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Me sentía fatal por todo esto, no esperaba que ellos se enteraran de esta forma de todo esto, creí que había logrado evitar que me descubrieran, después de todo Jake me había investigado y no había encontrado nada, pero esa chica parecía tener mayor habilidad para encontrar información, o a menos ella estaba actuando con mayor frialdad que Jake y por eso había logrado dar conmigo.
Al parecer el relacionarse conmigo había hecho que bajara la guardia y en consecuencia que sus habilidades bajaran ya que Alan también había logrado burlarlo todo este tiempo.

Alan... Él era un hombre increíble y se había portado muy bien conmigo, y yo...yo le estaba ocultando tantas cosas. Me sentía fatal por todo esto, tenía que hablar con él y explicar todo esto, y si él decidía que quería cortar sus lazos conmigo yo lo aceptaría.

*Chat Alan*

Alan... ¿nos podemos ver?
Quiero hablar de esto personalmente

Alan: Claro, linda.
Alan: ¿Donde te veo?

En el Rainbow Coffee

Alan: Bien te veo en media hora

Tomé mi bolso, las llaves de mi moto y de la casa de Jessy y salí rápidamente con rumbo a la cafetería.

El trayecto fue bastante rápido aún cuando tomé el camino más largo, después de todo la velocidad en la que iba era mayor a la permitida. Él viento golpeando mi cuerpo me hacía sentir un poco relajada, algo que necesitaba por que lo que venía no sería nada sencillo de afrontar.

Por obvias razones había llegado antes a la cafetería que Alan, así que pedí mi primer café de la tarde, uno bastante cargado y sin azúcar, como solía tomarlo cuando trabajaba, ese que me mantenía alerta, ese que la chica que atendía el lugar no se esperaba en mi pedido, ya que en el poco tiempo que llevaba aquí solo había pedido malteadas y capuchinos.

―¿Café negro, linda? Ese gusto tuyo no lo conocía. ―decía sentándose frente a mi después de saludarme con un beso en la mejilla, haciéndole una seña a la chica que me estaba atendiendo. ―Me sirve lo mismo, por favor.

―Bueno, hay muchas cosas de mi que no conoces. ―le digo antes de dar un pequeño trago a mi café.

―Sí, y vaya que son muchas... Me acabo de enterar de algunas muy interesantes.

―Respecto a eso... ―digo con la vista puesta en mi café, realmente no sabía cómo explicar todo esto.

―Lo lamento, linda no quise hacerte sentir mal. ―dice tomando mi mentón para hacerme verlo directamente. ―¿Porqué no me dijiste nada?

―Yo... No pensaba revelar ese secreto a nadie, esa vida había quedado en el pasado y después de conocer a Jake, bueno...

―Linda, ¿realmente no hubo nada entre Jake y tú?

―Cualquier cosa que puediera pensar que hubo entre nosotros fue meramente unilateral... tú lo leíste en ese chat.

―¿Te enamoraste de él?

―Sí, caí como una idiota por él, le creí todo e incluso hice cosas que no debía por él,  ¡me negué a comunicarme contigo por él! ―dije con con un tono de voz un poco más alto sintiendo que me estaba alterando, así que agarré un poco de aire y solté un sonoro suspiro. ―Le creí cuando me dijo que me amaba, ¿y que pasó...? Primero me dice que esta un poco confundido y ahora resulta que nunca hubo nada... ―Tomé mi taza y le di un sorbo a mi café, tratando de no derrumbarme. ―Solo me utilizó para encontrar a Hannah.

Verdades DolorosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora