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Las miradas que se dedicaban siempre fueron fugaces pero intensas, era como si se quisieran deborar completamente en cuestión de segundos, en realidad, era él quien te ponía la piel de gallina, incluso si no le estabas prestando atención, sentías como su mirada penetraba tu alma y te desnudaba por completo. Era gracioso, tenías una idea de lo que pensaba siempre que te veía entrenando, más sin embargo todo era camuflado con sus chistes amistosos y burlescos, pero el hecho de que se pusiera a reír de aquí para allá con los reclutas y soldados, no ocultaba las venas sobresalientes por la presión que ejercia en sus puños cerrados, ni sus ojos cargados de deseo o celos en cada ocasión en la que te miraba realizando ejercicios o hablando con alguien del sexo opuesto.
- Creo que ya es suficiente, pueden retirarse después de hacer el estiramiento chicos, lo han hecho muy bien, sigan así.-felicitaba a todos por sus logros y cumplir con el entrenamiento.
-__-chan, vas a ir con nosotros a celebrar ¿no es cierto?-de la nada, un hombre de mayor estatura y pelo pincho desordenado se te acercó, era Kafka, el mayor de la división.
-Hibino Senpai, no sé si me vaya a dar el tiempo, pensaba ir directamente a mi casa a dormir, extraño horriblemente a mis mascotas y cama.-bromeaste en la última parte, te le acercaste un poco más y le entendiste un brazo haciendo entender que vayan caminando y charlando, hasta este punto, podias sentir la mirada de tu novio encima.
- ¿Ehh? eres demasiado joven como para encerrarte en tu casa, no te cierres a la hermosa experiencia de compartir un día libre con tus compañeros y brindar un poco.-Mientras decía aquello, su mano se extendió y termino posándose en tu cabeza, sinceramente, a este chico lo mirabas como a un hermano, por más que tuviera sus treinta y pico años, sus vibras se acentuaban a las de un joven en años de preparatoria.
- Si, si, si, pero tengo muchas cosas que hacer en mi casa,-suspiraste cansada mientras le dabas a tu acompañante unas cuantas palmadas en la espalda- pero prometo que, si termino antes de lo previsto de hacer mis quehaceres, iré y tomaré diez chops.- lo miraste decidida y entendiste tus puños al aire.
- ¡Bien!-tu mayor copio la acción y con una gran sonrisa te extendió el dedo meñique-más te vale cumplir tu palabra mocosa, no te dejare ir sin esos diez chops.
- Yo nunca rompo una promesa Senpai.-
Todos miraban la escena con interés y gracia, sinceramente, de no ser porque ustedes dos tienen diferentes apellidos, las personas realmente los considerarían hermanos por el gran parecido en personalidad, la única diferencia era que eres el doble de aplicada que tu mayor y poseias un increíble don en el combate, todos podían apreciar el cariño familiar que se tenian..todos menos tu pareja.
