Residente

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Ya casi era medianoche aunque faltaban como veinte minutos, tome fuerza para hacerme una cola de caballo en la cabeza y suspiré, el pelo castaño oscuro rogaba por estar suelto.
Me mire una última vez en el espejo del lado de mi cama y decidí tomar la mochila.
Según Wikipedia-¿no juzgo, quien no busca por ahí?-cada residente tenía un casillero para guardar sus cosas, y en el contrato también lo decía, así que colgué la mochila a mi hombro y empecé a caminar.

Mire mi celular y vi en el un mensaje de mamá.

Chat de mamá:

Escucha, Clara

¿Cómo estas?

¿Ya te depositaron el dinero?

No van a pagarte nada.

Clara, contéstame

Es algo estupido, ya volverás arrastrando tu maleta para Amsterdam otra vez.

Sacudí mi cabeza algunas veces para sacarme el gusto agrio que me había dejado en la boca, abrí la nevera antes de meter una manzana en la mochila.

-¿Tu no te ibas a la tarde?-Hollie se cruzó de brazos en la puerta de la cocina.

Me puse como el color de la manzana que antes tenía en la mano.

-Hablemos con la verdad-me crucé de brazos antes de acercarme un poco a ella-menti porque me caen mal los amigos de Alex, entonces no quiero cruzarme a ese idiota que no se como se llama y...eso.

Ella me levanto una ceja antes de suspirar y darme un abrazo.

-Bien, dale que se te hace tarde y tú padre quiere llevarte, algo que me parece demasiado raro.

Le asentí antes de darle un beso en la mejilla y correr para afuera, dónde ví que papá estaba impaciente mirando hacia adentro, cuando me vio llegar dijo algo como "por fin" y se metió dentro del auto, le sonreí como un ángel antes de mirar otra vez mi celular.

Chat de Cony:

Clari

Ya

Ahora

¿que?

Volví con Félix

Literalmente me atragante con mi propia saliva, antes de acordarme al idiota de Félix con la mano en la nariz en el preescolar.
Le contesté rápido.

¿Con ese come mocos? Que asco

Lo dice quien le gustaba Raven.

Una cosa es decir que soñé con él, otra cosa
decir que me gusta, Cony

-Llegamos-abri los ojos enorme cuando levanté la cabeza, eso era enorme.

-Joder, ¿es momento para arrepentirse?

Papá me tomo la mano y lo mire.

-¿Y que te pierdas todo lo que construiste desde que tienes dieciocho? yo te digo que no.

-Gracias papá, eso fue de gran ayuda.

Suspiré un poco fuerte antes de tomar la mochila entre mis pies y bajar del auto, con la otra mano saludé a papá que me susurro un "suerte" y camine hacia la puerta donde habia un grupo de personas, en donde habia un letrero que decia "Residentes recién llegados"

El diagnóstico que nos dimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora