! ୧ Treinta y dos.

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Otra semana de trabajo terminó para Hyunjin y puede catalogarla como una de las peores

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Otra semana de trabajo terminó para Hyunjin y puede catalogarla como una de las peores. Kim Chaseung se encargó de hacerle la vida imposible.

¿Cómo? Pues luego de aquel día donde tuvieron la discusión con la mujer, ella lo llamó a su oficina y dijo que su sueldo lo redujo a la mitad sin ninguna explicación, pero claro que Hyunjin sabía el porqué.

Ser tratado de esa forma es indignante y completamente injusto.

Luego, por si fuera poco, lo llenó de tareas que van más allá de su trabajo como secretario. ¿Limpiar su oficina? ¿Ordenar sus libros? ¿Quedarse hasta altas horas de la noche para clasificar papeles sin ningún sentido? iNada de eso es su maldito trabajo! Agregándole a eso los malos tratos y obvias indirectas hacia su pareja o hasta él mismo.

Era un abuso que Hyunjin no queria soportar pero si renunciaba ahora, ¿Quién pagaría los gastos en casa o los medicamentos de su madre? Exacto. Nadie.

Esas preguntas impedían que él renunciara de una buena vez, porque tenía responsabilidades que atender más allá de su bienestar.

—Cuando vuelvas vas a limpiar mi baño privado y me traerás café. Y ahora sí, largo.

Hyunjin apretó la mandíbula y asintió. Salió de ahí con la rabia picando su cuerpo.

Horas después había hecho lo que la mujer le ordenó aunque realmente no quisiera lidiar con ello. Ella salió de ahí diciendo tener una reunión importante, dejándolo solo detrás de su escritorio.

—Hola Hwang.

—Hola... ¿Cómo has estado esta semana?— Dijo mientras dejaba de lado los papeles en sus manos. —Casi no hemos podido hablar.

—Mal. Mi madre me ha ordenado sin parar que acabe mi relación con Tzuyu. Ha tratado de convencerme de todas las maneras posibles además de darme trabajo extra en casa para lidiar con problemas de la empresa, me mandó a diferentes lugares de Corea para reuniones sin sentido, de hecho mi cabeza da vueltas por tanto viajar, ja, sumándole amenazas y dolores de cabeza.

Hyunjin al principio no entendía el odio de Chaesung hacia la familia de Tzuyu, los Choi dueños de las farmacias One & One. Pero luego de que Seungmin le contara su historia entendió.

La mujer y los Choi tenían buenas relaciones hace años cuando aún estaba casada con el padre de Seung. Pero ellos rompieron sus alianzas luego de que el padre de Seungmin se fuera con su amante doncel, que fue cuando Kim Chaseung se dio cuenta que el señor Choi es hermano del doncel con el que su padre se fue.

Los odiaba por ser familia de la persona que le quitó a su esposo.

Ella lo vio como una clara traición, decidió alejarlos de su compañía y tacharlos de su vida con obvios pero injustificados rencores.

—Nunca había conocido esa cara de mi madre...— Concluyó. Seungmin se apareció y lo miró. —Cielos, te ves muy cansado hombre.— Preocupado vio las ojeras de cansancio en Hwang junto a una expresión cansina.

El oji-verde negó. —Me siento horrible, te juro que tengo un dolor de cabeza que no se va.

—¿Qué te ordenó que hicieras?

—Limpié su estúpido baño privado.— Dijo con clara molestia.

Últimamente groserías se han escapado de su boca cuando referirse a sus tareas del día a día se trata. Cansado y falto de sueño.

—Mi madre está loca... pero descuida, yo trataré de conseguir un nuevo empleo para ti como acordamos.

Peinó con fuerza sus cabellos. —Ayer me dijo que si renunciaba ella se encargaría de que nadie me contrate.

Seungmin lo miró con sorpresa y la boca abierta, pero pronto se transformó en molestia. —¿Qué mierda? Te amenazó, eso es ir demasiado lejos.

—Lo es, ¿Pero qué quieres que haga? No puedo hacer nada contra su jodido odio sin sentido.— Gruñó.

—Lo único que queda es actuar como la ley lo pide. Ella es mi madre pero está cruzando todos los límites, y no debemos permitirlo.— Demandó Seungmin.

Hyunjin asintió tapando su rostro, se veía muy desganado. Él sólo quería estar en casa y gozar de la tranquilidad de su hogar, los mimos de su pareja y poder conversar con sus bebés.

—¿Ya conseguiste un abogado?

—Justo venía a darte malas noticias.— Hyunjin destapó su rostro y lo miró esperando sus palabras. —Mi madre congeló mi cuenta en el banco, no tengo nada en mi billetera como para contratar un abogado por lo menos decente en poco tiempo y no puedo vender nada porque joder, ella es dueña de prácticamente todo lo que tengo. Me siento tan estúpido.

—No lo eres... Ya veremos la forma, descuida.

Él negó. —No. Debemos hacer algo ahora. Yo puedo soportar las tonterías de mi madre, pero tú tienes una familia y tu relación no va muy bien que digamos, solo... Déjamelo a mí.

Hyunjin agradeció con una sonrisa cansina y exhaló con fuerza. Podía confiar en Seungmin.

—Está bien, confío en ti. ¿Qué tienes en mente?

—Contactaré con tu hermana, la abogada.

Tal como prometió, lo cumplió. Dos días después y gracias a los contactos de Seungmin en el mundo del espectáculo Hyunjin se estaba reuniendo con su hermana en un restaurante de alta calidad y confidencialidad.

Ella había aceptado encontrarse tras haberle presentado el papel donde se confirmaba que compartían sangre. Ahora debía hablar con ella y esperaba le brindara su ayuda.

—Hola, hermana.

La mujer se quitó los lentes dejándole ver sus ojos verdes y sonrió con amabilidad.

—Hola, Hyunjin.

No importa si vuelve a ser un lava platos porque si eso le permite estar cerca de Felix y sus bebés, entonces no le importaría volver a ello aunque se endeudara para pagar los medicamentos de su madre, no le importaría.

No importa si vuelve a ser un lava platos porque si eso le permite estar cerca de Felix y sus bebés, entonces no le importaría volver a ello aunque se endeudara para pagar los medicamentos de su madre, no le importaría

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Desire of love ✧ HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora