𝐒𝐄𝐗, 𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐒𝐄𝐗 ; 𝐁𝐢𝐥𝐥𝐢𝐞 𝐄𝐢𝐥𝐢𝐬𝐡 𝐟𝐭 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳

three

Estaba exhausta, necesitaba dormir y luego de lo que pasó con Tom en el baño me daba repulsión mirarme al espejo.

- Billie, dentro de tres semanas tenemos que reunirnos con los chicos de Tokio hotel para la colaboración de este año, eso dará un salto en tu carrera.

- Oh sí, lo que digas.

- ¿Estás bien?

Por supuesto que no lo estaba.

- Si finn, lo prometo.

- Bien, ve a tu cuarto mañana tendremos un largo día, tenemos que hacer los papeles con Bill de los derechos de autor.

- ¿¡Mañana!? Digo, ¿Mañana?

- Cuánto más temprano hagamos todo, mejor.

- Si, por supuesto.

Subí las escaleras y subí a mi cuarto, me quité el vestido y me acosté a dormir, en ropa interior, estaba demasiado cansada como para elegir mi pijama. Intentaba dormir pero el sentimiento de culpa avanzaba sobre mi cuerpo, ¿Y si alguien nos vió? No podría seguir mi carrera con tal vergüenza. Estaba conciliando el sueño hasta que mi teléfono sonó, lo tomé y Vi un mensaje en mi correo.

"Oye, cómo mañana nos veremos, quiero invitarte un café, tal vez dirás que no, Pero te digo que será en la cafetería heylies, que según lo que ví en internet, es tu favorita en Los Ángeles."

Quise gritar pero no podía, quise de decir que no, pero tampoco podía

"Sí, allí estaré."

Creo que en ese momento la sangre no llego a mi cabeza en ese momento.
Luego de enviar ese mensaje, me paré de la cama y abrí mi computador, busqué el nombre Tom Kaulitz y descubrí que es el chico más mujeriego de este año, no podía creer que había caído en su trampa de mujeres, ni siquiera había tenido sexo con muchos hombres (fueron más mujeres, ¡pero ese no es el punto!), no se que pasó conmigo. Le dije que sí, al hombre de dieciocho años con el que había tenido sexo esta noche, sin duda no era el hombre con el que quería que me vieran.

Ni siquiera pude dormir esa noche, me la pasé pensando que diran las noticias de esto si se llegasen a enterar. Aunque por alguna razón el rondaba por mi cabeza, sin duda fue el polvo más raro y adrenalinico de mi vida, pero, el abundaba mi mente de otra manera, más, ¿Romántica? No lo sé, pero ver su cuerpo tallado por el gimnasio, sus rastas bien acomodadas por una coleta, su ropa ancha y su increíble rostro angelical era como para dejar todo a un lado e ir corriendo a el. Pero una pregunta inundaba mi cabeza, ¿El me aceptaría?, no soy una buena candidata, me gustan las mujeres y soy mayor que el, no debería ni siquiera preguntar.

De repente mi teléfono volvió a sonar, nuevamente era Tom.

"De hecho, ¿Podrías salir un segundo a tu puerta?"

¿Cómo carajo encontró mi dirección?, estaba nerviosa, pero me levanté con el cabello desordenado, mi pijama de conejitos y en sostén, no me había dado cuenta que no traía camiseta de lo rápido que bajé las escaleras, y por la cara de Tom, lo agradeció.

- ¿Que carajo haces aquí? ¿Cómo conseguiste mi dirección?

- Que bien me recibes.

Habló mirando mis pechos, me tapé enseguida con las manos.

- Ser yo habilita muchas posibilidades de que te brinden información por un pequeño beso.

- ¿Así que te besaste con la recepcionista para tener mi dirección?

- Pues...

- Vete a la mierda.

- ¿Ataque de celos?

- ya cállate.

- ¿Al menos me dejarás pasar?

- Pasa, no hagas ruido, mi hermano está durmiendo.

- Bonita casa, un poco humilde, pero es acogedor.

- Lo lamento, yo no estoy acostumbrada a los lujos como tú.

- Si, lo sabía.

- Mañana nos veríamos, ¿A qué viniste?

- Dije que nos veríamos, y no dije para qué, así que te lo diré.

Miré intrigada.

- Iremos a desayunar, y para eso tenemos que dormir, ¿No?

- ¿Piensas que tendré sexo contigo?

- No, solo dormiremos, nada más allá de lo moral.

- Tom, vete a tu casa, ya son las tres de la mañana

- Con más razón, el hotel está a una hora, no me echarás de tu hogar, ¿o si?

- ¡Bien! Tu ganas, duerme en el sofá, te traeré unas cobijas.

- Creo que confundiste las cosas.

No entendía a lo que se refería.

- ¿A qué te refieres?

- Dormiremos juntos, o te haré gritar tanto que tú hermano se tendrá que ir de la casa.

La piel se me erizó, este chico sabía cómo ponerme nerviosa, y no le importaba.

- ¿J-juntos?

- ¿Eres sorda? Juntos.

Suspiré y conté hasta diez, no estaba de humor como para una sesión de sexo violento.

- Está bien, sube.

Subimos las escaleras y entramos a mi habitación, él observó las paredes llenas de pósters y mi equipo de música que usaba para componer mis canciones.

- ¿Tu compones?

- En realidad mi hermano, pero si, lo hacemos solos.

- Es... Fabuloso.

- Gracias.

Todo ese momento fue incómodo, él empezó a quitarse su camisa y los pantalones, quedándose solo en ropa interior, se acostó con las manos alrededor de su cabeza y me miró.

- ¿Qué?

- Hmm nada.

Yo estaba en sostén, no podría dormir en sostén al lado suyo, quién sabe que podría pasar, así que abrí el armario para buscar una camiseta cuando él me interrumpió por detrás.

- Así estás bien.

Susúrra mi oído con las manos en mi abdomen.

- Dije que no tendríamos sexo.

- ¿Quién dijo que quería tener sexo?

Me dio la vuelta lentamente, y me besó, un beso apasionado, como violento y suave a la vez, como si realmente estuviera enamorado de mí, obviamente eso no era real, él solo tenía deseo por mí, por mi cuerpo, por nada más, por lo que solo lo paré y lo eché para atrás con las manos.

- Tom, yo, lo lamento por lo de hoy, no quise hacerlo, de verdad, hoy no, no más.

- Hagamos un trato, tengamos sexo libre, pero el que primero se enamore, pierde.

Sinceramente creía que sería la primera en perder, si es que yo no estaba perdida, pero me lo tomé en chiste, no sería capaz de hacer un trato tan ridículo, así que solo lo acepté esperando que él se olvida el segundo día, grave error.