¿nos odiamos?

15

Ya paso un tiempo desde que Bauti esta entubado.

Voy todos los días a verlo y a veces lo veo.

La verdad es que nuestra relación es bastante cordial pero ya se perdió la conexión.

Aunque no puedo evitar recordar todo lo que vivimos cada vez que lo veo.

Recordar todo lo que pasamos juntos es un poco doloroso, pero no se puede hacer nada.

Hoy me levante temprano y me arregle para ir a ver a Bauti.

llegue al hospital y la recepcionista me sonrió.

—Buen días Maira.

—Buen día.

entre a la habitación y me senté en la silla que estaba al lado de la cama.

—Hola Bau, te tengo que contar un montón de cosas. No sabes todo lo que paso en estos días. Te prometo que cuando te despiertes te cuento todo.

Me di la vuelta cuando escuche que se abrió la puerta.

Entro por la puerta y me vio.

—Hola.

—Hola.

nos miramos durante unos segundos hasta que yo mire hacia otro lado.

—¿Alguna novedad?

—Cero, ¿Cuándo va a despertar?

—Me encantaría saberlo, Julieta.

—No sé que haría si le pasa algo.

—No te preocupes, va a estar bien.

Asentí y trague grueso.

no podía imaginarme mi vida sin Bauti en ella.

De solo pensarlo quería llorar.

pero no iba a hacerlo con el presente, no quería verme débil.

Sentí su mano en mi hombro y me gire para mirarlo.

—No Tenes que fingir estar bien.

—Estoy bien.

—Tampoco tenes que mentirme, te conozco rubia.

—¿Si? Entonces te quedaste en el pasado, ya esta ya fue esa Julieta.

—Yo diría que no cambiaste tanto, no podes cambiar tus sentimientos.

—Si puedo, lo hice hace bastante.

—Rubia, el amor que sentís por Bauti no lo vas a cambiar nunca, y se te nota en los ojos lo que te duele verlo así, Tenes los ojos llenos de lagrimas pero no lloras porque estoy yo, ¿Vos sabes que podes llorar aunque este yo?

—¿Si? Yo creo que no. Déjame sola, porque aunque vos digas que con vos puedo llorar yo misma no me lo permito.

El me agarro de las muñecas y me abrazo.

Intente separarme pero el tiene mucha más fuerza que yo.

Me largue a llorar y el beso mi cabeza.

no correspondí a su abrazo pero apoye mi cabeza en su pecho.

Solloce en su pecho y el acaricio mi espalda.

me separe de el y agarro mi cara entre sus manos.

—¿te sentís bien?

—No, mi amigo esta dormido y no sé si se va a despertar, yo no se que hacer si a el le pasa algo, no me puedo imaginar mi vida sin el.

—Te prometo, que va a estar bien, ¿Si, me escuchas? Va a estar bien.