Capitulo 63

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Hela ni siquiera se molestó en bloquear el fuego del bláster que rebotaba inofensivamente en su piel mientras levantaba ambas manos. Numerosos pilares afilados se dispararon desde el suelo y atravesaron a docenas de alienígenas hostiles que tuvieron la desgracia de pararse frente a ella. De todos los Vengadores y sus aliados, era la Diosa de la Muerte quien posiblemente estaba infligiendo el mayor daño a las fuerzas de Thanos.

Detrás de Hela había cientos de tropas Sakaarianas, exploradores y Chitauri que murieron en sus manos. La mayoría de ellos habían sido asesinados por el filo de una cuchilla... aunque algunos de los cadáveres alienígenas tenían sus extremidades o cabezas arrancadas. Su mascota, el lobo asgardiano, estaba causando estragos en las tropas alienígenas a poca distancia. Sus armas ni siquiera dejaron un rasguño en Fenris mientras sus patas gigantes pisoteaban a algunos Sakaarianos mientras mordía a algunos exploradores hasta matarlos con sus colmillos. Casi inmediatamente después, escupió los cuerpos alienígenas masticados.

Los Outriders todavía no tenían buen sabor en absoluto... incluso aunque vinieran del pasado.

En lo alto del cielo, Valkyrie derribó a un leviatán chitauri clavándole su lanza en el centro de la frente. Sangre negra y trozos de materia cerebral brotaron de la herida mortal del alienígena serpentino cuando ella sacó su arma. El transporte de tropas viviente cayó y se estrelló en el lago de abajo, salpicando enormes olas de agua al impactar.

La Diosa de la Muerte mentiría si dijera que no se lo está pasando bien en estos momentos. Siempre se sentía como en casa en el calor de la batalla... aunque no era como antes, cuando masacraba sin piedad al enemigo solo por diversión. Ahora luchaba para salvar billones de vidas de un tirano genocida cuya locura superaba a la suya cuando no era más que una herramienta asesina de su padre.

Luchar por una causa tan noble todavía se sentía un poco extraño, pero también le dio a Hela un buen sentido de orgullo.

Al girar la vista hacia la derecha, vio a Spider-Man pateando a un explorador en la boca. Su mandíbula inferior se rompió por el poderoso golpe y casi se desprendió del cráneo. El explorador se precipitó por el aire durante unos segundos antes de estrellarse contra uno de sus hermanos. Un poco detrás de él estaba la Bruja Escarlata, que levantó telequinéticamente a una docena de artilleros Sakaarianos en el aire con una mano. La energía roja alrededor de su mano desapareció una vez que los alienígenas paralizados estuvieron lo suficientemente altos... y ella simplemente los dejó caer hasta morir.

Hela sonrió burlonamente ante su método simple pero inteligente de acabar con el enemigo mientras se dirigía hacia la posición de Spider-Man. En el camino, agarró a un Outrider por el cuello y lo giró hacia un lado. Se escuchó un fuerte crujido cuando el cuello del alienígena se rompió y el resto del cuerpo se desplomó en un montón sin vida.

Spider-Man acababa de arrebatarle un rifle de energía de las manos a un dron Chitauri con su telaraña... cuando Hela apareció de repente detrás de él y le atravesó la espalda con una espada negra. La espada sobresalía del torso del alienígena muerto, con sangre púrpura goteando a lo largo del borde de la hoja.

"Hola Peter."

Los labios del joven Spider se curvaron en una sonrisa. "Hola. Gracias por venir a ayudarnos".

Hela le devolvió la sonrisa y le pasó la mano por la mejilla enmascarada. "Por supuesto, mi amor. Me alegro de que hayamos podido llegar a tiempo".

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