♡ 𝕆𝕟𝕖 𝕂𝕚𝕤𝕤 ♡ 𝕎𝕠𝕟𝕥𝕠𝕟 ~ 𝔸𝕟𝕨𝕠𝕟

♡7♡

Wonbin se encontraba solo en la sala de prácticas, había ido a la empresa temprano por cuestiones burocráticas y al notar que el sitio estaba completamente vacío, decidió quedarse un rato y pulir algunos pasos de la nueva coreografía.

A veces en serio creía que era demasiado crítico consigo mismo, su mente siempre se ensañaba con mostrarle errores en sus pasos que en realidad no habían, y aún así, le hacia caso a su inseguridad.

Y ahí estaba, la canción se encontraba en el clímax y él no podía dejar de observar sus movimientos en el gran espejo frente suyo. Se dejó caer de rodillas al suelo una vez la canción llegó a su fin, sus manos impidiendo que la caída fuera más fuerte de lo que debería.

Escuchó un silbido a unos pasos de él mientras trataba de normalizar su respiración, girando un poco el rostro para encontrarse al líder de la unidad Wish sentado en el suelo.

— ¿Cuanto tiempo...

— Lo suficiente para saber que has repetido la canción más veces de las que pude contar. — Oh sonrió sin mostrar los dientes, colocándose de pie para ir por una botella de agua en la mesa del fondo para acercarse a Wonbin y entregársela. Éste dándole las gracias por lo bajo. — Ni siquiera notaste cuando entré. — dijo, sentándose junto a él.

— ... L-lo...lo lamento... Creo que me sumergí demasiado en la coreografía.

El menor soltó una pequeña risita y negó despacio con la cabeza.

— Pude darme cuenta de ello, pero, no te preocupes. Solo no te excedas como lo estas haciendo, Wonbin. — le miro algo preocupado. — La coreografía te sale bien, ¿qué es lo que buscas perfeccionar?

Wonbin evitó mirarlo a la cara, Sion pertenecía a ese pequeño grupo de personas a las cuales no les puede ocultar nada. Solo soltó un suspiro, y pensó que no sería tan malo hablar de esto con alguien, sentía que su pecho estaba a punto de explotar.

— . . .Últimamente, no me siento seguro con nada, me siento cansado. — comenzó a decir, jugando de manera nerviosa con sus manos. Sion solo escuchaba atentamente, con un pequeño puchero pintado en sus labios. — . . La presión constante de hacer todo perfecto, de hacer todo por complacer a los demás e-es demasiada, yo. . . y-yo hago todo lo posible por hacer todo bien, pero parece que nunca es suficiente. . — sintió como Sion lo tomaba por los hombros y lo atraía hacia él en un abrazo, éste sintiendo su corazón quebrarse al ver a su amigo al borde de las lágrimas. — N-no estoy durmiendo ni comiendo bien, s-siento que voy a tener un colapso en cualquier momento. . .

— Shh, ya. . . Respira, Wonbin. — el chico estaba a nada de tener un ataque de pánico y ansiedad. Lo dejó llorar, luchando por controlar su respiración. — Sé. . . Sé como te sientes, pertenecer a este mundo no es nada sencillo. Todo se puede volver en tu contra en cuestión de segundos, tienes que actuar de una manera y ser lo que todos quieren que seas. . . Es horrible, lo comprendo, yo también me he sentido así. — su mano se paseaba lentamente por el cabello del mayor, escuchando como sollozaba por lo bajo. — Pero sé que puedo contar con el apoyo de los chicos y eso me reconforta un poco. También tener a alguien como Yushi me trae tranquilidad. — el peli castaño sonrió al pensar en el japonés. — A pesar de que nos invaden las mismas inquietudes, Yushi siempre está ahí para sostener mi mano y hablar conmigo, incluso parece ser mejor líder que yo en ocasiones. — dice riendo, sintiendo como Wonbin se va calmando. — Ese chico es mi pilar en momentos como este.

Wonbin pensó en Anton. Quien siempre estaba al pendiente suyo, que se preocupaba por su bienestar y cuidaba de él más que de si mismo.

Sonrió sin poder evitarlo...

Anton también era su pilar.

— Lo quieres mucho, ¿verdad? — preguntó segundos después, su voz algo gangosa debido al llanto. Sion se sonrojó, sonriendo tímidamente.

— Si, como no te lo imaginas. — ambos soltaron una risa. — Tu eres igual o peor con Chanyoung, ¿de que te ríes?

— Con mi cachorro gigante no te metas, Sion.

Volvieron a reírse, acostándose en el frío suelo de la sala mirando las luces cegadoras en el techo.

— ¿Has hablado con él de estas cosas, Wonbin?

— No, no quiero preocuparlo.

— Lo preocupas más al no decirle como te sientes, tontito. — Wonbin le dió un pequeño codazo en el costado, sacándole una risa al menor. Odiaba darle la razón. — Sé lo suspicaz que puede llegar a ser Anton, no dudo en que sospeche ya que algo te pasa.

— . . . Probablemente.

— Quizás no te lo pregunta porque no quiere agobiarte aún más y prefiere darte tu espacio.

— ¿Desde cuando te volviste tan sabio, Sion?

El menor lo miro de mala manera, sacándole la lengua de manera infantil.

— Yushi es un poco parecido a ti. — respondió en cambio. — Él tiende a cerrarse en si mismo, aun le cuesta hablar de sus emociones conmigo. Pero soy el más feliz cuando lo hace, porque sé que puedo hacer algo para ayudarlo. Así como él me ayuda a mi cuando siento que no puedo más.

Bueno, Sion tenía un punto.

Ese día, al volver al dormitorio, Wonbin se encerró en los brazos de Anton. Dejando salir todas sus preocupaciones, todos sus miedos e inquietudes. Anton se encargó de secar sus lágrimas y de besar sus mejillas, dándole palabras de ánimo, diciéndole lo mucho que amaba el verlo esforzarse cada día.

Pero, sobretodo, diciéndole que su apoyo era incondicional, que no estaba solo y que podía contar con él para lo que fuese.

— Honey.

— Hmm?

— I love you, you know that, right?

Wonbin sonrió, acurrucándose más en el pecho del menor.

— Lo sé y yo te amo más, chanyoungie.

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