Capítulo 6

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Era una noche clara, con el cielo estrellado y la luna brillando intensamente sobre la ciudad. Hanni y Minji habían decidido subir al mirador más alto para disfrutar de la vista panorámica. El mirador era un lugar especial, conocido por ser el sitio perfecto para confesiones y momentos románticos. Las luces de la ciudad parpadeaban a lo lejos, creando una atmósfera mágica y encantadora.


Hanni y Minji habían llegado temprano para asegurarse de tener el mirador para ellas solas. Mientras se apoyaban en la barandilla, contemplando las luces parpadeantes de la ciudad, Minji no podía evitar sentir una mezcla de nerviosismo y emoción. Había estado pensando en este momento durante semanas, queriendo encontrar la manera perfecta de expresar sus sentimientos por Hanni.

—Es hermoso aquí arriba —dijo Hanni, rompiendo el silencio. —Me alegra que hayamos venido.

—Sí, es realmente hermoso —respondió Minji, tratando de calmar su corazón acelerado. —Me gusta cómo se ve la ciudad desde aquí. Es como si todo el mundo se detuviera por un momento.

Hanni sonrió y asintió. —Es como si estuviéramos en nuestra propia pequeña burbuja, lejos de todo lo demás.

Minji tomó una profunda respiración, sintiendo que el momento había llegado. Giró para enfrentar a Hanni, sus ojos brillando bajo la luz de la luna.

—Hanni, hay algo que he estado queriendo decirte desde hace tiempo —comenzó Minji, su voz temblando ligeramente.

Hanni la miró con curiosidad, sus ojos llenos de calidez y atención. —¿Qué pasa, Minji?

Minji tomó las manos de Hanni entre las suyas, sintiendo el calor y la suavidad de su piel. —Hanni, desde que te conocí, mi vida ha cambiado de tantas maneras. Eres alguien muy especial para mí, y cada momento que pasamos juntas me hace sentir más viva.

Hanni parpadeó, sorprendida pero sin soltar las manos de Minji. —Minji...

—Hanni, te aprecio más de lo que las palabras pueden expresar —continuó Minji, con lágrimas comenzando a formarse en sus ojos. —Me haces sentir cosas que nunca antes había sentido. Cada vez que estoy contigo, mi corazón late más rápido, y cuando no estás cerca, te extraño más de lo que puedo soportar.

Hanni abrió la boca para decir algo, pero Minji la interrumpió suavemente.

—Sé que aún no hemos formalizado nada, y quizás esto sea una sorpresa para ti, pero no puedo seguir guardando estos sentimientos. Hanni, estoy enamorada de ti. No sé cuándo ni cómo sucedió exactamente, pero te amo con todo mi corazón.

Las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Minji mientras sostenía la mirada de Hanni, esperando una respuesta. Hanni, sintiendo una oleada de emociones, apretó suavemente las manos de Minji y sonrió.

—Minji, no tienes idea de cuánto he esperado este momento —dijo Hanni, con la voz entrecortada por la emoción. —Yo también he estado sintiendo lo mismo. Cada día que paso contigo es un regalo, y cada momento me hace amarte más. También estoy enamorada de ti.

Minji soltó un suspiro de alivio y felicidad, las lágrimas ahora mezcladas con una sonrisa radiante. Se acercó a Hanni y la abrazó, sintiendo cómo sus corazones latían al unísono. La brisa nocturna soplaba suavemente a su alrededor, envolviéndolas en un cálido abrazo.

—No puedo creer que esto esté pasando —susurró Minji, cerrando los ojos y disfrutando del momento.

—Yo tampoco —respondió Hanni, acariciando el cabello de Minji. —Pero me alegra que finalmente lo hayamos dicho.

Se separaron ligeramente, solo para mirarse a los ojos una vez más. Hanni levantó una mano y secó las lágrimas de Minji con ternura.

—No quiero que vuelvas a llorar a menos que sea de felicidad —dijo Hanni, su voz suave y llena de amor.

—Prometo que estas serán las únicas lágrimas que verás —contestó Minji, riendo suavemente.

