Distracción

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14 de septiembre

Martes!

ring! Ring!

Alcé mi mano y apague la alarma, 6:40 am, suavemente empecé a despertar a Daya, tiene que ir al colegio y yo a la universidad, y es mejor estar despiertas antes que mi madre se ponga a gritar como loca que somos flojas.

-Daya!! Venga despierta, es hora de ir al cole- la levante.

-No quiero ir- dijo en medio de un bostezo

-Tienes que ir, ya sabes cómo mamá se pone cuando no quieres ir- cogi mi toalla y me metí al baño.

Escuché como Daya salia de la habitación, me duche rápido, me puse lo que encontré de primero, tenía que ir temprano, para encontrarla de nuevo.

-Otra vez no desayunas?.... Emma no des el mal ejemplo a tu hermana- mamá empezaba con sus sermones de todos los días.

-Llegare tarde, no me esperen para cenar... Aunque nunca lo hacen- agarre mi mochila y salí muy rápido.

Mientras iba de camino envié un mensaje de texto a Jenni.

Llegaré temprano,
Estaré en la cafetería.

Jenni💓
Venga, allá nos vemos

Entre a la universidad, intentando ver si por algún rincón aparecía ella, en mi mente solo existía la imagen de esa hermosa mujer.

Siempre existió una parte de mi que nunca se sintió atraída por chicos, aún así estuve con dos, nada interesante, inmaduros y idiotas. Me di cuenta de mi sexualidad a los 16 años, cuando en el instituto ingresé y me hice amiga de una chica muy linda, mis sentimientos por ella florecieron pero no los acepte.

-Señorita Emma!.... Tan temprano por acá?- la profesora Carolina me detenía.

-Eh.... Si, vengo por un café y a esperar a mi amiga-  dije pasando de ella.

No soy así, pero literalmente esta mujer me da mala Sensación y ahora mi finalidad es encontrar a la otra mujer.

Llegue a la cafetería, me pedí un café, me senté en una mesa vacía y saqué mi cuaderno de dibujo, necesitaba plasmar la imagen de ella en un papel.
Con mis audífonos me dispuse a dibujar, muy tranquila.

Durante mi niñez dibujar se vio como un refugio para mí, dibujaba siempre que sentía que todo se me venía encima, aprendí a reprimir mis emociones y a controlarlos de una manera muy diferente. Me hizo ser madura y saltarme varias etapas de mi vida.

-¿Esta ocupado?-

Alcé mi mirada y pause mi canción.

-No, está libre- dije viendo a la chica de ojos marrones.

-Soy Irene - dijo sentándose enfrente de mi.

- Un gusto, soy Emma- dije sonriendo amablemente.

-Que bien dibujas Emma! - sonreía delicadamente.

-Gracias- seguí con mi dibujo, lo sé es de mala educación ignorar a alguien, pero no soy sociable y recién la conozco, me siento incómoda.

-Espera!- dijo deteniendo mi mano -Ella se parece a mi profesora de Marketing- dijo intentando descifrar mi dibujo.

Así que es profesora, es lo único que necesitaba saber.

-Enserio??... La verdad no la conozcoz, se me acaba de ocurrir dibujarla- dije muy nerviosa.

-Claro es La profesora Aird.... Me parecía conocidos esos hoyuelos- reía divertida.

-Eh... Bueno no lo sé, no la conozco- dije guardando mi libreta.

-No espera! Adónde vas?- dejo de reír inmediatamente.

-Voy a clases, ya voy tarde.... Un gusto conocerte Irene- cogí mis cosas y la dejé atrás.

Por que huyó siempre, no lo entiendo, podría haber sacado más información de ella, no era necesario correr como una cobarde.
Soy tan idiota.

-Auch- sentí como choque contra una mujer y mi móvil salió volando.

-Oh Dios, perdon.... Perdón, no me di cuenta - dije

-¿Estas bien Emma? - una Suave voz conocida llegaba hasta mis odios y de inmediato supe de quién se trataba.

- Eh... Si estoy bien, perdón siempre ando chocando con todo, discúlpeme profesora Carol- recogía mi móvil.

-No te preocupes, a todos nos pasa.... Vas al salón?- pregunto enarcando una ceja.

-Si, pensé que llegaría temprano Jenni pero creo que se retraso-

-Entonces acompáñame - dijo tomandome del brazo.

Me deje guiar por ella, llegamos al salón no había nadie, más que nosotras dos.

Hizo el gesto que me sentará, yo muy obediente hice caso y me senté frente a su escritorio, mi corazón estaba latiendo demasiado fuerte, ella me pone muy incómoda, siento una sensación incómoda, pero a la vez siento una tranquilidad, no lo entiendo.

-Bien, háblame de ti- dijo sacando una pequeña libre de su escritorio.

-No se que decir- dije jugando mis dedos.

-Tranquila, no es un interrogatorio, solo que seré tu tutora y necesito saber por tus palabras como te describes- dijo

Como le digo que yo me describo como la persona más cobarde, inútil y insegura del mundo.... Jamás le diría eso.

-Pues....... Yo .... Me describo como una persona responsable y amable- dije sintiendo un alivio.

-Bien...  Eso me basta- dijo terminando de anotar. -Ya es hora que todos entren, puedes ir a tu lugar si deseas- se puso de pie y camino a la entrada.

La clase fue demasiado incómoda, Jenni trato de hacerme sentir bien, pero me sentía demasiada incómoda y no sabía que hacer.
La siguiente semana, no supe nada de ella, por más que intentaba verla, no me la encontraba por ningún lado.
Solo Carolina que siempre intentaba sacarme plática y la verdad lo estaba logrando.

Durante 2 meses estuvimos hablando mucho, en la cafetería después de clases, me sento bien su compañía, y por un momento me olvidé de aquella mujer que nunca apareció.
Deje de buscarla y me centre en mis trabajos y en el tiempo que pasaba con Carolina.

Me dio una enorme confianza que termine contándole lo que me sucedía en mi casa, mi orientación y lo que sentia, ella siempre me hacía sentir querida, respetada y importante. Incluso después de clases me llevaba a una cafetería.

Creo que me sentía bien con ella, y me estaba empezando a gustar, no lo sé.
Talvez solo por la atención que me daba, pero y la otra mujer?

¿La olvidé?

No lo sé.

Amor de PrimaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora