Capítulo 7

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Desde su confesión en el mirador, Hanni y Minji se habían vuelto inseparables. Pasaban sus días explorando la ciudad, compartiendo sueños y risas, y disfrutando de la compañía mutua. Sin embargo, como toda relación, la suya no estaba exenta de problemas. Las primeras señales de tensión comenzaron a aparecer, no por falta de amor, sino debido a las presiones externas que comenzaban a afectar su relación.

Las familias de ambas chicas, aunque cariñosas y bien intencionadas, empezaron a mostrar su preocupación por la seriedad de su relación. Los amigos, algunos apoyando y otros cuestionando, también añadieron presión. Hanni y Minji, aunque profundamente enamoradas, se encontraron luchando contra expectativas y juicios ajenos.

Una tarde, mientras paseaban por el parque donde se habían conocido, Hanni mencionó las preocupaciones de su familia.

—Mis padres creen que estoy dedicando demasiado tiempo a nuestra relación —dijo Hanni, con un suspiro. —Piensan que debería enfocarme más en mis estudios y en mi futuro.

Minji frunció el ceño, preocupada. —¿Y qué piensas tú? ¿Crees que esto nos está afectando?

Hanni tomó la mano de Minji y la apretó con suavidad. —No, para nada. Tú eres lo más importante para mí. Solo quiero encontrar una manera de equilibrar todo.

Minji asintió, sintiendo un nudo en el estómago. —Entiendo. Mi familia también ha estado diciendo cosas similares. A veces siento que no nos entienden.

Decidieron hablar con sus familias para intentar explicarles lo que significaban la una para la otra. Esa noche, Hanni visitó a sus padres con la esperanza de hacerles entender.

—Mamá, papá, necesito hablar con ustedes —dijo Hanni, sentándose en la sala. —Sé que están preocupados por mí y por mi relación con Minji, pero quiero que entiendan que ella es muy importante para mí.

Sus padres la miraron con preocupación, pero también con amor. —Hanni, solo queremos lo mejor para ti. Queremos que tengas un buen futuro, y a veces nos preocupa que te estés distrayendo demasiado.

Hanni respiró hondo. —Entiendo sus preocupaciones, pero Minji no es una distracción. Ella me apoya en todo lo que hago, y juntos somos más fuertes. Les prometo que no descuidaré mis estudios ni mis responsabilidades.

Esa noche fue larga, llena de conversaciones sinceras y emociones a flor de piel. Al final, sus padres parecieron comprender un poco mejor, aunque aún mantenían algunas reservas.

Mientras tanto, Minji tenía una conversación similar con su propia familia. Aunque no fue fácil, también logró transmitirles lo importante que era Hanni para ella y cómo su amor la hacía más fuerte y más enfocada en sus metas.


A pesar de estos esfuerzos, las tensiones no desaparecieron por completo. Los comentarios de amigos y familiares seguían siendo una fuente constante de estrés. Un día, mientras estaban en su café favorito, Minji estalló.

—No puedo seguir soportando esto, Hanni. Parece que todos están en contra de nosotras —dijo, su voz quebrándose.

Hanni la miró con tristeza, sintiendo su propio dolor reflejado en los ojos de Minji. —Lo sé, Minji. Pero tenemos que ser fuertes. Sabíamos que no sería fácil.

Minji suspiró, frotándose las sienes. —Lo sé, pero a veces me siento tan agotada. Solo quiero que todos nos dejen en paz y nos permitan ser felices juntas.

Hanni tomó las manos de Minji, mirándola con determinación. —Entonces, busquemos soluciones. No podemos dejar que esto nos destruya. Hablemos con nuestros amigos, tratemos de hacerles entender nuestra perspectiva. Y con nuestras familias, continuemos demostrando que podemos manejar esto.


Decidieron ser proactivas. Organizaron una reunión con sus amigos más cercanos, aquellos que aún tenían dudas sobre su relación. En un ambiente relajado y abierto, Hanni y Minji hablaron sinceramente sobre sus sentimientos y desafíos.

—Entendemos que puedan tener preocupaciones —dijo Hanni, mirando a sus amigos. —Pero queremos que sepan que estamos comprometidas a hacer que esto funcione. Nos apoyamos mutuamente y no permitiremos que nada ni nadie nos separe.

Minji asintió, añadiendo —Nuestra relación es parte de lo que somos, y solo pedimos su apoyo y comprensión.

Sus amigos, algunos sorprendidos por la seriedad y la pasión en sus palabras, comenzaron a verlas con nuevos ojos. Gradualmente, la atmósfera se relajó, y las dudas se disiparon un poco.

Con sus familias, continuaron mostrando su compromiso no solo con su relación, sino también con sus estudios y otras responsabilidades. Hanni y Minji encontraron maneras de equilibrar su tiempo, asegurándose de que ninguna parte de sus vidas fuera descuidada.


A pesar de los problemas externos, Hanni y Minji aprendieron a apoyarse mutuamente de maneras más profundas. Cada desafío que enfrentaban juntas las hacía más fuertes y unidas. Aprendieron a comunicarse mejor, a entenderse y a encontrar soluciones efectivas para los problemas que surgían.

Las tensiones no desaparecieron por completo, pero se volvieron manejables. Hanni y Minji se dieron cuenta de que su amor era lo suficientemente fuerte para resistir las tormentas, y su relación se convirtió en un refugio seguro en medio del caos.

Mientras miraban las luces de la ciudad desde su mirador favorito una vez más, Hanni tomó la mano de Minji y la miró a los ojos.

—Hemos superado mucho juntas, y sé que podemos superar cualquier cosa más —dijo Hanni, con una sonrisa.

Minji asintió, sintiendo una oleada de amor y gratitud. —Sí, podemos. Y lo haremos, juntas.

Se besaron bajo el cielo estrellado, sintiendo que, a pesar de los desafíos, su amor continuaba creciendo y fortaleciéndose. Enfrentaron el futuro con esperanza y determinación, sabiendo que mientras estuvieran juntas, podrían superar cualquier obstáculo.

Can I Call You Tonight? BbangsazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora