ᴄᴏɴᴇxɪᴏɴ - 𝙨𝙝𝙖𝙙𝙖𝙞𝙡𝙨 -

🌻. ۵ 〚 capitulo uno 〛ও

El sol brillaba intensamente sobre el verde paisaje de Mobius. Aunque en tiempos pasados se conocía por sus colinas y una gran variedad de paisajes silvestres, en estos nuevos tiempos, los habitantes habían comenzado a establecer pequeñas ciudades, llenando gran parte de estos lugares.

Este desarrollo se les hacía más complicado para los héroes de la zona, pues debían combatir contra el "mal" sin causar grandes desastres en el proceso y eso era cosa difícil...

En Mobius por otro lado, la jerarquía de alfas, betas y omegas era una parte integral de la comunidad y en su forma de vida. Las ciudades recién construidas estaban llenas de actividad, con mobianos de todas las clases jerárquicas colaborando y conviviendo juntos. Los alfas, conocidos por su liderazgo y fuerza, solían ocupar puestos de autoridad, mientras que los betas, equilibrados y trabajadores mantenían la sociedad funcionando y los omegas, aunque vistos a veces como más vulnerables, desempeñaban roles cruciales y eran protegidos por sus comunidades.

A pesar del paso del tiempo, el equipo seguía siendo "el mismo", aunque con notables diferencias. Ahora, todos conocían completamente sus identidades dentro de esta jerarquía. Pues cuando eran niños, solo estaban juntos y despreocupados de estas reglas que siempre habían existido en su sociedad. Sin embargo, ahora que eran adultos, se habían adaptado muy bien a sus "circunstancias". Muchos de ellos incluso habían logrado emparejarse, y una de estas parejas habían formado su primera familia.

Pero algo que nunca iba a cambiar sería seguir enfrentando a Eggman. Aunque este "villano" ya estaba envejeciendo y sus amenazas no eran tan constantes, las veces que atacaba eran ya predecibles para el equipo. De hecho, habían cronometrado sus ataques, lo que les permitía prepararse con anticipación. Esto era algo muy bueno para el equipo, que ahora optaba por tener nuevos trabajos además de ser "héroes". Formaban parte de la sociedad, tratando de llevar una vida normal y corriente.

Como nuestro querido zorrito de dos colas, Tails, quien se encontraba en su hogar tratando de corregir muchos trabajos de sus alumnos. A pesar de haber cumplido ya 18 años estando cerca de sus 19 y siendo un omega en esta jerarquía, gracias a su muy gran intelecto había logrado convertirse en profesor de una universidad. Esta posición le permitía seguir trabajando en sus inventos, un aspecto de su vida que adoraba. Sin embargo, corregir el trabajo de sus alumnos era una tarea agobiante y un poco aburrida.

Desde que Sonic se había casado con Amy y se habían mudado a otro lugar, Tails se sentía más solo de lo habitual, ya que su buddy de toda la vida ya no vivía con él. Recordaba con nostalgia cuando sus dos amigos se habían casado, claro, todo "en contra de la voluntad" del erizo, como solía decir Sonic, lo que siempre hacía reír a Tails. Además, Sonic y Amy recientemente habían formado una familia, teniendo una pequeña bebé que ahora era la adorada sobrina de Tails.

A menudo, Tails pensaba en aquellos días más simples, cuando las responsabilidades eran pocas y las aventuras eran lo único en sus mentes. Ahora, con el peso de sus nuevas responsabilidades y la soledad que sentía, su vida se había vuelto más compleja. Como omega, a veces se sentía limitado por las expectativas y la protección excesiva que su jerarquía le imponía. Aunque se mantenía ocupado y se esforzaba por encontrar alegría en su trabajo y sus inventos, en el fondo, deseaba algo más.

Sentía una punzada de envidia al pensar en Sonic, quien no solo había encontrado el amor, sino que también había formado una familia con Amy. Mientras corregía los trabajos de sus alumnos, no podía evitar quejarse en silencio de su propia soledad.

-¿Por qué yo no puedo tener eso?..-

se preguntaba, sintiendo un vacío que sus logros académicos y profesionales no podían llenar. La casa, que antes resonaba con las risas y conversaciones de sus amigos, ahora se sentía desoladamente silenciosa.