Hyunjin no ama a Felix, pero está con él porqué Felix quedó embarazado.
Ahora tendrán que descifrar qué sienten por el otro en medio de la incertidumbre, la soledad y los problemas económicos.
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ㅤ★ Inicio: 29/06/23...
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Observó la cajita negra entre sus manos, suspiró y con sus labios formó una mueca involuntaria.
¿Cuando se atrevería a pedírselo?
Se supone que lo haría antes del nacimiento de sus hijas, pero ahí estaba en el hospital esperando por noticias de su pareja.
—Hwang.
Hyunjin alzó el rostro encontrándose con Minho, se levantó de su asiento y con un rostro preocupado se acercó al obstetra.
—Minho, ¿Cómo está él?
El hombre se quitó los lentes. —Descuida, está bien por ahora. Ya empezaron las contracciones, si deseas puedes pasar a verlo.
Hwang asintió. Minho hizo el mismo gesto, se dio media vuelta y caminó hasta la habitación designada a Felix con el oji verde detrás. Tocó un par de veces antes de abrir la puerta y ambos ingresaron.
Ahí estaba Felix, con sus mejillas rojas y en sus labios una mueca por el dolor. Tan frágil a los ojos de Hyunjin, su instinto lo hizo acercarse para tomar su mano con delicadeza.
Le sonrió. —Bebé, ya estoy aquí.— Notó su rostro sonrojado y su cabello desordenado. Volvió a ver sus dorados ojos. —¿Qué tanto duele?
—Un poco, si...— Se quejó. —Pero puedo manejarlo.
Hyunjin asintió a sus palabras, acarició su mejilla, luego dirigió sus ojos a Minho.
—¿Qué tanto le dolerá después?
—No mucho. Lo bueno de los donceles es que, aunque el período de sus embarazos sean delicados, a la hora del parto todo es más llevadero porque tienen buena resistencia al dolor, aunque igualmente pueden haber complicaciones, no creo que sea tan difícil para Felix.— Explicó el doctor Lee.
Felix respiró un poco más aliviado, con sus manos acariciaba su gran estómago. Sus bebés estaban inquietas.
Ya pronto las tendría entre sus brazos.
—Todo saldrá bien.— Aseguró Hyunjin.
Sus ojos se encontraron y ambos sonrieron, pero pronto la sonrisa de Felix se transformó en una mueca por el dolor de una nueva contracción. Hyunjin también colocó su mano en el estómago de Felix y lo acarició para relajarlo.
Al parecer tienen prisa por estar aquí, pensó Hyunjin.
—¿Será por cesárea, verdad? ¿Cuánto tengo que pagar?
Minho negó. —Puede ser parto natural, pero sea cuál sea será gratis. El estado tiene muy consciente que los donceles son más delicados y complicados que las mujeres embarazadas, así que les dan ciertas preferencias.
—Sea cuál sea, será gratis porque pueden haber complicaciones...
—Exactamente.— Retiró sus manos de los bolsillos de su bata y tomó el estetoscopio en su cuello. —Vamos a revisar sus latidos, ¿Bien?