Hanni sonrió y, sin pensarlo dos veces, se inclinó para besar a Minji. Fue un beso suave y lleno de emoción, como si el mundo entero se detuviera a su alrededor. Las luces de la ciudad, el cielo estrellado y la luna parecían desaparecer, dejando solo a Hanni y Minji en su pequeño universo.

Cuando finalmente se separaron, ambas estaban sin aliento pero sonriendo.

—Esto se siente como un sueño —dijo Minji, acariciando la mejilla de Hanni. —Un sueño del que nunca quiero despertar.

—No es un sueño, Minji. Es nuestra realidad. Y quiero pasar cada momento de esta realidad contigo —respondió Hanni, su voz llena de determinación y amor.

Se abrazaron nuevamente, sintiendo la calidez y la seguridad en los brazos de la otra. El mirador, con su vista panorámica y su atmósfera mágica, se convirtió en el escenario perfecto para el comienzo de su historia de amor.

A medida que la noche avanzaba, Hanni y Minji se quedaron en el mirador, hablando y compartiendo sus sueños y esperanzas para el futuro. Cada palabra, cada gesto, fortalecía el vínculo que acababan de formalizar.

—¿Recuerdas la primera vez que nos conocimos? —preguntó Hanni, sonriendo al recordar ese día.

—¿Cómo podría olvidarlo? —respondió Minji, riendo. —Fue en ese parque, bajo la lluvia. Nunca imaginé que ese encuentro cambiaría mi vida de esta manera.

—Tampoco yo. Pero desde ese momento supe que había algo especial entre nosotras —dijo Hanni, apretando la mano de Minji.

—Y pensar que todo comenzó con un simple "hola" —añadió Minji, sintiendo una oleada de gratitud por cada momento que habían compartido desde entonces.

Hanni asintió, mirando a Minji con ternura. —Estoy tan agradecida por cada instante contigo, Minji. No puedo esperar para ver lo que el futuro nos depara.

—Juntas podemos enfrentar cualquier cosa —afirmó Minji, segura de sus palabras. —Y siempre estaré aquí para ti, en los buenos y malos momentos.

Se abrazaron nuevamente, sintiendo la fortaleza y el amor en el abrazo de la otra. Sabían que el camino no siempre sería fácil, pero estaban dispuestas a enfrentarlo juntas, confiando en el amor que compartían.

Cuando finalmente decidieron bajar del mirador, caminaban de la mano, sintiendo que habían dado un paso importante en su relación. La ciudad, que antes parecía inmensa y llena de desafíos, ahora se veía como un lugar lleno de oportunidades y aventuras que vivirían juntas.

—¿Te gustaría ir a ese café que tanto te gusta? —sugirió Minji, queriendo prolongar la noche especial.

—Me encantaría —respondió Hanni, sonriendo.

Caminaron juntas, disfrutando de la noche y de la compañía mutua. Llegaron al café, donde se sentaron en su mesa favorita, recordando todos los momentos especiales que habían vivido allí. Mientras bebían sus bebidas calientes, Hanni tomó la mano de Minji y la miró a los ojos.

—Quiero que este sea solo el comienzo de nuestra historia —dijo Hanni, con voz suave pero firme. —Quiero hacer muchos más recuerdos contigo, explorar nuevos lugares, y enfrentar cada desafío juntas.

—Y yo también, Hanni. Quiero que nuestra historia sea inolvidable, llena de amor y felicidad —respondió Minji, sintiendo que su corazón estaba lleno de esperanza y amor.

Se quedaron en el café hasta altas horas de la noche, hablando, riendo y disfrutando de la presencia de la otra. Cada momento compartido fortalecía su conexión, haciendo que se sintieran más unidas que nunca.

Cuando finalmente decidieron irse a casa, caminaban juntas por las calles tranquilas de la ciudad, sintiendo que estaban listas para enfrentar cualquier cosa que la vida les presentara. Su amor, que había comenzado como una chispa, ahora ardía con una intensidad que las llenaba de calidez y seguridad.


Aunque no todo dura para siempre 

Can I Call You Tonight? BbangsazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora