nuestras estúpidas discusiones y en los pocos momentos de paz entre nosotros dos, y sonreí. Me incliné más sobre el borde de la litera y le di un beso en la mejilla a Gwen. "Cuando quieras, Gwen."

El rostro de Gwen ardía, una sonrisa creciendo en su rostro cuando su primo apartó su mano. Cuando lo sintió moverse en su litera y luego relajarse, salió de su litera y le plantó un beso en la frente.