Pato se encontró con el zorro de invierno después de tanto tiempo. Estaba un poco decaído y dijo:
- Ya va a ser un año desde la última vez que hablamos...
El zorro de invierno se acercó y le preguntó:
- ¿Quisieras caminar un poco?
Juntos empezaron a caminar por la hermosa ciudad, como en los viejos tiempos.
- Debe ser la forma más estúpida de empezar, pero... ¿cómo has estado? - dijo el zorro de invierno, mirándolo fijamente. Sus miradas brillaban tanto que se podían ver reflejados a sí mismos.
- Pequeño pato - dijo el zorro de invierno.
- Señor zorro... - respondió Pato. El zorro, caminando junto a él, dijo:
- Cuéntamelo todo...
Pato respondió emocionado, como un niño comprando un dulce:
- Creo que le he dado un giro completo a mi vida. ¡Estás ante un pato completamente nuevo! Ha sido un largo camino. Me hice cargo de mis heridas, me alejé de mi hogar, lloré como nunca, caí y me levanté cien veces. Perseguí las metas de las que alguna vez hablamos... Aprendí a estar cómodo en mi soledad y a tratarme bien... Conocí gente increíble con quien me he sentido querido... Descubrí nuevas formas de ver la vida y de verme a mí con gentileza...
Pato agachó la cabeza mirando al suelo:
- Pues por mucho tiempo viví bajo la sombra de unos ojos que no eran los míos... Supongo que nunca creí importante saber cómo verme a mí mismo... Hasta que llegó alguien y me dijo cómo hacerlo. No te imaginas cuánto me ha tomado construir una nueva vida y poder volver a reconocerme... Estarías orgulloso de mí...
El zorro dejó de caminar y respondió con inmenso cariño:
- Siempre lo estuve.
Pato también dejó de caminar y miró al zorro, continuando:
- Creo que nunca entendí... Te veo ahora como un completo extraño, y dudo de si todo lo que me dijiste alguna vez fue real...
El zorro volvió a caminar por delante de Pato y respondió con determinación:
- Lo fue, todo fue verdad en un punto, nadie puede negarlo. Pero la vida siguió, ambos cambiamos y las palabras perdieron su significado...
Tuvimos momentos muy valiosos compartiendo nuestra vida... Nos divertimos y reímos como nunca... Vimos algo en el otro que nadie más pudo y nos esforzamos por hacernos felices uno al otro... Estoy tranquilo porque realmente lo intentamos.
Pato asintió, mirando al zorro:
- Estoy en paz porque por un momento fue real.
Zorro de invierno asintió:
- Estoy en paz porque por un momento tuvo sentido.
ESTÁS LEYENDO
recuerdos de un pato
AdventureEs una conmovedora historia que sigue a un pequeño pato en su viaje de autodescubrimiento y superación. A través de encuentros mágicos y místicos con diversos seres, el pato enfrenta sus miedos, dudas y dolor. Cada capítulo lo lleva a aprender valio...