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—Escapamos de los 60's y regresamos al 2019, ¿¡solo para arruinarlo de nuevo!?

Como siempre, los Umbrella seguían tropezando con la misma piedra.

Lo que menos quería que sucediera ya estaba pasando en este preciso momento, el lugar se había convertido en un campo de guerra que ganaba el bando que derrotara a su oponente primero y lo peor es que ninguna de las Academias daría su brazo a torcer ante su gran cabezota zoquete e iracunda, totalmente consumidos por la adrenalina y el orgullo.

No bastaba con tan solo fracturarse los huesos, sudar, derramar sangre a cantidades hasta incluso expulsar algún órgano si fuera posible, claro que no, ambas Academias se sacaban la mierda hasta perder el conocimiento.

—Por Dios, Klaus —extendí mi mano para ayudarlo a reincorporarse tras haber recibido una gran golpiza y terminar asfixiado en menos de cinco minutos.

Klaus se apoyo en mi y se tomo unos segundos en estabilizarse para después pitearle a los gigantes de Luther y el otro Sparrow que desconocía el nombre.

—Hey, hey —siseo llamando la atención de ambos gigantes que nos bloqueaban el paso con su escenita e hizo una señal para que se separaran—. Muy bien, amor y paz —congratulo al verlos dejar de pelear y darnos pase—. Con permiso, sigan matándose.

Saliendo de allí, cruzando el otro extremo de la sala, después de interrumpir "la amistosa" confrontación de Godzilla y King Kong, no pude evitar darle un vistazo a lo demás.

Diego luchaba contra el cubo flotante y brillante, le gritaba cosas, en especial porque parecía que el extraño Sparrow se burlaba de mi hermano hiriendo su ego de alguna manera. Lo peor es que no servía de nada lanzarle sus dagas, ese cubo flotante se estaba llevando la delantera.

Pero lo que más me ponía los pelos de punta, era el hecho de que Número Cinco acababa de darle una gran paliza a Ben. Y no sólo eso, sentí que algo se removió dentro de mi al captar la sonrisa ladina de satisfacción en los labios de Cinco tras salir victorioso de la pelea.

Algo me dice que eso fue personal, más que una simple pelea de quien se queda con la casita.

—Klaus —lo llame cuando pisamos un salón vacío de la Academia, deteniéndonos detrás de un pilar.

—Vámonos, ______. Hay que irnos de aquí —intento jalarme pero lo detuve.

—No, debo buscar a Allison y Vanya —negué preocupada—. Odio admitirlo, pero estos tipos son maliciosos y sanguinarios.

—¿Cómo lo sabes?

—Se criaron con Sir Reginald Hargreeves, eso confirma todo —aclare obvia.

—Bueno, con más razón hay que irnos.

Le dirigí una mirada de molestia antes de que siquiera intentará jalarme para llevarme lejos de aquí como si fuera una niña que necesita protección. Igual que Luther, comenzaba a fastidiarme su complejo de guardaespaldas peludo, cada que tenia una oportunidad, el mismo se encargaba de retenerme con sus brazos de King Kong.

—¿Qué pasa, hermano? —cuestione, chasqueando la lengua— ¿Crees que no podría contra los Sparrows si me quedo?

Pensé que se iba a quedar callado para confirmarlo, pero me equivoque.

—¡No temo por ti, temo por ellos! —exclamó agarrándome de los hombros— Eres un detonante, ¿lo sabes? —lo miré desconcertada, sin entender sus palabras. Klaus negó con la cabeza y suspiró, pensando en cómo decirlo— Eres... agresiva.

Alce una ceja, incitándolo a que continuará y me explicara mejor.

—Mierda, ______ —apretó mis hombros—. Eres jodidamente extraordinaria y me hago la pis cuando te veo en acción, peor cuando te unes a Vanya y destruyen el mundo. ¡Es increíblemente aterrador!

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⏰ Última actualización: Jul 11 ⏰

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Número Ocho - Kugelblitz [] Número Cinco & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora