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— ¡D-Deténganse, no quiero! -Su cuerpo no podía moverse, estaba paralizado del miedo.

En el momento en el que uno de los betas tapó su boca con la mano, y el otro de ellos lo sometió contra la cama, pudo recordar de nuevo el momento en el que sus ex compañeros de básquetbol abusaron de él. Cada uno de sus rostros, la sensación de sus manos sobre él, las palabras que le decían. Y se sintió en la misma situación.

— ¡Es culpa tuya! ¡Culpa de tus malditas feromonas! -Le había gritado uno de ellos, lanzándole el periódico donde estaba la nota de la noticia.

"Grupo de cinco alfas abusó sexualmente de un omega, en un entrenamiento de básquet" era el titular de la nota, y la noticia abarcaba las primeras dos páginas. Los nombres de todos estaban ahí, el nombre de la institución y el equipo de básquetbol. Y aunque la nota dejaba mal parado al omega, ahora el nombre de esos alfas estaba manchado por ser "débiles ante la tentación".

Tenían razón, siempre fue y será su culpa. Por olvidar tomar los supresores.

Jimin había dejado de moverse o protestar, su mente se había desconectado al sumirse en sus recuerdos, por lo que los betas pudieron manipularlo más fácilmente. Cuando el rubio quiso bajar el pantalón del omega, fue jalado hacia atrás, y recibió un puñetazo en el rostro que lo dejó tirado en el suelo.

— ¡¿Quién mierda eres?! -El otro beta preguntó, Jimin miraba todo sin entender nada. El beta se bajó de la cama para enfrentarse al alfa.

El beta en el suelo se aferró a una de sus piernas, impidiéndole moverse, por lo que el otro beta aprovecho a dejar un puñetazo en el alfa que lo tomó desprevenido. El beta bufó, pero luego fue sorprendido con golpe directo en la nariz, y pateó con su otra pierna el rostro del otro.

Jimin se sorprendió al escuchar algo tronar. Y no sabía cuál de esos betas era, pero al menos uno ahora tenía una nariz rota, sino es que ambos.

— Ah, mierda. -Min se tocó la mejilla, sintiendo el dolor punzante por el golpe. Miró al omega.- Te estaba buscando, vámonos a casa.

— ¿Eh? E-Espera. -El hizo un poco atrás al ver a Min queriendo acercarse.- T-Tengo que beber mi...

— Está bien, no tienes que tomarlos.- Yoongi lo interrumpió, colocando su mano sobre las temblorosas del omega, que respiraba entrecortadamente.

— P-Pero mis feromonas te...

— Tome un supresor antes de venir. -Lo volvió a interrumpir.- Para que tú no tengas que seguir haciéndolo.

Jimin le miró sorprendido, tal vez con los ojitos un poco brillantes. Yoongi tomó las pastillas para guardárselas en los bolsillos del pantalon, tomando luego la mochila del omega y marcharse.

— Ah, ¡Hyung, mi mochila!

Luego de unos minutos, ambos ingresaron a su departamento. Yoongi lo había ignorado todo el camino, pero también Jimin aún seguía alterado y asustado por el acontecimiento anterior.

— Nunca más vuelvas a hacer algo tan estúpido como eso. -Hablo el alfa finalmente.

— ¿Por qué? Por mi culpa yo... -El mismo omega paró de hablar, ante la mirada molesta del alfa.

— No quieres estar a mi lado, ¿cierto? Entonces aguanta un poco, ¿o quieres que te vuelva a pasar lo de hace rato? - Jimin apretó los labios, y negó.- Mañana tienes trabajo, así que deja de causar problemas y ve a dormir, o te golpeare.

Jimin miró al alfa acomodarse en el sillón de la sala, con una almohada y una cobija ligera. El sillón ni siquiera era tan largo, por lo que tenía que doblar las piernas para caber en él.

About Our Destiny | TK & YM omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora