Cachorro

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¡Atención! Si en algún momento te incomoda la historia, te aconsejo dejar de leerla. Esta es una historia ficticia con personajes ficticios, y no apruebo ni justifico ninguno de los actos cometidos en ella.

 Esta es una historia ficticia con personajes ficticios, y no apruebo ni justifico ninguno de los actos cometidos en ella

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Exhalé el humo de mis pulmones mientras caminaba lentamente con el cigarro en la mano. Mis ojos recorrían las solitarias calles, buscando algo para distraerme. La noche fría se sentía cómoda, con la brisa pegándome en el rostro.

Últimamente, me aburro de mi rutina. Buscar "diversión" en la noche está comenzando a ser tedioso; sus quejidos ya no me complacen. Necesito algo nuevo, una nueva experiencia...

Caminé unos minutos más, pero nada ni nadie lograba captar mi atención.

—Supongo que hoy no habrá acción —murmuré decepcionado, tirando el cigarrillo al suelo y apagándolo con molestia con el zapato.

"Uhmm.. "

Un quejido llamó mi atención. Mis ojos buscaron el origen del sonido hasta llegar a un callejón. Con curiosidad, me acerqué. Con cada paso que daba, los sollozos se intensificaban.

Me quedé en silencio, observando a la luz tenue de la noche. En el suelo, yacía una muchacha, calculaba que tenía unos catorce años. Sostenía su cartera con fuerza, como queriendo proteger algo. Su vestimenta estaba rasgada, y la ropa interior le llegaba hasta las rodillas. Era evidente lo que había ocurrido.

—Oh, pobre cachorro —murmuré secamente, arrodillándome. La chica se retorció de miedo, mirándome con lágrimas en los ojos. Su rostro maquillado y los aretes baratos indicaban que era una prostituta.

Al mirarla, ella trató de retroceder, cubriéndose el rostro para evitar mi mirada, pero su espalda tocó la pared del callejón

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Al mirarla, ella trató de retroceder, cubriéndose el rostro para evitar mi mirada, pero su espalda tocó la pared del callejón. Lentamente, saqué un cuchillo de mi chaqueta. Odiaba ver cosas rotas que no fueran obra mía; no me divertía en absoluto.

Me detuve. Algo llamó mi atención. Al retroceder, la chica soltó un sobre de su cartera. Este emitía una débil luz rosada. Lo recogí, preguntándome si esto era lo que ella trataba de proteger. Con curiosidad, lo abrí. Parecía una invitación a un lugar. La muchacha me miraba horrorizada, pero la ignoré y comencé a leer.

Control | Oscar x Erizo (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora