Capítulo 2

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Unos días después de su encuentro en el parque, Minji se encontraba atrapada en sus pensamientos sobre Hanni. Cada vez que recordaba aquel encuentro casual bajo la lluvia, su mente se iluminaba con la imagen de Hanni y la sensación de conexión que habían compartido.

Una tarde soleada, decidida a seguir adelante, Minji tomó su teléfono y escribió con determinación:

Minji: Hola Hanni, soy Minji. ¿Te gustaría tomar un café esta tarde?

Los minutos que siguieron fueron una agonía de espera. Finalmente, el teléfono vibró, anunciando un mensaje entrante.

Hanni: ¡Hola Minji! Claro, me encantaría. ¿A qué hora y dónde nos vemos?

Los nervios y la emoción se mezclaron en el estómago de Minji mientras respondía rápidamente con los detalles. Decidieron encontrarse en una pequeña cafetería acogedora cerca del parque donde se conocieron, un lugar con mesas de madera desgastada y el aroma tentador de café recién hecho.

Esa tarde, Minji llegó un poco antes de la hora acordada. Encontró una mesa cerca de la ventana desde donde podía observar las últimas gotas de lluvia que caían fuera. Se sentó, nerviosa pero llena de anticipación, repasando mentalmente los posibles temas de conversación y preguntas que quería hacerle a Hanni.

Poco después, vio a Hanni entrar por la puerta. Llevaba una chaqueta azul que contrastaba con su cabello oscuro, y sus ojos brillaban con una mezcla de timidez y alegría al ver a Minji.

— ¡Hola Hanni! — saludó Minji, sintiendo un cosquilleo en el estómago al verla.

— ¡Hola Minji! — respondió Hanni con una sonrisa radiante mientras se acercaba a la mesa.

Se sentaron y ordenaron café. Los primeros minutos transcurrieron en una breve pausa incómoda mientras ambos parecían buscar cómo romper el hielo.

— ¿Cómo ha sido tu semana? — preguntó Minji, buscando iniciar la conversación.

— Bien, ocupada con la universidad y algunas cosas personales. ¿Y la tuya? — respondió Hanni, agradecida por la pregunta.

A partir de ahí, la conversación fluyó naturalmente. Hablaron sobre sus pasatiempos, compartieron anécdotas divertidas sobre experiencias pasadas y descubrieron que tenían gustos similares en música y películas.

— ¿Te gustaría hacer algo más juntas después de esto? — preguntó Hanni después de un rato, con una expresión esperanzada en su rostro.

— ¡Claro! Me encantaría. ¿Qué te gustaría hacer? — respondió Minji, sintiéndose emocionada por la idea de pasar más tiempo con Hanni.

Decidieron caminar por el parque después de la cafetería, disfrutando del aire fresco y la tranquilidad que seguía después de la lluvia. Conversaron sin prisas, explorando los senderos del parque mientras compartían más detalles sobre sus vidas y sueños para el futuro.

— ¿Cuál es tu película favorita de todos los tiempos? — preguntó Hanni, mirando hacia el cielo que comenzaba a teñirse de colores del atardecer.

— "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos". Me encanta la forma en que exploran la memoria y las relaciones humanas — respondió Minji, sonriendo ante el recuerdo de ver la película con su hermana.

— ¡Qué coincidencia! Es una de mis favoritas también. Tenemos buen gusto — dijo Hanni, con una sonrisa cómplice.

Al caer la tarde, decidieron regresar a la ciudad y se despidieron en la estación de metro cercana.

— Gracias por invitarme a tomar café, Hanni. Realmente disfruté hoy — dijo Minji, con una sonrisa cálida.

— Yo también lo disfruté mucho, Minji. Nos vemos pronto entonces — respondió Hanni, devolviendo la sonrisa.

Minji caminó de regreso a casa con una sensación de felicidad que no había sentido en mucho tiempo. Sabía que había algo especial en Hanni y estaba emocionada por descubrir más sobre ella en las próximas citas.

Esa noche, antes de dormir, Minji sacó su teléfono y revisó los mensajes de Hanni una vez más. Una sonrisa se formó en su rostro mientras pensaba en todas las posibilidades que el futuro podría traer.

Can I Call You Tonight? BbangsazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora